16 julio,2018 7:13 am

Comer pozole no engorda; lo que hace subir de peso es la botana, dice el IMSS

Texto: Redacción/ Foto: Especial
Acapulco, Guerrero, 16 de julio de 2018. El pozole no hace que las personas suban de peso, pero hay que comer nada más taza y media y sin los complementos que realzan el sabor del emblemático platillo guerrerense, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en su cuenta de Twitter.
El alimento ancestral, que se prepara con maíz cacahuacintle y carne de cerdo hervida, es conocido por su alto contenido calórico y de carbohidratos y en Guerrero es tradición comerlo los jueves y en algunas zonas también los sábados.
En su mensaje, el IMSS dice que es “un plato completo”, y que “contiene todos los nutrientes necesarios para la hora de la comida”.
La institución acota que lo recomendable es comer “una taza y media de pozole, es decir, de 90 a 100 gramos”, acompañado de “60 gramos de carne aproximadamente”, y a lo que no pone límites es a la inclusión de rábano, lechuga, cebolla, chile y limón.
Remarca que comer pozole de la manera recomendada “no te hace subir de peso, pero comer la botana que lo acompaña sí”.
Lo que se debe evitar, dice el IMSS, es el chicharrón, tacos, tostadas, crema, gorditas, chalupas, tamales, manitas de puerco y alitas”.
La palabra pozole tiene su origen en la palabra náhuatl pozolli, que significa “hervido”, y es un platillo cuyas raíces se encuentran en las culturas prehispánicas.
Con la Conquista, el pozole cambió la carne humana –que se consumía ocasionalmente de manera ritual– por la de cerdo y pollo y se agregaron otros ingredientes. Hoy en día se conocen al menos tres variedades: el rojo –característico de Jalisco, Sonora, Nayarit, Guanajuato y Sinaloa– y el verde y el blanco, que son típicos de Guerrero, sin embargo, según la región del país, el platillo pierde o gana elementos, como mariscos, sardinas y huevo.