20 abril,2018 6:50 am

El mundo maravilloso de Juan José Saer

Adán Ramírez Serret
 
Hay autores que siempre hemos querido leer y que por diferentes circunstancias, la más importante y definitiva que no haya caído un libro suyo en nuestras manos; no hemos leído. Hay casos paradigmáticos de lecturas esenciales que se hacen de manera tardía; pienso, ahora sin esforzarme demasiado, en la lectura de Borges de la Divina Comedia a los 36 años. A veces, pareciera que un libro llega a nosotros en el momento preciso de nuestras vidas y que uno se siente muy afortunado, feliz, de no haber descubierto antes y poderlo disfrutar no tan joven.
Es el caso precisamente del conocimiento que hice recientemente del gran escritor argentino Juan José Saer (Argentina, 1937-Francia, 2005). Un autor que siempre había querido leer pero no había conseguido una obra suya. Hasta que ahora gracias a la editorial independiente Elefanta, tengo la suerte de leer la deslumbrante novela El entenado. Palabra, por cierto, culta y algo en desuso que quiere decir hijastro.
Es una novela extraña que a la manera de las de Vladimir Nabokov o John Banville, no puede estar mejor escrita. Es un deleite en donde no sólo presenciamos una historia sino que podemos tocar el viento, el cielo y las estrellas. Si bien es cierto que la perfección no existe, lo que hace Saer es lo más alto que está en las manos humanas. Es una prueba que en apenas 161 páginas se puede escribir una obra maestra.
El inicio tiene mucho de Stevenson con La isla del tesoro, o de Michel Turnier con Viernes o los limbos del Pacífico. Un mundo de puertos, marineros y barcos de vela que se guiaban por las estrellas. No se nos dice bien a bien qué año es, pero sí sabemos que se acaba de descubrir un mudo desconocido, exótico: plagado de aves, plantas y humanos completamente nuevos.
Es una novela que es también un homenaje a las grandes crónicas que inauguran nuestra literatura americana, como La historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, o en especial, Naufragios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Esta última una crónica apasionante que responde a una pregunta tentadora e inevitable para los mexicanos, ¿qué hubiera pasado si las culturas prehispánicas hubieran derrotado a Cortés? Así, en la novela de Saer sucede lo mismo que en Naufragios, en la cual, de toda la tripulación del barco, tan sólo sobrevive uno.
Es únicamente el inicio de El entenado, el personaje principal sobrevive de manera incomprensible al ataque en el cual todos sus compañeros fueron atravesados en la garganta por una flecha. Los indios lo atrapan de manera pacífica, lo llevan con ellos y lo hacen parte de su mundo. En la primera noche, presencia como sus compañeros son cocinados y devorados. Luego toda la comunidad cae en un pandemonio comiendo carne humana, emborrachándose y copulando a diestra y siniestra.
Es un recibimiento extraño pues se trata de una comunidad que es usualmente pacífica. El entenado, el hijastro, pasa años con ellos hasta que un buen día lo liberan.
Tras lo cual, descubre con sorpresa, que ya no pertenece a ningún lado y pasa el resto de vida que le queda, reflexionando sobre esta cultura. Dice, “Así es como después de 60 años esos indios ocupan, invencibles, mi memoria. No puedo verlos separados del cielo inmenso, azul, luminoso, que a la noche se llenaba de estrellas”.
Esta novela de Juan José Saer es una compleja y profunda exploración del otro, de la extraña otredad que nos perturba a los humanos. También es uno de los libros en donde se puede apreciar de manera cristalina, tan tangible como viajar en el tiempo, el mundo prehispánico antes del occidente. Juan José Saer es artífice de un mundo desaparecido y maravilloso. Único.
(Juan José Saer, El entenado, Ciudad de México, Elefanta, 2017. 161 páginas).