Texto: Staff / Agencia Reforma/ Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 29 de junio de 2018. Un 95 por ciento del maíz blanco y 60 por ciento del amarillo están contaminados con aflatoxinas, sustancias que se asocian con el desarrollo de cáncer, de acuerdo un estudio realizado en la Ciudad de México por investigadores de la UNAM.
Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, indicó que tortillas, sopes, tamales y totopos, entre otros productos realizados con maíz, están muy contaminadas con estos metabolitos secundarios provenientes del hongo Aspergillus flavus.
La especialista precisó, por medio de un comunicado de esta casa de estudios, que las aflatoxinas producidas por moho del Aspergillus flavus no se ven, no tienen sabor ni olor y son resistentes al calor y a procesos como cocción, ultrapasteurización, nixtamalización y fermentación.
Puntualizó que se asocian con cánceres de hígado, páncreas, pulmón, colorrectal y cervicouterino.
“Aunque actúan en millonésimas de miligramo (trazas), son los cancerígenos biológicos más potentes que se conocen. Todos nacemos con protooncogenes que están latentes, y las aflatoxinas, mediante un mecanismo químico de oxidación, los convierten en oncogenes (cancerígenos), que por años se acumulan en el ADN (aductos) y mutan, principalmente en aquellos individuos con predisposición genética”, explicó.
Para contrarrestar sus daños, Carvajal recomendó comer alimentos probióticos, moras, pimiento verde y rojo, espinacas, brócoli, betabel, cereza, ejotes, jitomate y zanahoria.
La investigadora añadió que arroz, cacahuates, nueces, pistaches, chile, pollo, huevo, leche, embutidos y cerveza también contienen estas sustancias.
A decir de la experta, lo que comen las personas representa la principal causa de riesgo de cáncer, con un 36 por ciento, contra el consumo de tabaco, responsable en un 31 por ciento, y las infecciones, con 11 por ciento.