15 octubre,2017 7:15 am

No acostumbrarse a la violencia, pide el arzobispo González a los acapulqueños

 

Acapulco, Guerrero, 15 de octubre de 2017. Ante la ola de violencia en colonias de Acapulco, el arzobispo de la arquidiócesis, Leopoldo González González llamó a la ciudadanía a no acostumbrarse a los hechos violentos y a construir la paz desde sus hogares.

Después de una peregrinación, en la que participaron unos 100 feligreses, al Cristo de la Paz, ubicado en el cerro El Encinal de la colonia Carabalí, el prelado declaró a reporteros que a quienes han hecho del crimen un modo de vivir, “siempre la palabra paternal de Dios los invita a la conversión”.

A la peregrinación asistieron el director de Gobernación, Juan San Román, y el comisario municipal, Rolando Díaz Lozano.

En su mensaje en la misa, el arzobispo dijo “construir el cristo de la paz es tarea de cada día”.

Luego de que se le preguntó del hallazgo el viernes de tres cuerpos en una fosa en Altos del Mirador y un decapitado en la colonia Centro, dijo que “es un llamado a cada uno vencer la indiferencia, sentir el dolor de las personas que sufren este crimen tan inhumano, sentirnos solidarios de las familias suyas y no acostumbrarnos a ello, reforzar en cada uno de nosotros la voluntad de hacer el bien”.

Agregó que, “no podemos excluirlos, nadie, en la construcción de un ambiente de paz y de seguridad, porque en cada calle donde pasamos nosotros somos quienes hemos de construir la paz, cada uno ha de construir la paz, esto arraiga nuestro corazón”.

Se le preguntó si buscará el diálogo con los narcotraficantes, como ha expresado el arzobispos de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, para inhibir la violencia, a lo que respondió que, “mi palabra está dirigida a todo mundo sin excluir a nadie, mi palabra está abierta a todos… A quienes han hecho del crimen, del delito, un modo de vivir, siempre la palabra paternal de Dios los invita a la conversión, todos podemos recapacitar, cada día debemos reorientar nuestra vida en el camino del señor que está lleno del bien”, declaró.

Reiteró la solicitud a los ciudadanos de “mirar el rostro de cada persona que es única en su ser, en su proyecto de vida, y es alguien irrepetible, de manera que la pérdida de una sola persona es perdida de la humanidad, nadie de nosotros está de más”.

Abundó que la paz se construye desde cada uno, que la mayor seguridad que se tiene es al relacionarnos con las personas, es la certeza de que no nos van a causar daño, y eso surge desde la decisión de cada una de las personas de ser un bien para los demás.

Ayer fue la primera vez que el arzobispo Leopoldo González subió al cerro El Encinal, y dijo que lo cautivó la vista panorámica del lugar, recordó el proyecto de monseñor Silvino de construir una imagen de Cristo de la Paz que mire a la bahía y sus hijos de Acapulco, para recordarnos a todos que la paz es un don que trae el señor y que debemos construirla todos.

“Construir el Cristo de la Paz, del cual cada uno somos miembros, es tarea de cada día, esta imagen de Cristo nos lo ha de recordar, somos parte de Cristo y debemos nosotros de construirlo en nuestro hogar, en los espacios donde cada día nuestra vida se desenvuelve, construirlo en nuestra relación con los demás, y para ello construirlo desde adentro, sembrar en nosotros pensamientos y sentimientos de paz”, agregó.

Se le preguntó de la propuesta de hacer una estatua más grande, y respondió que, “cuando es el momento, pienso que las autoridades van a ir diciendo”, y precisó que “cuando surgen necesidades urgentes como las que han surgido ahora con los sismos y los huracanes, es cosa de esperar los tiempos”.

Se le preguntó de daños en iglesias luego del sismo del pasado 19 de septiembre, y declaró que no hubo reportes, que los daños han estado muy grandes en las diócesis de Chilpancingo, Chilapa, Tlapa, y recordó que “las instituciones federales (tienen) un proyecto de (re)construir prontamente las más importantes de estas iglesias”.

Nota y foto de Aurora Harrison.