22 junio,2024 7:02 am

Niños en el Parlamento Infantil denuncian la violencia que los rodea y que viven con miedo y sin libertad de movimiento

 

Chilpancingo, Guerrero, a 22 de junio de 2024.- En el 16 Parlamento Infantil Guerrero, al menos 15 estudiantes de primaria de Acapulco, Taxco y Atoyac, entre otros municipios, denunciaron la violencia que los rodea, que viven con miedo y sin libertad, a pesar la presencia de cuerpos policiacos y militares, que no han contenido la delincuencia.

Exigieron que haya educación para la formación de mejores personas, empleos bien remunerados, que las instituciones garanticen los derechos de la ciudadanía y que todas las personas pongan su mejor esfuerzo en hacer el bien, para que transformen sus entornos.

Señalaron que se dan cuenta de los asesinatos, desapariciones y desplazamientos por la violencia extrema, porque lo observan y lo escuchan de los adultos, pero no mencionaron nada de las elecciones del pasado 2 de junio, las más grandes de la historia, rodeadas de ataques y amenazas a candidatos, que estuvieron muchos meses en la agenda pública estatal y nacional.

El secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, reconoció que la inseguridad preocupa a los niños, “que lastima a la sociedad y que se debe contrarrestar con educación, con las instituciones y con la familia; fomentando la cultura de la paz y de la no violencia, comenzando con nosotros y de ahí trasladarla a la sociedad”.

Reconoció a los participantes, y a los docentes que los asesoraron, para hablar sobre discriminación, la desigualdad de mujeres y hombres; el calentamiento global y la pobreza.

La presidenta de la Mesa Directiva, la diputada del PT, Leticia Mosso Hernández, destacó que los niños dieron una lección a los diputados de lo que es vivir una sesión, tal vez por la atención que prestaron a todas las participaciones, desde sus curules, en silencio.

Indicó que 32.6 por ciento de los 46 participantes hablaron de la inseguridad, “más que hacer un cuestionamiento, es de observancia de lo que pasa en Guerrero, porque los niños tienen miedo”.

Aclaró que la mayoría de las propuestas ya están en las leyes secundarias y se deben de garantizar. En los 60 días que quedan a la actual legislatura, dijo que aún pueden ampliar las garantías que piden, en la Constitución y en las leyes.

Inseguridad es tomar clases a distancia por la violencia

El alumno de la primaria de Casahuates, en Taxco, Arturo Sebastián Capulla Avilés, advirtió que a muchas familias les falta un integrante o más, que fueron víctimas de la delincuencia.

“¿Cuántos huérfanos hay? No lo sé, la cifra es escalofriante. México es un gran panteón y no queremos vivir así. ¿Dónde quedaron la democracia, la justicia, los derechos de los niños?”.

Indicó que inseguridad es no poder salir a la calle, tener miedo de subir al camión, tomar clases a distancia porque en la escuela no existen condiciones de seguridad.

“Porque ya no somos libres, estamos presos en nuestras casas. Es ahí donde estamos seguros, pero también puede ser donde los niños más inseguros están”.

Consideró que la corrupción “que se gestó desde las cúpulas más altas del gobierno, es la causa del problema, porque está arraigada en muchas instituciones, y derivó en que los núcleos familiares se involucraran con la delincuencia”.

Acapulco en agonía por la violencia

De la escuela Felipe Carrillo Puerto, ubicada en el Fovissste en Acapulco, Alina Salvador Javier señaló que su familia y su comunidad afrontan la inseguridad de forma cotidiana.

Reconoció que este problema es nacional y mundial, pero su interés es Acapulco, “que se encuentra en agonía, por este cáncer que lo consume”.

Con 10 años, cuenta lo que ve y escucha: “Hoy quemaron un camión, bajaron a los pasajeros, no tenemos transporte en 15 días. Se robaron a una niña, ya salió la alerta Amber, en esta colonia no entres después de las 8 de la noche, es peligroso”.

Por lo tanto, no puede transitar en libertad en su colonia, ni transporte público, como sí hizo su mamá en la infancia, “pero soy menor y soy niña, y eso me pone en mayor vulnerabilidad”.

Señaló que hay esfuerzos de las autoridades, con policías, Guardia Nacional y Ejército, “pero mi co-munidad no es segura, las noticias lo confirman. Espero que cada autoridad refuerce sus esfuerzos para lograr una comunidad sin miedo”.

Víctimas en sí mismos, por muertes y desapariciones

De Atoyac, Suria Cabrera Mancilla, señaló que la violencia “es un monstruo que nos roba la paz, que provoca una montaña rusa de emociones para mantenernos asustados, ansiosos, incluso enojados, ante la injusticia de tener que vivir con miedo. Nos preguntamos si podemos sentirnos seguros y libres en algún momento, después de tantos años de violencia”.

Recordó que la estadística oficial de delitos coloca a Guerrero en las tasas más altas de homicidios en los cuales, muchos niños también han sido víctimas en sus entornos violentos, o afectados por sus seres queridos, por muertes, desapariciones y secuestros”, pero dijo que hoy son más fuertes y resilientes.

Tristeza e impotencia ante la violencia extrema

También de Acapulco, Brian José Rosas Olmedo se refirió a la lista de 44 mil personas desplazadas por la violencia en México, de las cuales casi la mitad son de Guerrero.

Subrayó que este tipo de desplazamiento se ha llevado amigos, familia y oportunidades de desarrollo, y quienes se quedan, viven con miedo de no saber si al salir volverán a casa.

“Tenemos tristeza e impotencia, porque como ciudadanos no podemos hacer nada hasta que este problema sea atacado desde raíz. Es un tema de conciencia colectiva, de trabajos bien remunerados, de educación de calidad para niños y jóvenes, de servicios de salud, para que todos tengamos un mejor futuro”.

Sin embargo, indicó que en Acapulco se pierden 400 mil millones al año, en pérdidas económicas relacionadas con la violencia, y es una de las ciudades más violentas del país, donde se perdió la calidad de vida de las familias.

Señaló que hacer lo mismo no genera resultados diferentes, que en Guerrero la política pública es la misma desde hace años, dando el mismo resultado.

Por la niña Camila

Akemi Yumara Pablo Vargas, de la Montaña, señaló que desde 2011, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, denunció los homicidios, feminicidios y violencia a mujeres y niñas, que ocurren en este territorio.

Recordó dhechos de impacto, como el asesinato de tres profesores del CBTIS 118, en enero pasado, y dedicó su participación a Camila, la niña de 8 años asesinada en Taxco, que derivó en el linchamiento de su presunta secuestradora.

“Soy una niña de tan solo 11 años, pero me doy cuenta de lo que sucede a mi alrededor. Me aterra salir a la calle por un posible robo, secuestro o morir en un fuego cruzado, ¿hasta cuándo las autoridades asumirán su responsabilidad, para frenar la inseguridad y la violencia, y dejarán de culpar a otros?”.

De Iguala, Lucía Yamilet de León Inés señaló que la inseguridad la obliga a vivir encerrada, frente a una pantalla electrónica, por temor a la inseguridad que los rodea, pero que no merece vivir esa realidad.

Expresó confianza en el presidente Andrés Manuel López Obrador y señaló que millones de niños están dispuestos a participar activamente por tener un desarrollo y mayor comunicación para salvaguardar la integridad.

Abuso infantil, pobreza, educación sexual, igualdad de género

De Ciudad Altamirano, Iván Rodríguez Alvarado expresó su preocupación por la pobreza, un problema que afecta a todo el país. Propuso que se fortalezca la economía local, comprando los productos de cada lugar y que haya inclusión laboral de los grupos vulnerables.

Proveniente de Zirándaro, Arlette Pineda, pidió que se imparta educación sexual sin tabúes, para evitar, por desconocimiento embarazos adolescentes, enfermedades de transmisión sexual y abortos.

Señaló que el desarrollo pleno de la sexualidad es un derecho, pero nadie se hace responsable de educarlos al respecto.

Pidió que haya un programa de orientación sexual, con participación activa de padres, para la atención de dudas y conflictos, que los maestros tengan materiales innovadores para fomentar la consciencia y tomar decisiones informadas.

De Teloloapan, la niña Jared Darián Cervantes Aguilar, y de San Miguel Totolapan, Izasil Guadalupe Palacios Valdivia, señalaron que la igualdad de género es el camino a la construcción a una sociedad justa.

Por parte de la comunidad El Mesón Chico, de Ayutla, Erwin Gael Palma Calixto, señaló que la educación es un derecho vital, al que no todos tienen acceso.

De Coyuca de Catalán, Se-bastián Cuevas Benítez reflexionó sobre el cambio climático, resultado de la contaminación y deforestación, del que ya se padecen sus estragos.

Los niños tuvieron intervenciones de cinco minutos, en una sesión que duró casi cuatro horas.

Texto: Lourdes Chávez

Foto: Jéssica Torres Barrera