Acapulco, Guerrero, 12 de diciembre de 2017. El escritor mexicano Édgar Omar Avilés lamentó que el acto de imaginar se vea limitado a cierta edad, generalmente hasta la adolescencia, ya que solamente es asociada con la evasión de la realidad y no con la posibilidad de modificación de esta misma.
Además y ante la realidad del país, del mundo, aceptó que no son los mejores momentos para imaginar “pero tampoco lo han sido nunca”.
En breve entrevista al término de la presentación de su libro Efecto vudú (Ediciones B, 2017) dentro de las actividades del Festival Nacional de Literatura Acapulco Barco de Libros el sábado 9 de diciembre pasado en la Biblioteca Pública Municipal 22 Dr Alfonso G Alarcón, comentó que “no creo que la imaginación, el acto de imaginar sea sólo cuando uno tiene menos de 12, 13 años o menos de 15 años, pero parece que es así y parece que hay una intención, buscando o no buscada de que los humanos conforme nos vayamos haciendo más adultos dejemos de imaginar y nos sumemos más al mundo que nos es dado como si fuera un bloque de granito y este mundo que te es dado no lo podemos modificar por eso, por ser de granito”.
Así, abundó el autor especializado precisamente en este género literario, en que esta limitante “tiene que ver con un mundo figurado para estar demasiado plantado en la realidad que ya no nos fue dada; todo lo que suena a imaginación suena como a un ejercicio de evasión y esto es absurdo porque el mundo que vivimos en un mundo consensuado, de subjetividades”.
“No son los mejores momentos para imaginar ahorita pero tampoco lo han sido nunca; yo creo que las personas que amamos imaginar debemos continuar en esto” ya que reveló trabajos como el suyo encuentran eco principalmente entre los jóvenes.
“Esto es una maravilla, que los jóvenes se sigan asombrando con la imaginación, con la fantasía” por lo que pugnó que esta situación no se revierta.
“Hay tantos muchachos emocionados con leer literatura de imaginación, los comics, los mangas, pero luego llegan a los veintitantos y se les presiona y se les dice que eso sólo era para un momento de su vida, que ha llegado el tiempo en que se vuelvan un engrane (de la sociedad) y que todo lo demás es evasión, haciendo que todos sus mundo interiores pasen a segundo plano”.
Ante ello, urgió a que desde lo individual, la gente ejerza su derecho a imaginar, recordando que la imaginación ofrece la posibilidad de modificar la realidad.
“Nosotros tenemos derecho a imaginar y reimaginar el mundo, de reconfigurar este mundo que no es otra cosa que otro artilugio de la fantasía portentoso, brutal injusto, lo que quieras, pero al final y al cabo nuestro desde los gobiernos absurdos a las maravillas como el Internet”.
Édgar Omar Avilés (Morelia, 1980) es licenciado en Comunicación y maestro en Filosofía de la cultura, con un diplomado en la escuela de escritores de la Sogem. Ha publicado No respiramos: Inflamos fantasmas (Posdata Editores / INBA, 2014), Cabalgata en duermevela (Tierra Adentro, 2011; Premio Nacional de Cuento Joven Comala 2011) y Luna cinema (Tierra Adentro, 2010; Premio Nacional de Cuento de Bellas Artes San Luis Potosí 2008), entre otros.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano/ Foto: El Sur.
