“¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, exclama la oaxaqueña por los 43 de Ayotzinapa en una de sus interpretaciones en el recinto de Chilpancingo
Chilpancingo, Guerrero, 8 de junio de 2024. La cantante oaxaqueña Lila Downs se presentó la noche de este viernes ante un repleto auditorio Sentimientos de la Nación, en la capital del estado.
El esperado concierto se pospuso en dos ocasiones por el paso del huracán Otis en octubre de 2023 y por las protestas derivadas del asesinato de parte de la Policía Estatal del estudiante de la Normal de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez, en marzo pasado.
Desde las 5 de la tarde se empezaron a formar las filas afuera del recinto. Fue una pasarela de trajes, rebozos, blusas, botas, huaraches y huipiles típicos de las distintas regiones de la entidad.
Adultos mayores, adultos, adolescentes y niños de Chilpancingo y municipios vecinos esperaron pacientes para ingresar al Sentimientos de la Nación en una tarde templada.
Los boletos, dijeron los organizadores, se agotaron un día antes.
Adentro ya estaba la mamá de la gobernadora Evelyn Salgado, la señora María de Jesús Pineda; la secretaria general de Gobierno, Anacleta López Vega; la secretaria de salud, Aidé Ibarez Castro, entre otros funcionarios, trabajadores y familiares de estos, así como cientos de seguidores de la artista.
A las 7 con 17 minutos de la noche el escenario y siete pantallas se iluminaron para que los acordes de un violín dieran paso al Son del chile frito, compuesto por la propia Lila, que evoca a la Costa Chica, Pinotepa Nacional y Chilapa.
Dos parejas de danzantes con el traje regional de la Costa Chica guerrerense hicieron la coreografía. El auditorio la recibió con gritos, aplausos y muchas flores que le llevaron al pie del teatro.
La llamada Reina Mixteca lució un vestido tipo tutú con flores de colores bordadas al estilo de Xochistlahuaca. En la parte trasera del vestido colgaban listones color perla. Dos largas trenzas le colgaban enfrente.
Se terció un rebozo gris con detalles negros y portó unas botas largas y picudas plateadas.
Deleitó al público con canciones propias y versiones de temas La tortolita, de Tierra Caliente, La Sanmarqueña, Dos corazones, La cigarra, Ni maíz, Canción mandingo y El último trago.
También interpretó la canción de protesta La patria madrina en la que hace referencia a Simón Bolivar, José Martí, Vicente Guerrero así como a los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa en 2014 “¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, dice una de las estrofas.
Los momentos estelares fueron al interpretar sus éxitos La cumbia del mole, Cariñito y Mezcalito.
En la canción Zapata se queda su ballet folclórico; portó el vestido regional de San Jerónimo Palantla y Tepozonalco, del municipio de Chilapa. En el hombro las mujeres cargaron ollas decoradas en Xalitla.
Al interpretar Mezcalito salieron varios personajes de danzas tradicionales de Guerrero, como Minga la loca, un tlacololero y un tecuán.
También apareció una joven portando el traje elaborado por artesanas de Acatlán, comunidad de La Montaña baja.
La titular de la Secretaría de Cultura de Guerrero, Aída Martínez Rebolledo, a nombre de la gobernadora Evelyn Salgado, quien no acudió, le dio el reconocimiento y una blusa de Tepozonalco, una cajita de Olinalá y una máscara de jaguar bañada en plata, elaborada en Taxco.
El recital concluyó a las 8:55 de la noche.
Texto: Luis Daniel Nava
