18 abril,2024 4:22 am

1939-2024: Escuela Secundaria Federal 22

(Segunda y última parte)

Anituy Rebolledo Ayerdi

Miranda Fonseca

Dos años más tarde, una vez que ha encauzado la segunda enseñanza en Acapulco, el maestro Eduardo Jiménez Ramírez entrega la dirección de la Secundaria Federal 22 al profesor Eugenio Miranda Fonseca, originario de Chilapa. Así retratado por sus alumnos en el Anuario Escolar: “difícil de carácter pero muy formal en sus clases y estricto con las tareas”. Mismo documento en el que expresarán cariño y gratitud para todos sus maestros: Edmundo Villalva (geografía), Oswaldo Olvera (civismo), Julio Vélez (talleres), Mauricio Güicho González (música) y Eva Martínez de León (inglés) .
Miranda Fonseca, hermano de Donato de los mismos apellidos, alcalde de Acapulco (1953-54) y secretario de la Presidencia en el gabinete del presidente López Mateos (1958-64), cumplirá un año al frente de la institución y su relevo será el maestro J. Guadalupe Lozano. Este, a su vez, entregará la estafeta el maestro Eduardo Vega Jiménez, quien llevará a la institución a los más altos niveles de aprovechamiento y prestigio de los que goza en la actualidad.

La tragedia

La tragedia sobrevendrá tres lustros más tarde. La casona que alberga a la Secundaria Federal 22 sucumbe luego de una serie de sismos que sacuden al puerto los días del 3 al 16 de septiembre de 1953. Los daños se reportan graves en toda la ciudad, incluida nuestra escuela que sufre la destrucción del área de talleres y muy lastimado el resto del inmueble. Por poco tiempo, ciertamente, pues el temblor de la Noche del Grito acabará totalmente con la vieja, la casona de adobe con techo de tejas. Y, por si hiciera falta, un tercer movimiento al amanecer del 16 la reducirá a una montaña de cascajo.
La primera reacción de la población fue necesariamente de pena y congoja por la afectación general de la ciudad. Emociones que contrastarán con las manifestaciones de alegría y felicidad expresadas por estudiantes y padres de familia de la secundaria. Dando gracias al cielo porque los sismos no hubieran ocurrido en días y horarios de clases. Habrá incluso una misa de acción de gracias en la vecina parroquia de La Soledad.

¿Y ahora?

Será esta la angustiosa pregunta de los afectados y la respuesta será inmediata por parte de la SEP: “La Secundaria 22 ocupará por las tardes las instalaciones de la Escuela Primaria José Ma. Morelos y Pavón, localizada en el área del mercado de la ciudad. Será por poco tiempo, se advertía, púes su edificio se construirá rápidamente.
Ocurrirá lo previsible a partir aquella abrupta invasión. Profesores y alumnos se quejarán de una y mil anomalías adjudicadas a los apestosos arrimados. Algunas: el mobiliario escolar para niños usado por adultos, lo mismo ceniceros y perforado con dibujos de mujeres desnudas. Las leyendas obscenas en los baños, además de la presencia constante de sucios “globitos de hule”.
Finalmente, un grupo de estudiantes toma la decisión de no esperar el nuevo año escolar arrimados en la escuela Morelos y buscan apremiar la solución. No se dirigen a ninguna representación local de la SEP sino al alcalde de Acapulco, Donato Miranda Fonseca, cuya hermano Eugenio había sido de los primeros directores de la Secundaria 22. Este les ofrece su más amplia colaboración para que muy pronto ocupen su escuela propia. Para asombro de los jóvenes, a los pocos días de aquella entrevista se anuncia la visita del secretario de Educación Pública, José Ángel Ceniceros, quien vienen especialmente a conocer el caso de la Secundaria 22

El titular de la SEP

Don Rosendo Pintos Lacunza, cronista, ex alcalde de Acapulco y vecino pared con pared del inmueble colapsado, con la pérdida varias máquinas de su imprenta, escribirá en el diario Trópico:
“Por fin, un buen día se presenta ante la ruinas de la Secundaria Federal el secretario de Educación Pública, José Ángel Ceniceros, acompañado por el alcalde Donato Miranda Fonseca. Un grupo de estudiantes se hace presente en aquél momento con consignas alusivas y una gran manta en la que se lee: Exigimos edificio nuevo. Los muchachos portan pancartas condenando la tardanza de la SEP para asumir su responsabilidad demandando en coro: “¡queremos edificio nuevo!… ¡queremos edificio nuevo!…¡queremos edificio nuevo!”.
“El secretario Ceniceros no oculta su molestia, su irritación ante aquella manifestación. Monta peligrosamente a un volcán de cascajo de lo que fue el edificio escolar, para responder a los muchachos:
–¡Óiganlo bien, exigentes jovencitos, el gobierno del señor presidente Ruiz Cortines no necesita ni de ultimatos ni plazos fatales para cumplir con sus obligaciones y este caso no será la excepción. Les ruego que nos serenemos si queremos llegar a algo concreto. Tan no necesita el presidente Ruiz Cortines de apremios o exigencias que ha sido él quien me ha ordenado venir a Acapulco para lamentar con ustedes la destrucción de su escuela y darles la seguridad de que pronto tendrán un edificio nuevo. Y se los digo desde ahora, la escuela no se levantará en este mismo lugar, sencillamente porque no es apropiado.”
El grupo de “exigentes jovencitos” lo integraban Martha Durán, Olga Navarrete, Elvira Oscos, Cristina Cristerna, Mercedes Vanmeeter, Martina Roque, Violeta Zúñiga, Evelia Alcaraz, Elia Rita Vega, Eduardo Salinas Torres, Cuauhtémoc Lobato, Luis Castañeda, Cuauhtémoc Juárez, José Manuel Linares, Tadeo y Ervey Arredondo, Luis de la Peña, Armando Ruiz Massieu, Héctor Mújica, Jaime y Luis Muñoz Pintos, Guillermo González, Raúl Reducindo, Nicolás Salinas Sotelo, Ezequiel Ramírez, Alejandro Arzate, Magdaleno Monroy, Cuauhtémoc Rivera y este columnista.

Se inicia la construcción

La construcción de edificio para la Escuela Secundaria Federal 22 se inicia en el lejano fraccionamiento Hornos, a cargo del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, CAPFCE. Se hace a chita callando seguramente para evitar la presencia de “exigentes jovencitos” midiendo los tiempos de construcción que, por cierto, muy pronto serán suspendidos.

Por vidita…

El Planeta, periódico escolar editado por quien esto escribe con la asesoría del maestro Alfredo Beltrán Cruz, consideraba “inaceptable que Acapulco, su juventud, no hubiera merecido en casi medio siglo un plantel de educación media Y se preguntaba: ¿Acaso será necesario que la juventud porteña se manifieste con acciones poco civilizadas para lograr lo que justamente se merece?”. Integraban el directorio del medio escolar quincenal: Virginia Hurtado, Ulises Vargas Guillén, Marta Rodríguez Rábago y Elio Reyes Berdeja.
El Planeta –dos hojas tamaño oficio– acreditará a su denuncia la reanudación de los trabajos paralizados por mucho tiempo. El director del CAPFCE lo negará revelando que ello había sido posible gracias a una inyección de un millón de pesos. Mismo funcionario que a finales de 1956 juraba, besando la cruz, que la escuela estaría a tiempo. Un juramento que, por cierto, no fue en vano pues justo antes de terminar el sexenio de Ruiz Cortines se entrega el edificio de la Secundaria Federal (ya no 22 sino número 1 de Acapulco).
Un inmueble por cierto muy pobre, así calificado por quienes habíamos conocido el proyecto original. Un maravilloso complejo educativo que hubiera sido modelo no sólo en el país sino en el resto del mundo. No habrá, sin embargo, reproches ni calificativos y sí muchas manifestaciones juveniles de agradecimiento para Adolfo Ruiz Cortines. Ello no significará que lo dejen de llamar a la mandatario con los motes populares relacionados con su edad (62 años): Momia, Faquir, Tío Coba, ARC (Antigua Reliquia Colonial) y más.

Ruiz Cortines en Acapulco

Permítasenos esta digresión para recordar una antigua estancia acapulqueña de un jovenzuelo Adolfo Ruiz Cortines. Se desempeñaba como secretario particular del general Alfredo Robles Domínguez, comandante de la División Militar del Sur con sede en el fuerte de San Diego. Hospedado en el hotel Jardín, de doña Balbina Alarcón de Villalvazo, en la calle de La Quebrada, el veracruzano trabó amistad con varios porteños en torno al dominó, un ejercicio de sus dominios plenos. Aquí, no obstante, algunos le darán batalla: Rosendo Pintos, el general Ismael Carmona y Rosendo Batani.
Todos ellos y más, encabezados por doña Balbina, serán sus mejores abogados cuando, candidato a la presidencia de la República, sea acusado por sus opositores de traición a la patria. Se le hacía responsable de haber servido al enemigo durante la invasión norteamericana al puerto de Veracruz, en 1814, en cuya defensa había sido sacrificado el teniente acapulqueño José Azueta.
La defensa de los acapulqueños fue contundente al narrar el día a día y el minuto a minuto sobre la estancia del joven Adolfo en el puerto, fechas coincidentes con la invasión veracruzana que sirvieron para amarrar la acusación. El general Miguel Henríquez Guzmán, candidato a la presidencia de la República por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, tendrá que tragarse su mentira

La Torre Azul

Don Adolfo visitará Acapulco siendo presidente y cuando deje de serlo siempre con la máxima discreción, se hospedaba en un departamento del edifico conocido como la Torre Azul, sobre la Costera, donde recibía a sus viejos amigos para pasarse horas moviendo las figuras del dominó. El vistiendo guayabera blanca con corbata de moño o “pajarita”, una indumentaria que se usará como etiqueta durante la Reseña Mundial de Cine. (La Torre Azul se adjudicó entonces a la primera dama doña María Izaguirre de Ruiz Cortines e incluso el hotel El Presidente)

Quinceañera

Volvemos a la Secundaria Federal 22 que cumple 15 años todavía arrimada en la escuela Morelos, sin poder celebrarlos como correspondía, con vals y toda la cosa. Coincidentemente, el periódico El Planeta cumplía dos años en la misma fecha y sus editores deciden una celebración conjunta. Un gran baile con la coronación de la reina de la escuela y del periódico estudiantil, la hermosa Emma Graef, quien bailará el vals dedicado a la escuela en el escenario de los muelles del Club de Skies. Interpretado por la famosa orquesta capitalina de Venus Rey (Venustiano Reyes, líder del SUTM), el único que se avino al presupuesto de los contratantes. Sus temas: Sobre las olas, En Acapulco fue, Vereda tropical, Te compro el mar, El Varadero, Hey Lupe, Té para dos y Al compás del reloj.

Cuadro de honor

Un grupo de docentes muy queridos, respetados e inolvidables formaron parte del cuadro de honor elaborado por egresados de varias generaciones de la Federal 22. Los encabeza el director de la institución, Eduardo Vega Jiménez, quien impartía literatura. Miguel Chavelas (subdirector, historia), Gloria Carro Mancilla (biología), María de los Ángeles Serratos (inglés), Socorro Pérez de Vega (manualidades), Alfredo Beltrán Cruz (física e historia), Teófilo Moyado (matemáticas), Arturo Horta Miranda (civismo), José Luis Córdova (química), David Malvaez de la Barrera (biología), José Flores (taller mecánico), Alejandro Ayala (ducación física), Mauricio González (música), Julio Vélez Romero (carpintería). Estos dos últimos, extraordinarios maestros, venían de la primera generación).

Himno a la Escuela Secundaria Federal 22

El autor de la letra del himno a la escuela Secundaria Federal 22, fue el alumno Juan Gilberto León Berdeja (más tarde distinguido profesor) y la música fue arreglada por el maestro Eduardo Ramírez Jiménez, primer director de la institución.

En honor a la escuela querida
Que simiente en su frente el saber
Entonemos un himno de vida
Que haga eco triunfal por doquier

Es la lira que trémula plañe
Con la trova que rasga el zafir
Y con eco de ritmo sagrado
Canta un verso de don del vivir

En tu honor ¡Oh, recinto sagrado!
Surge un canto de amor sin igual
Que nos dice con notas sonoras
Que eres ciencia y de luz manantial

Estudiantes costeños marchemos
Siempre unidos en férrea lealtad,
Y forjemos con fuerza grandiosa
La más pura y sincera hermandad

Acapulco nos pide entereza
En la busca de un gran porvenir
Y la Patria no dice: ¡Estudiantes,
a triunfar, a vencer o morir!