20 enero,2018 6:56 am

Patrón de saqueo

Héctor Manuel Popoca Boone

A lo largo de la historia de la humanidad, los despojadores de territorios y recursos naturales de los pueblos originalmente posesionarios han usado diversos medios y formas para arrebatárselos. Desde la más brutal, a través de las armas y la violencia mediante guerras de conquista, hasta las arropadas en transacciones mercantiles inicuas, ejemplificadas en la apropiación de piezas de oro a cambio de cuentas de cristal. O para no ir tan lejos, el despojo legalizado de terrenos con vocación turística o de expansión urbana comprados a precios irrisorios a ejidatarios y comuneros pobres.

Cuando aquellos que desean apoderarse de bienes naturales que les son ajenos y ya no pueden consumar sus saqueos por la vía de la violencia directa o del engaño vil, pasan a echar mano de argucias leguleyas y autoridades interesadas para concretar sus rapiñas. Tal ha sido el caso en México de los famosos deslindes territoriales o las concesiones de recursos forestales, mineros y energéticos, a espaldas y sin el consentimiento de sus auténticos poseedores. Con un escudo legal a modo, los poderosos, política y económicamente hablando, realizan el latrocinio disfrazado.

Cuando los pueblos y trabajadores se oponen tajantemente a la depredadora extracción de sus recursos y expoliación de sus personas, las voraces empresas capitalistas acuden a las autoridades para que, usando la ley en forma tronchada y con el uso de la violencia institucional, paren en seco la defensa que realizan los pueblos tanto de sus bienes como de sus vidas.

Paralelamente y con dinero corruptor, los insaciables empiezan hacer una labor de zapa, de división y confrontación al interior de los pueblos para debilitar la lucha social. Es una estrategia igual a la que utilizan los esquiroles en las huelgas sindicales. Hasta llegar al uso de la violencia y el derramamiento de sangre, solapados y en complicidad con autoridades venales.

Es la antigua y sempiterna consigna concatenada: Divide y vencerás. Provoca y desata violencia. En un ambiente crispado. Para luego acudir al gobierno a que ponga orden represivo y paz sepulcral contra los que se oponen al desvalijamiento.

La historia y el proceder reseñado son de suyo antiguo. Muchos pueblos y sus dirigentes han muerto por defender sus hábitats y ecosistemas. A guisa de ejemplo, podemos mencionar el artero asesinato de la líder indígena Berta Cáceres, de Honduras. Fue segada su vida por encabezar una larga y tenaz lucha social para evitar la extracción ilegal de los recursos naturales pertenecientes a su pueblo y oponerse a la construcción de una presa hidroeléctrica que inundaría comunidades y tierras de labrantío.

En México, hace un año fue asesinado el líder indígena Isidro Baldenegro, del estado de Chihuahua, ganador del prestigiado premio internacional de carácter medio ambiental Goldman, por impedir el saqueo de los recursos forestales de su núcleo agrario. En Guerrero, no se han esclarecido aún las desapariciones forzadas de los ecologistas de Petatlán: defensores de los recursos forestales de esa región de Costa Grande.

La situación delicada de tipo obrero-patronal en el conflicto existente en el fundo minero Media Luna en la zona del Alto Balsas, en entorno al cual ya hubo dos asesinatos y por otro lado, la reciente masacre de 12 personas sucedida en el poblado de La Concepción en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, en el contexto de la pugna social por la proyectada presa hidroeléctrica de La Parota, han puesto sobre interrogatorio de las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos al gobierno estatal. Y a su vez, el gobernador ha concitado respecto a su personalidad el repudio de todo el sistema de policía comunitaria CRAC-PC, con radio de influencia en más de 300 pueblos de la zona indígena de la Montaña y Costa Chica.

  1. Buen arraigo popular y preparación tiene, Alfredo Sánchez Esquivel, para ser postulado por la coalición que integran Morena-PT-PES, a la candidatura a diputado local por el distrito del municipio de Ayutla en la Costa Chica.