12 noviembre,2017 6:51 am

Por una detección oportuna

Reyes Betancourt Linares.

El pasado jueves 19 de octubre se recordó la importancia, en el ámbito mundial, de procurar una detección oportuna para la prevención y curación del cáncer de mama, el cual representa el 16 por ciento de los tumores malignos que afectan a las mujeres, particularmente en los países en desarrollo como el nuestro, en donde se registran siete de cada 10 defunciones. Por ello resulta relevante que las personas del sexo femenino conozcan de manera oportuna cuáles son los factores de riesgo para prevenir esta enfermedad –la cual es curable si se detecta a tiempo–, que son, entre otros, antecedentes de un familiar con este padecimiento; contar con 40 o más años; haber tenido la primera menstruación (menarquía precoz) antes de los 12 años; el uso por más de cinco años de anticonceptivos hormonales.

Asimismo, habría que añadir, haber concebido un hijo después de los 30 años o no haberlos tenido; que la última menstruación (menopausia tardía) se tenga después de cumplir 52 años; consumir hormonas para la menopausia; tomar alcohol y tener sobrepeso o ser obesa. Sin embargo, también es importante destacarlo, existen casos de personas afectadas en quienes no es posible identificar factores de riesgo específicos.

Por otra parte, es importante tomar algunas prevenciones como: a partir de los 20 años practicarse una exploración cada mes; después de cumplir 40 años realizarse una mastografía por año; adoptar conductas y estilos de vida saludables; mantener un peso ideal, hacer ejercicio de manera regular, evitar el consumo de alcohol y de cigarros. Igualmente, es importante conocer algunos de los signos y síntomas más recurrentes del cáncer de mama, entre estos, secreción por el pezón, área rojiza en el mismo; así como tener el pezón hundido u hoyuelos o bultos en esa parte del cuerpo. El conocimiento oportuno de los primeros síntomas facilita el diagnóstico y el tratamiento temprano de este padecimiento, que tiene su mejor expresión en la realización de una mastografía, cuyo objetivo es detectar a las personas que presenten anomalías indicativas de cáncer.

Un dato que habría que destacar es el del Hospital Universitario de la ciudad holandesa de Utrecht, pues ha utilizado por primera vez en el mundo los ultrasonidos para destruir el cáncer de mama. Esta nueva técnica combina la resonancia magnética (MRI) con los disparos de ultrasonido de gran intensidad (HIFU, siglas en inglés) para quemar las células malignas sin necesidad de extirpar el pecho. Los tumores se calientan a temperaturas entre 60 y 90 grados centígrados, y las células muertas son eliminadas por el propio cuerpo. Hasta ahora el método solo se había aplicado al tratamiento de los miomas de matriz para combatir el dolor del cáncer de huesos.

Asimismo, el radiólogo Maurice Van Den Bosch, director de este programa, indica que al menos una cuarta parte de las mujeres afectadas podrían beneficiarse del ultrasonido. Agrega que: Es para tumores pequeños sin metástasis, lo mejor es que la piel quede intacta porque no se toca el exterior. Es como operar sin abrir” (El País, 10 /10/ 2017).

En el caso de nuestro país, de acuerdo con la información emitida por el doctor Abelardo Meneses García, director del Instituto Nacional de Cancerología, existen mil 200 mastógrafos; el 70 por ciento corresponden a las instituciones de salud pública y el porcentaje restante al sector privado. Este equipamiento permitiría que 20 millones de mujeres se pudieran atender oportunamente. La cobertura de mastografía en nuestro país es del 18 al 20 por ciento entre mujeres mayores de 40 años, que es el grupo de edad de mayor riesgo, asegura el coordinador del Programa Integral de Prevención y Control del Cáncer en México, Alejandro Mohar Betancourt. Por otra parte, expuso que cuando se tiene una cobertura del 70 por ciento en la aplicación de mastografías, en un grupo de población determinado, se disminuye la mortalidad un 25 por ciento de cáncer de mama, comparada con la población que no recurre a este estudio.

El cáncer de mamá es el más frecuente en las mujeres de todo el orbe y el hecho que exista una prueba diagnóstica fiable como es la mastografía, ha posibilitado que sea uno de los tumores que mejor se conocen. Por eso la tasa de curaciones es muy alta, y el reto para las mujeres mexicanas, sobre todo el grupo de edad de mayor riesgo, es concurrir de manera regular a sus chequeos médicos, tener un estilo de vida saludable y hacerse su mastografía.