23 junio,2024 8:31 am

¿Jubilado?, esta obra en la Cdmx te invita a rejuvenecer

 

Ciudad de México, 23 de junio de 2024. Con un legado de más de 500 obras de teatro, podría pensarse que Tomás Urtusástegui (1933-2020) pasó toda su vida escribiendo. Pero no lo hizo sino hasta su jubilación, después de sus años como médico cirujano.

Tal empeño, que incluso llegó a granjearle el Premio Nacional de Dramaturgia “Juan Ruiz de Alarcón” en 2005, es un ejemplo valioso acerca de que el retiro está lejos de significar el punto final de la vida, como él mismo lo planteó en la obra El chat, hoy llevada a escena por la Compañía Teatralidades y el Teatro Taller Tecolote A. C.

“La gente cuando se jubila piensa que ya son unos muebles, y para nada, ¡al contrario! La vida comienza después de la jubilación”, afirma en entrevista telefónica Enrique Vega, director del montaje que arrancó temporada este 22 de junio en el Aula Magna del Instituto Cultural Helénico.

“La vida no termina con la jubilación”, refrenda Vega, de 68 años. “La gente ya no tiene que estarse preocupando por el dinero, y además tiene toda la experiencia del mundo”.

En El chat, Belisario y Enrique, un par de amigos pensionados -a quienes dan vida Dale Carley y Gerardo Martínez “El Pichi”, respectivamente- descubren juntos las posibilidades de dicha etapa de la vida, luego de que el primero invita a su amigo recién enviudado y con depresión a vivir con él en la enorme casa vacía que antes compartía con su familia.

Y si bien en tal convivencia Enrique se aferra a su rechazo a la tecnología mientras su amigo quiere inducirlo a que aprenda a usar una computadora, el contacto virtual con un par de damas tapatías de pronto provoca un cambio radical y un renovado interés por vivir.

“A la gente le digo: Vayan a divertirse al teatro, vayan a ver que la vida no se termina porque ya te jubilaste; al contrario, tienes una nueva oportunidad de ser feliz, de encontrar el amor. No se cierren al amor. El amor puede estar ahí tocando a tu puerta, pero si no la dejas entreabierta, ¿cómo va a entrar?”, plantea Vega.

“Todos queremos ser amados y amar; más que ser aceptados socialmente, queremos que alguien nos ame y ser amados. Y ése es el mensaje de la obra”, prosigue el director de esta “historia para rejuvenecer”, como la presentan al público.

Vega cuenta que había querido montar la obra hace 15 años, pero el proyecto no prosperó, y luego una vez más hace cuatro, hasta que la irrupción de la pandemia de Covid-19 de nuevo forzó su cancelación.

La oportunidad resurgió tras el fallecimiento en 2023 de la actriz Rosario Zúñiga, esposa de Carley y con quien Vega debutó en el teatro hace 50 años en la obra Sangre gorda, de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, por lo que deseaban festejar el medio siglo de carrera.

“Pero bueno, ella se fue el año pasado, y nosotros esta obra la montamos como un homenaje para Rosario Zúñiga que fue una gran, gran actriz, la verdad”, destaca el director de la puesta en escena.

La producción cuenta con música en vivo por parte del saxofonista Carlos Bretón y del propio Carley en la trompeta, instrumento con el que fraguó una importante carrera en el jazz, grabando junto a figuras estelares de la talla de Count Basie, Frank Sinatra o Ella Fitzgerald.

Cumplido desde muy joven su anhelo de ser músico, el intérprete llegó a cuestionarse, según lo relata Vega, “¿ahora qué sigue?”.

“Y sí, ¿qué sigue?, ¿qué sigue en la vida? Seguir viviendo, tratar de ser feliz, amar al prójimo, ser un mejor ser humano, ser un mejor padre, un mejor hijo. Y eso solamente lo da la experiencia”, insiste el director de teatro.

“Porque a pesar de todos los sufrimientos, y de las guerras que hay tan terribles, uno tiene que buscar la manera de ser feliz”, subraya.

En su caso, la obra hace eco de cuando se vio forzado a tomar clases de computación en tanto empezó a digitalizarse todo en la universidad en la que hace unos años era docente; “yo tenía la computadora en casa y me daba hasta miedo tocarla, la verdad, pensaba que si la tocaba la iba a descomponer”, refiere, y ríe al recordarlo.

Y entre el equipo del montaje, curiosamente, “El Pichi” comparte ése mismo rechazo de su personaje hacia la tecnología, a lo que Vega dice: “Cada quién ahora sí que tiene la libertad de hacer y pensar como quiera”.

“Pero, más que nada, es ése el mensaje también para la gente: ¡Intégrense! ¿Cómo seguir adelante?, pues integrándose a lo digital. Hay que actualizarse o morir, como dice el dicho”, remarca el director, quien coincide en que la pandemia forzó para muchos dicha integración.

“La pandemia fue una posibilidad de crecer, de avanzar, para los que quisimos; hubo gente que se negó totalmente, y que sigue negada. Pero la verdad yo creo que la pandemia nos trajo muchas enseñanzas, y entre ellas (la de) ser un mejor ser humano, pero también integrarte a la nueva sociedad precisamente en esta era digital”.Toma nota- Qué: El chat

– Quién: Compañía Teatralidades y el Teatro Taller Tecolote

– Dónde: Aula Magna del Instituto Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn)

– Cuándo: sábados, 19:00 horas, hasta el 27 de julio

– Boletos: 250 a 350 pesos en Boletópolis

 

Texto y foto: Agencia Reforma