Lyon, Francia, 16 de octubre de 2017. Estar en Lyon, “que es la cuna del cine, es como ir a Belén, al nacimiento de algo hermoso, mágico, espiritual”, dice el director mexicano durante un homenaje que le hicieron, en el que hubo hasta mariachi.
Por su cine y su personalidad, Guillermo del Toro se convirtió en el primer cineasta mexicano con una placa con su nombre en el Muro de los Cineastas de la Casa de los hermanos Lumiére, en Lyon, en la que se inventó el cinematógrafo.
Esto fue parte de un homenaje que estuvo ambientado con un mariachi con en el que Del Toro fue grabado por el cineasta Michael Mann (El informante, El último mohicano) cantando El Rey.
“Merci beaucoup” (Muchas gracias), declaró el realizador de El laberinto del fauno al develar la placa en la célebre pared, ubicada a escasos metros del lugar en el que se rodó la primera escena del cine y en la que cuelgan más de 170 placas de cobre con el nombre de grandes cineastas y actores de la historia del llamado séptimo arte.
El realizador, nacido en Guadalajara, estuvo acompañado en el acto por el director del Instituto Lumiére y delegado general del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, además del legendario director galo Bertrand Tavernier, la actriz española Marisa Paredes y el compositor francés Alexandre Desplat y el ganador del Oscar, Alfonso Cuarón, entre otros.
“Estoy muy feliz. Es muy bonito el recibimiento de Lyon, que es la cuna del cine. Es como ir a Belén, al nacimiento de algo hermoso, mágico, espiritual. El público es estupendo. Me siento entre amigos”, declaró Del Toro.
Cientos de personas acudieron al homenaje, así como a un ciclo de sus películas favoritas, en el cual participó Cuarón.
La crítica francesa ha destacado la calidad del mexicano en su más reciente filme La forma del agua, que fue ovacionada durante su presentación.
Texto: Redacción- Agencia Reforma
