18 octubre,2017 6:23 am

Se ha avanzado en el orden, sigue pendiente la paz: Héctor Astudillo

▼ La inseguridad creada por la delincuencia organizada “sigue siendo el principal problema”, advierte el gobernador en entrevista con El Sur por los dos años de su gestión

▼ Insiste en que legalizar la amapola contribuiría a disminuir la violencia

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La inseguridad creada por la delincuencia organizada “sigue siendo el principal problema y el desafío de todos los días”, dice el gobernador en entrevista con El Sur. Frente al problema de la violencia recomienda “no espantarse ni atemorizarse ni dar ni un paso atrás”

 

Nota: Zacarías Cervantes
Foto: Eric Chavelas Hernández

Chilpancingo, Guerrero.- A días de cumplir dos años al frente del gobierno estatal, Héctor Astudillo Flores, quien prometió “orden y paz” durante su campaña por la gubernatura, admitió que sólo se ha avanzado en el orden, y que la paz es un tema pendiente debido a la creciente actividad criminal de la delincuencia organizada que, declaró, “sigue siendo el principal problema y el desafío de todos los días”. Frente a ese problema recomendó “no espantarse ni atemorizarse ni dar ni un paso atrás”.

Astudillo reconoció que los dos primeros de su gestión han sido años difíciles por la actividad criminal –que ha dejado ya miles de asesinados y desaparecidos–, y que insistirá hasta el último día de su mandato que se legalice el consumo de la amapola con fines medicinales, medida que está seguro de que contribuirá a “disminuir el problema de la violencia”.

Sin embargo, dijo que su planteamiento no es “como abrir una bolsa de papas Sabritas para comer. No, es un asunto que requiere de toda una operación delicada”.

Astudillo Flores fue entrevistado el lunes en su despacho del Palacio de Gobierno por reporteros de El Sur, en vísperas de presentar su segundo informe de gobierno este 19 de octubre, cuando dará un mensaje ante el pleno del Congreso sobre el texto que entregó al Legislativo el pasado domingo.

Y la entrevista no podía empezar, por lo mismo, por otro tema que no fuera el de la violencia, que tiene la característica en Guerrero de que ha tocado a luchadores sociales, periodistas, políticos, alcaldes y ex alcaldes.

Expresó que los asesinatos recientes del ex presidente municipal de Zitlala, el perredista Francisco Tecuchillo Neri, que murió degollado, así como del ex presidente estatal del PRD, Ranferi Hernández Acevedo, su esposa, la mamá de su esposa y su chofer, que murieron calcinados, “no deben quedar como un hecho más de los que han sucedido”.

El gobernador subrayó que tiene decidido “ir a fondo” para encontrar a los responsables de este múltiple asesinato para que sean procesados.

“Así de sencillo, como lo anticipamos (el lunes), seguramente en el transcurso de las próximas horas vamos a dar a conocer una ruta respecto a lo que ofrecimos, (el pago de recompensa) a efecto de que la Fiscalía pueda encontrar menores resistencias para integrar la carpeta de investigación y dar con quienes ejecutaron este deleznable, cruel y salvaje asesinato de la familia de Ranferi Hernández Acevedo, y saber cuál es el origen del crimen”, dijo Astudillo, quien fue compañero del ex diputado asesinado la noche del sábado cerca de Chilapa, en la 54 legislatura (1993-1996).

–Sin embargo, no solamente son estos dos casos, anteriormente han habido más asesinatos de políticos y hasta la fecha no hay resultados –cuestionó El Sur.

–En algunos sí los hay, en otros debo reconocer que no ha sido sencillo, especialmente en donde la delincuencia organizada está involucrada. Sabemos por dónde anda el asunto, pero no sabemos exactamente cómo lo hicieron y en dónde lo hicieron. Yo creo que en el estado de Guerrero hay una serie de acontecimientos que sí se han podido esclarecer y otros están pendientes, en el entendido de que los responsables son de la delincuencia organizada y hay el señalamiento pero no es fácil la detención.

–Ambrosio Soto, Roger Arellano, ahora Ranferi Hernández y Francisco Tecuchillo y hay otros más. Llama la atención que todos son de oposición, gente de izquierda, ¿qué explicación tiene de esto?

–Si te doy una explicación te daría a entender que yo tengo responsabilidad material. Lo que menos le interesa al gobernador es que sucedan estas cosas. Más bien valdría la pena que encontráramos el porqué ha recaído en estas personas, y eso yo creo que sigue siendo una incógnita, especialmente cuando la delincuencia organizada ha participado. Y lo subrayo, no señalo ningún caso en específico de que la delincuencia organizada sea la responsable, ni mucho menos en el caso de Ranferi Hernández. Quiero ser muy responsable y cuidadoso, a efecto de no cometer imprudencias, y en lugar de ayudar complicar.

–En su respuesta anterior dice que sabe por dónde andan las cosas, ¿no es suficiente esta información para detener a los responsables de los asesinatos?

–Yo quisiera detener a todos los delincuentes que hay en Guerrero, lamentablemente son varios y no es tan sencillo.

–¿Tiene que ver el hecho de que sea el crimen organizado el que está involucrado?

–Es un asunto delicado para contestarte, cada caso tendría que verse detenidamente, pero sin duda la existencia de la delincuencia organizada en Guerrero tiene influencia en algunos de estos asesinatos.

–Dado que hay la intervención del crimen organizado, ¿hay interés del gobierno federal para coadyuvar en hacer justicia en Guerrero?

–Yo creo que hay interés. Lo que ha sido complicado es detener a estos grupos delincuenciales. En el caso concreto de Ranferi Hernández sucede en una zona que se ha convertido en muy peligrosa, en donde sabemos perfectamente cuáles son los grupos que están compitiendo el territorio –dijo en referencia a Los Ardillos y Los Rojos que se diputan la zona.

–El obispo de Chilpancingo (Salvador Rangel) insiste que hay autoridades vinculadas con el crimen organizado y que es la causa de que no se resuelva la violencia. Ayer (el domingo) el arzobispo de Acapulco Leopoldo González, se ofreció de intermediario ante los grupos delictivos, ¿cuál es su respuesta?

–Está muy bien que el arzobispo (González) pudiera ser intermediario. Yo creo que al final de cuentas cualquier circunstancia que ayude a bajar la violencia es buena, pero también si él (Salvador Rangel) conoce de algún gobernante, o de algún representante que esté involucrado, que lo diga. Porque ya lo ha insinuado varias ocasiones. Sería conveniente que los periodistas que reciben sus declaraciones le pidan nombres y que los diga para saber exactamente a qué se refiere.

–¿Y por qué no actúa la Fiscalía?

–La otra es que también la Fiscalía en determinado momento valore que el obispo pueda decirle lo que sabe.

–En un comunicado que dio a conocer ayer (el lunes), se instruye a la Secretaría de Finanzas que entregue recursos adicionales a la Fiscalía para el pago de recompensas a los que colaboren denunciando, ¿esto no es un asunto de incapacidad de los órganos de seguridad para detener a los delincuentes?

¬–No será la primera ocasión, ni la última. En algunas partes de México se ofrecen recompensas y los resultados se dan. Yo espero que los resultados se puedan dar en base a este ofrecimiento. Lo que trato de hacer es ayudar a que la Fiscalía tenga mejores resultados en esta investigación.

–¿Cuál es la situación real en Chilapa. La gente es muy pobre e indígena, y pareciera que los grupos se están peleando algo muy fuerte. La gente ya no quiere salir, los maestros ya no quieren ir a las escuelas, qué es lo que pasa realmente…?

–El control del territorio, y atrás está lo que tanto les he dicho, la siembra, el control y el trasiego de la amapola. Eso es lo que pasa.

–Ayer (el domingo) fue muy sintomático su discurso en el municipio de La Unión, ¿a qué se refiere cuando dice que en ocasiones se presenta la violencia, que no está generalizada en Guerrero?

–Si estuviera generalizada no estaríamos aquí, seguramente. No hubieran podido transitar para acá (al Palacio de Gobierno). Yo creo que son circunstancias que se dan, que se elevan y bajan, dependiendo de las circunstancias de cada una de las regiones, pero por supuesto que la violencia no está generalizada.

–Pero hay diagnósticos que señalan que a dos años de su Gobierno el gran fracaso es el asunto de la inseguridad. Por el contrario, en vez de orden y paz, se ha incrementado el problema de la violencia ¿Por qué?

-–Tendríamos que hacer un análisis de cómo partimos cuando llegamos, qué es lo que encontramos. La violencia no llegó conmigo. La violencia ha sido un fenómeno que no está solamente en Guerrero, es un fenómeno nacional, ha sido aceptado por las más altas autoridades del país. Creo es que hay que apretarle todos los días a la violencia, yo también reconozco que sigue siendo el principal problema y el principal desafío de todos los días.

–¿Sigue vigente su slogan de orden y paz?

-Claro, nomás pregúntale a la gente qué es lo que pide. Por supuesto que quieren orden y quieren paz. Creo que hemos avanzado en el orden, la paz es un asunto que está ligado a la delincuencia que está pendiente.

–¿A qué se refiere cuando dice que se ha avanzado en el orden?

–Hay gobierno, hay gobernabilidad, hay comunicación, hay trabajo, hay programas. En este aspecto se ha avanzado, el pendiente es la armonía que está ligada a la paz. En este caso violencia es lo contrario a la paz.

–Cuando inició su campaña y propuso el slogan (de orden y paz) como parte del ofrecimiento, realizó un estudio para saber qué opinaba la gente ¿Actualmente ha hecho otro estudio…?

–Sí, y la gente quiere que los índices de inseguridad ya no suban, que bajen totalmente. La gente sigue pensando que el problema de Guerrero es la inseguridad, igual que era el principal problema cuando fui candidato.

–Dice que la violencia ha tenido altos costos sociales y económicos, ¿nos podría comentar a qué se refiere?

–La violencia para la inversión, la violencia hace que la gente tenga temor y el temor hace que la actividad pública y económica se haga más lenta. La violencia hace que muchas familias se hayan tenido que desplazar. Aún con todo y la violencia el estado ha podido avanzar.

“Hay que ver los indicadores, el estado es menos pobre, el turismo sigue viniendo a Guerrero. En este octubre que es el más complicado hay que observar Acapulco, hubo un triatlón, vino una gran cantidad importante de la Ciudad de México. Estamos tratando de transitar en estos tiempos que son complejos, Creo que aún con eso el estado está caminando bien.

–¿Vislumbra que podrá disminuir la violencia en los dos tercios que le faltan de su administración?.

–Sí, tiene que ser así. Hay que dar la batalla. Lo que no hay que hacer es ni espantarse ni atemorizarse, ni dar ni un paso atrás.

–Sigue la presión fuerte de algunos grupos por la legalización de la amapola.

–Yo sigo pensando que esa es una manera y una ruta para disminuir la violencia porque donde hay más violencia, es donde hay más amapola. Son zonas visiblemente cultivables de amapola.

–¿Por qué se guarda silencio en cuanto a la legalización de la amapola?

–Yo no guardo silencio en ese tema, lo he planteado.

–Pero no hay eco en la clase política y a nivel federal…

–Creo que a quienes menos les conviene es a los países vecinos y son los principales consumidores. Por un lado no les gusta lo que sucede aquí, pero por otro lado no se incomodan por la gran cantidad de consumidores de todos los productos opiáceos que son muy caros especialmente del otro lado del país.

–¿Pero usted, insiste?

–Claro que insisto.

–¿No dejará morir el tema?

–No, claro que voy a seguir insistiendo hasta el último día que sea yo gobernador, es una manera de disminuir el problema de la violencia. Lo que yo planteo no es una cosa sencilla, como abrir una bolsa de papas Sabritas para comer, no. Es un asunto delicado que requiere de todo una operación delicada. No se trata de quitarles lo que ingresa por la siembra, se trata de inducirlo para otro fin, que es el médico. No es un tema que yo estoy inventando, existe en otros países.

–¿No se ha marcado una estrategia de cabildeo político a nivel nacional en ese tema?

–Se ha planteado, pero la relación con otros países es lo que lo frena.

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