Los Ángeles, Cal., 13 de enero de 2018. En un mundo donde reina el copy-paste, es obligado celebrar la originalidad de figuras como el director de La forma del agua, Guillermo del Toro.
Así opinó el artista Chogrin, curador de In the name of the monster, the robot and the bleeding ghost, una exposición-tributo a la obra del mexicano que se inaugura hoy en la Galería Nucleus, de Los Ángeles.
“Guillermo es conocido pero siento que necesita más atención. Quiero que más gente sepa de él. Esta muestra es como darle las gracias a este director, que es súperoriginal, porque estamos bombardeados por cosas recicladas, no originales.
“A un autor así hay que celebrarlo mientras siga en este mundo”, dijo.
El homenaje plástico reúne a 80 artistas que crearon obras en diversas técnicas inspiradas en películas o series del tapatío, desde Cronos hasta Trollhunters y The strain.
No todos ellos admiran a Del Toro, pero al ver acabadas las piezas, aseguró Chogrin, la totalidad es devota del creador, de 53 años.
El homenaje al ganador del Globo de Oro como Mejor Director no acabará ahí, pues se presentarán un cómic y un libro sobre él.
El primero, autoría del artista gráfico Rick Geary, se titula The kid with a movie camera y es una exploración a la infancia y juventud de Del Toro en Guadalajara, mezclando realidad y ficción.
“Rick es un autor independiente, de los favoritos de Guillermo. Ha hecho cómics sobre la vida de figuras como Edgar Allan Poe. Aquí hizo una gran aventura de Guillermo”.
Y Kid del Toro, escrito por Chogrin e ilustrado por Pakoto como un cuento para niños, es una narración sobre aquel pacto que el pequeño Guillermo hizo con los monstruos: consagrarles su vida a cambio de no asustarlo.
De origen ecuatoriano, hace más de 15 años Chogrin encontró en las películas del mexicano una de sus mayores inspiraciones.
“Me encanta todo lo que hace. Me da una excusa para enfrentarme a las cosas que me gustan”.
In the name… es la quinta y última exposición que le dedica, tras lo cual hará lo que ha hecho Del Toro: crear mundos propios.
En una de las muestras conoció a Guillermo, quien adquirió algunas piezas para su propia colección y le ofreció su amistad.
“Me invitó a su casa. Fue como ir a Disneylandia. Tiene una tremenda colección de cosas. Me dijo que estaban a punto de empacar todo para ir por museos (la exhibición A home with monsters, que llegará este año a México)”.
Texto: Mario Abner Colina / Agencia Reforma/ Foto: @Chogrin (Twitter).
