18 junio,2018 6:27 am

Buscando un alcalde a la medida

Jesús Mendoza Zaragoza
 
Para mañana martes está previsto el Foro Paz y Violencia, perspectivas y soluciones para Acapulco. Diálogo con candidatos a la alcaldía. Convocado por diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil, enfocadas en el tema de construcción de paz, como son Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, AC, Institute for Economics & Peace, Guerrero es Primero, Red de Incidencia para el Seguimiento y Atención de la Alerta de Violencia de Género en Acapulco, Acciones por la Paz y la Convivencia, AC y la Universidad Americana de Acapulco, este evento representa una iniciativa que llena un inmenso vacío en el actual proceso electoral: la discusión y las propuestas locales para afrontar la complicada situación de violencia y de inseguridad que mantiene nuestra ciudad.
Si en el proceso electoral federal se ha mostrado un gran vacío para abordar este tema tan sensible y tan decisivo, lo mismo hemos visto en el ámbito local. Salvo honrosas excepciones, la gran mayoría de los candidatos se han mostrado acomplejados a la hora de abordar este tema y de hacer una propuesta digna de ser tomada en cuenta por los ciudadanos. O tienen ya compromisos inconfesables, o tienen miedo, o no saben qué decir, pero las campañas nos siguen dejando en ayunas sobre propuestas viables e inteligentes sobre seguridad y sobre construcción de paz.
El caso es que Acapulco necesita un alcalde a la medida de su tragedia y de sus potencialidades, a la medida de una de las ciudades más violentas del mundo, un alcalde que aspire a asumir su liderazgo político de una ciudad arrodillada pero no vencida, añadiendo un plus que en las trágicas circunstancias actuales es indispensable: un alcalde que tenga un liderazgo moral. ¿Qué significa esto? Que no se conforme con cumplir a la letra lo que establece la Ley Orgánica Municipal, sino que trascienda sus facultades legales para convertirse en el primer ciudadano que se ponga a cuidar a esta ciudad y a este municipio. Los acapulqueños nos sentimos huérfanos cuando las autoridades no dan la cara por nosotros, porque no nos defienden ni nos protegen al estar tan ocupados en lides partidarias, mafiosas y facciosas.
Acapulco requiere de un alcalde que, sin poses ni fotos, se decida a bajarse a los rincones donde se amontona el sufrimiento generado por la pobreza extrema y por la violencia, para escuchar, para estrechar las manos, para llorar y para consolar, un alcalde con elemental humanidad como para dejarse tocar por el dolor de las víctimas, sean estas, personas, familias o comunidades. Un alcalde que permita que la sociedad lo ayude, que no pretenda tener las respuestas a todos los graves problemas que nos agobian, sino que permita ser ayudado por la gente, por los expertos, por las organizaciones. Un alcalde que sea tan humilde como para decir “yo no sé como hacerlo, pero vamos haciendo camino juntos”.
Acapulco necesita un alcalde que tenga la autoridad moral ante su propio gobierno y ante la sociedad misma, para encabezar iniciativas, acciones y gestiones orientadas a tocar las heridas dolorosas que están generando tantas violencias y para irlas sanando paulatinamente. Y la autoridad moral no se improvisa. Se construye, de manera cotidiana, privilegiando a los más vulnerables, renunciando a hacer negocios desde el poder que tiene en sus manos, renunciando a convertir su gobierno en agencia de chambas para sus allegados, renunciando a dejar el cargo para buscar otro de más envergadura, renunciando a cualquier acto de corrupción o de privilegios ilegales.
Los candidatos invitados a este foro recibieron un llamado de los convocantes: “Este trabajo (ser alcalde) no es para cualquiera. Si usted no está seguro de poder hacerlo, así, en estos términos, renuncie, no compita y nosotros le estaremos profundamente agradecidos. Nuestra ciudad ya no puede ser saqueada y humillada una vez más. Acapulco requiere hoy más que nunca de sus mejores hombres y mujeres, de compromisos más grandes bajo estándares éticos más altos”.
La cita para el Foro Paz y Violencia es mañana 19 de junio a las 10 de la mañana en el Auditorio Guillermo Soberón de la Universidad Americana de Acapulco.