15 septiembre,2017 10:16 am

La bravura de Emmanuel Carrère

Emmanuel Carrère (París, 1957) es el ganador del Premio Fil de literatura en lenguas romances 2017. Galardón que en años recientes han recibido autores como Yves Bonnefoy, Enrique Villamatas y Claudio Magris. Carrère, es igual de esquicito que éstos, sólo que no es un escritor de minorías, no escribe para un público selecto; sino que su obra está escrita y es leída por un gran público. Veamos por qué.

Carrère no siempre ha sido Carrère; no siempre escribió con un pie en la realidad. Comenzó siendo un autor un tanto vanguardista y virtuoso por la precisión en la elección de las palabras, de la famosa “palabra justa” de Falubert.

Recientemente editorial Anagrama está publicando sus primeros libros. Bravura es uno de ellos, una novela que es muchas novelas a la vez, a la manera de las muñecas rusas donde hay capa tras capa. Pues a partir de la figura literaria de Frankestein y del vampiro, comienza escribiendo una obra gótica que deviene en rosa y termina siendo policial. Así, con esta búsqueda vanguardista, Carrère escribió otro para de excelentes obras, que lo ubicaban como un buen autor, nada más. Hasta que un día leyó en el periódico una noticia que cambió su vida y por supuesto su literatura.

La historia que leyó fue la de un hombre que en el transcurso de un día abatió a escopetazos a sus padres, a sus hijos y a su esposa, para luego prender fuego a su casa e intentar suicidarse. Sólo que, como saber si para bien o para mal, sobrevivió. Carrère a la manera de Truman Capote en A sangre fría no solamente estudió a profundidad el caso sino que se acercó al asesino, lo fue a ver a la cárcel y se carteó con él para descubrir qué es lo que puede llevar a un hombre a cometer un acto así de brutal y descabellado.

Carrère inspirado por esta historia escribe la excelente novela breve Una semana en la nieve. Pero no estaba para nada satisfecho con el resultado. La ficción estaba demasiado desapegada de la realidad, carecía de sentido ficcionalizar, reinventar algo que había sucedido. Pues descubrió, también al igual que Capote y cualquier lector de las páginas de este periódico o de cualquiera del mundo, que la realidad es mucho más sangrienta y terrible que cualquier ficción.

Desde entonces, Carrère toma la autoficción como herramienta y escribe una de las novelas más perturbadoras y geniales de los últimos años: El adversario, la crónica-novela-reportaje sobre el hombre que era aparentemente completamente anodino, hasta que asesinó a su familia; y, es también la historia del escritor intelectual, un tanto fracasado, que intenta escribir esta novela sangrienta.

A partir de este momento hay una genial ruptura y puesta en crisis del género de la novela: Carrère descubre, decide, que no puede escribir elidiendo la realidad. Para él ya no es posible hacer ficción con tan sólo momentos deslumbrantes del lenguaje. Se nutre entonces no sólo de las ideas y la literatura sino también del esencial y práctico género del periodismo para escribir sus siguientes novelas que hasta ahora han sido Una novela rusa, donde utiliza el reportaje para develar uno historia terrible del comunismo ruso. De vidas ajenas, en donde se acerca a enfermos terminales de cáncer. Limónov biografía, documento histórico, cultural y novela sobre un excéntrico escritor ruso. Y El reino, novela que entre otras muchas otras cosas observa a los evangelistas Juan, Marcos y Lucas como narradores. Novelas todas geniales, llenas de suspenso, humor y realidad escritas, ahora sí, para todo público. Carrère deviene en Carrère pues se vuelve el gran escritor que escribe sobre temas reales, sobre lo que hay en el periódico y en la vida de todos. Con la bravura del periodismo escribe novelas apegadas a la realidad con toda la fuerza y la belleza de la literatura.

Emmanuel Carrère, Bravura, Barcelona, Anagrama, 2017. 354 páginas.

Adán Ramírez Serret

Imagen- Sitio oficial Anagrama