25 septiembre,2017 6:20 am

Es necesario esclarecer que pasó con los normalistas, dice el arzobispo de Acapulco

 

Leopoldo González reitera que el diálogo, por difícil que sea, es el camino para resolver los conflictos y no la violencia

Texto: Mariana Labastida
Foto: Mariana Labastida

Acapulco, 24 de septiembre 2017.- El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, insistió este domingo que en casos “tan dolorosos” como el de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa es necesario poner todo el esfuerzo para esclarecer la verdad y desde ella hacer justicia.

Reiteró que el diálogo, por difícil que sea, es el camino para resolver conflictos y no la violencia, luego de que Normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) arremetieron contra la sede del 27 Batallón de Infantería, donde fueron desaparecidos los normalistas el 26 de septiembre de 2014.

González González manifestó que la situación de violencia en Acapulco “hiere, duele”, pero que son “muchísimas” las personas que están empeñadas en la construcción de la paz y no se puede perder la esperanza.

El prelado católico leyó el comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el que llaman a la solidaridad por los damnificados del sismo y huracanes.

Consideró como actuar con intereses egoístas en la entrega de víveres desvirtúa el fin con que la gente dona y se pierde la confianza.
En conferencia de prensa, consultado respecto a la exigencia que hicieron el sábado padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y estudiantes al 27 Batallón de Infantería de Iguala, al cual lanzaron piedras y cohetones, el arzobispo subrayó que la Iglesia mantiene que el camino de la solución de los conflictos es el diálogo por difícil que sea. “La violencia genera más violencia, hace más difíciles la solución de conflictos”.

González González reiteró que esclarecer la verdad para desde ella restablecer la justicia es lo que se tiene como luz para el actuar.
“En este caso tan doloroso, que todavía se encuentra como herida de nuestra realidad nacional, es necesario hacer todo el esfuerzo de la verdad, para desde ella restablecer la justicia más en todo momento en la dificultad, en el conflicto el diálogo y no el enfrentamiento”, expreso.

De la violencia que continúa en Acapulco, que el sábado dejó seis hombres ejecutados, entre ellos un agente de la policía federal, el arzobispo dijo que ante “cosas muy tristes” no se debe de perder la esperanza que da la convicción de que el bien es la solución a las situaciones de mal.

Recalcó que las situación de violencia en el municipio hiere y duele, sin embargo son “muchísimas” personas las que están en el esfuerzo de la construcción de las bases que permitan vivir en una paz estable y una seguridad confiable. “Me admira y animo a todas estas personas, que a pesar de todas las situaciones difíciles han mantenido en este esfuerzo” en el fortalecimiento y restablecimiento de la paz.

Respecto al posible uso que se cree pueda hacerse por parte de políticos a donaciones de la población para los damnificados, el sacerdote recordó que es la necesidad de ayudar la que mueve a las personas a donar, “no un interés personal o partidista”.

Manifestó que si se deja de lado el ayudar y es un interés egoísta la motivación para actuar, “no solo se desvirtúa sino que se pierde la confianza entre nosotros, tender la mano es un signo de solidaridad, de hermandad, no puede ser un interés egoísta”.

Enfatizó que es norma ética el respetar la intención del donante, “si hay un recurso etiquetado para tal asunto, en este caso para ayuda a personas que han sido golpeadas por el sismo o por las inundaciones del huracán, se ha de respetar es de ética fundamental”.

Consideró importante el pensar en continuar apoyando después de la emergencia, porque en su recorrido por comunidades de la región de la Costa Chica se dio cuenta d que no llegarán las cosechas este año y es necesario propiciar el abasto para las familias durante el tiempo “largo” que no tendrán cultivos.

El arzobispo también llamó a la población a la responsabilidad de quien emite mensajes y prudencia en quien los recibe a través de las redes sociales, para no generar desinformación.

“No por ser algo que aparezca aceptarse como verdadero como real, ser conscientes que los rumores en la historia han causado daños muy grandes”. Resaltó que las redes sociales han dado la oportunidad de comunicación inmediata, pero se debe de tener un criterio para discernir lo que es verdadero o falso, un hecho o una opinión.

El arzobispo leyó el comunicado del CEM en el que los obispos de México hacen un llamado a la esperanza y a la caridad. Indicó que se mantiene en oración y acción por los damnificados por sismos y huracanes en los diferentes estados del país. En el texto se expone que “es bello” constatar el aprecio a la vida, porque la prioridad sigue siendo el rescate de las personas atrapadas debajo de los escombros.

A través de la CEM la Iglesia informó que en las diócesis afectadas se dispusieron de parroquias y seminarios como refugios y centros de acopio, en los que se movilizó la ayuda priorizando a los damnificado y después se hará la rehabilitación de los recintos. En las otras diócesis se está haciendo el trabajo de colectas, tanto económicas como en especie a través de Caritas Nacional. Convocaron a los fieles y “personas de buena voluntad” a ser solidarios.

Turismo sostenible

En el comunicado dominical el arzobispo se refirió al turismo sostenible previo a la Jornada Mundial del Turismo que se realizará el miércoles. Resaltó la importancia del turismo como un instrumento “valioso” para la economía de los pueblos, “si se convierte en vehículo de nuevas oportunidad , y no en fuente de problemas”.

Agregó que las autoridades coordinadas con instituciones privadas, organizaciones y asociaciones deben de promover un turismo “ético, sostenible y social” que garantice el cuidado responsable del medio ambiente y la riqueza sociocultural.

“Invitó a los párrocos de los santuarios diocesanos y de los lugares donde hay zonas turísticas, para que busquen la vinculación con los gerentes de hoteles, políticos, empresarios y consumidores para que juntos propiciemos un turismo sostenible, instrumento del desarrollo integral”.