21 junio,2024 8:37 am

Fallece la leyenda de la actuación de EU Donald Sutherland, a los 88 años

Su hijo, el también destacado intérprete Kiefer Sutherland, anunció el deceso en redes sociales

Ciudad de México, 21 de junio de 2024. Donald Sutherland logró cautivar e inquietar, tranquilizar y repeler, en multitud de papeles cinematográficos tan diversos como el de un relajado cirujano de campo de batalla en M*A*S*H, un despiadado espía nazi en El ojo de la aguja, un conmovedor padre en Gente como uno (Ordinary people) y un fascista fanfarrón en Novecento (1900).

Ayer, su hijo, Kiefer Sutherland, anunció el fallecimiento de su padre, a los 88 años, a través de sus redes sociales. No especificó cuándo ni cuál fue la causa de su muerte.

Con su cara alargada, sus ojos caídos, sus orejas grandes y su sonrisa de lobo, el canadiense, de 1.92 m de estatura, no fue precisamente el galán de cine. A menudo recordaba que, mientras crecía en el este de Canadá, una vez preguntó a su madre si era guapo, sólo para que le dijera: “No, pero tu cara tiene mucho carácter”.

Su capacidad camaleónica de interpretación atrajo a directores como Federico Fellini, Robert Altman, Bernardo Bertolucci y Oliver Stone.

“Trabajar con estos grandes tipos fue como enamorarme. Yo era su amante, su amado”, dijo sobre los cineastas.

Nunca se retiró y trabajó regularmente hasta su muerte. Recientemente encarnó al presidente Coriolanus snow en la saga de Los Juegos del Hambre (The Hunger Games) y a Franklin Reinhard en la serie The undoing.

“Me encanta trabajar. Amo apasionadamente trabajar”, dijo Sutherland a Charlie Rose en 1998. “Me encanta sentir que mi mano encaja en el guante de algún otro personaje. Siento una gran libertad, el tiempo se detiene para mí. No estoy tan loco como solía estar, pero sigo estando un poco loco”.

En 1976, relativamente al principio de su carrera, el Newsday le preguntó cuál de sus películas le satisfacía más. Citó Casanova, de Fellini.

Su primer filme estadunidense fue Doce del patíbulo (The dirty dozen) de 1967, en la que interpretó a Vernon Pinkley, un sicópata que se hacía pasar por oficial. En los años setenta, su mejor año en cuanto a proyectos, actuó en dos películas bélicas, El botín de los valientes (Kelly’s Heroes) y M*A*S*H, que lo catapultó al estrellato.

Una de sus mejores interpretaciones fue como detective en El pasado me condena (Klute) de 1971 de Alan Pakula. Durante la filmación conoció a Fonda, con quien tuvo una relación de tres años.

A los 75 años le concedieron una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y él dijo que era mejor que una lápida.

“Envejecer es como tener un nuevo trabajo, pero que no habrías elegido”, dijo a la revista Esquire.

Participó en cerca de 200 filmes, bajo la las órdenes de directores como Federico Fellini, Robert Altman y Oliver Stone, y series. Recibió un Oscar honorífico en 2017.

Aguerrido

Donald McNichol Sutherland nació el 17 de julio de 1935 en Saint John, New Brunswick. Sus años de formación fueron en Bridgewater, Nueva Escocia.

De niño padeció problemas de salud, como hepatitis, fiebre reumática y poliomielitis, que le dejó una pierna más corta que la otra. En 1970, mientras filmaba El botín de los valientes en Yugoslavia, enfermó de meningitis espinal, que lo dejó en coma un tiempo.

Estudió en Bridgewater, donde trabajó como DJ en una emisora de radio local a los 14 años. Después asistió a la Universidad de Toronto y se licenció en 1956 en Filología Inglesa tras abandonar Ingeniería.

Entró a la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, pero la dejó para trabajar sobre el escenario. Su aprendizaje fue en compañías de repertorio provinciales de Inglaterra, tuvo pequeños papeles en teatros de Londres y, de vez en cuando, en la televisión británica.

Familia

Estuvo casado tres veces con las actrices Lois Hardwick (1959-1966), Shirley Douglas (1966-1970) y Francine Racette (1972-2024).

Con Douglas procreó a Kiefer y Rachel Sutherland; con Racette tiene tres hijos: Roeg, llamado así por el realizador Nicolas Roeg; Rossif, por el director francés Frédéric Rossif; y Angus Redford, por Robert Redford.

Texto: Agencia Reforma