26 julio,2018 6:46 am

Alcaldes de Acapulco (XXXIX)

Anituy Rebolledo Ayerdi

A la memoria de Efrén Polanco Dorantes, periodista, amigo.

 
La propaganda
Es a partir de la mitad del siglo XX, los 50 deslumbrantes, cuando Acapulco entra a la modernidad de promover sus bellezas naturales y servicios turísticos a través de la prensa y de la radio. Lo hace el Comité Coordinador del Turismo del Estado, integrado por la Junta Federal de Mejoras Materiales de Acapulco, los hoteleros y otros empresarios del ramo. Un primer informe del referido comité detalla los medios utilizados para sus campañas, así como los montos erogados en cada caso.
Excelsior, 48 inserciones, 78 mil 400 pesos; Novedades, 19 inserciones, 30 mil 400 pesos; El Universal, siete inserciones, 13 mil pesos; La Prensa, nueve inserciones, 9 mil pesos; El Nacional, seis inserciones, 6 mil pesos; Gráfico, dos inserciones, 2 mil pesos; Noticias, tres inserciones, 4 mil pesos; Esto, 12 inserciones, mil pesos; Mañana, 24 inserciones, 24 mil pesos; Hoy, 23 inserciones, 23 mil pesos; Nosotros, nueve inserciones, 9 mil pesos; México en marcha, nueve inserciones, 6 mil pesos; ¿Por qué?, 10 inserciones, 6 mil pesos; Nuevo Mundo, seis inserciones, 6 mil pesos; Tiempo, tres inserciones, 3 mil pesos; La Semana, cuatro inserciones, 2 mil 400 pesos ; Todo, ocho inserciones, 6 mil 400 pesos; Orientación, ocho inserciones, 4 mil 800 pesos; México en la Mano, 20 inserciones, 10 mil pesos; Anuario Turístico AMA, 12 inserciones, 3 mil 800 pesos; Continente, una inserción, mil pesos.
Las inserciones pagadas por el CCTG iban desde simples carteles con fotos del puerto, hasta dossiers con el tema de Acapulco, o bien, secciones especiales como la llamada Aquí, Acapulco, que comenzó a publicarse en Novedades. Adicionalmente, los hoteleros y las empresas constructoras utilizaban constantemente tales medios.
Casus belli
El 31 de diciembre de 1958, a 30 días de haber asumido la presidencia de la República, el licenciado Adolfo López Mateos, el presidente a quien México le perdonó todo por ser carilindo, además de otorgarle la dignidad de estadista, se enfrenta con un peligroso e inédito casus belli. Pescadores mexicanos operando en aguas territoriales de Guatemala son ametrallados por la aviación de ese país. Mueren tres, 14 resultan lesionados y hay varios detenidos.
Piloto de la Fuerza Aérea de Guatemala: “lo que más nos encabronó fue que al ser advertidos a través de altoparlantes que violaban al mar territorial de Guatemala, los pescadores mexicanos se unieron para hacernos señas obscenas y mentarnos la madre y gritarnos chapines culeros. Algunos se bajaron los pantalones para mostrarnos sus nalgas prietas como diciéndonos ‘morros’ (putos) o lo que hayan querido decirnos. Esto último no lo soportamos, ¡porque somos muy machos!, como dicen en México, y entonces barrimos a estos chorleros con fuego de metralla. ¡Pos estos!”.
El canciller mexicano Manuel Tello entra en acción rompiendo relaciones diplomáticas con el país agresor, mientras el secretario de la Defensa Nacional, el general Agustín Olachea Avilez, alista su ejército ante la fatalidad de una invasión. Hay tensión bélica en ambas repúblicas. Los guatemaltecos aprovecha la ocasión para pedir la reivindicación histórica del estado de Chiapas (quesque los mexicanos les habíamos robado) y los mexicanos vuelan puentes y aterrorizan pueblos fronterizos.
La guerra final y felizmente no mostrará su rostro feroz y aniquilante. La paz vuelve a los dos países gracias a la intervención de Honduras, Nicaragua y El Salvador. Los pescadores presos en Guatemala salen en libertad pagando multas de borrachera y el gobierno del presidente Miguel Ydígoras Fuentes se compromete a indemnizar a los familiares de los pescadores muertos y heridos.
Más tarde, los corrillos de ambos países comentarán que todo había sido un ardid del presidente Ydígoras Fuentes, un maldito represor, para desviar la atención de sus atrocidades. Y por otro lado, que López Mateos había reculado porque alguien le recordó que Guatemala era su suelo natal. En realidad, cuando el jefe de la aviación mexicana, general Alberto Vieytez, le informe que sólo tenían algunas reliquias del Escuadrón 201 de la Segunda Guerra Mundial, pero sin llantas. El presidente corre a Vieytez y llama al general Roberto Fierro.
Aquí habrá colas en el Zócalo durante el tiempo que dure el conflicto. Porteños dispuestos a enrolarse en el Ejército para combatir chapines.
La Reina de los Mares
Durante la administración municipal de Mario Romero Lopetegui tendrán lugar en Acapulco dos acontecimientos se enorme trascendencia para los católicos acapulqueños. Uno: se sumerge en La Yerbabuena la escultura de la virgen guadalupana con la novísima advocación de Reina de los Mares. Dos: se crea el obispado de Acapulco.
La iniciativa en el primer caso surge en el seno del Club de Hombres Rana de México, encabezado por el empresario Aníbal de Iturbide. Obtenidas que fueron las aquiesencias tanto del arzobispo primado de México, doctor Darío Miranda, como del delegado apostólico Luigi Raymondi, así como de las autoridades civiles del puerto, se encomendó el proyecto al arquitecto Héctor Mestre. La escultura se encargó al maestro Armando Quezada.
Terminada esta –refiere el cronista Tomás Oteiza Iriarte– sale de la Villa de Guadalupe el 10 de diciembre de 1959 para recorrer la ruta México-Acapulco. Hará escalas en Cuernavaca, Iguala y Chilpancingo con recepciones notables y llega al puerto el 12 del mismo mes. Aquí la reciben miles con gran fervor religioso para acompañarla hasta el templo de Nuestra Señora de la Soledad. De aquí es llevada el mismo día hasta el Malecón del puerto, donde es colocada en una panga que parte hacia su destino. La escoltan embarcaciones de todo tipo y deslizadores formando un conjunto náutico de lo más bello que pueda imaginarse, sobresaliendo muchas banderas nacionales ondeando con la suave brisa.
Una vez en La Yerbabuena, el sacerdote Jorge Parra celebra una misa a bordo del yate Ave de Tahití, terminada la cual se procedió a bajar la imagen sagrada al fondo del mar. Se le coloca en un pedestal previamente construido al que se sujeta con ocho tornillos. Trabajo este a cargo de los hombres rana y entre ellos el propio Aníbal de Iturbide, Jorge Mestre, Enrique Conti, teniente de navío Mario Cano, los hermanos Arnold y Daniel Sosa, Enrique Berlín y los hermanos Villarian. Finalmente, la declaración de Santísima Virgen de Guadalupe, Reina de los Mares. (Acapulco, la ciudad de las naos de Oriente y las sirenas modernas, 1965),
El obispado de Acapulco
La visita del cardenal Garibi Rivera, para crear el obispado de Acapulco, provoca el 24 de enero de 1959 una de las más grandes concentraciones religiosas que se recuerden en el puerto. Lo acompañan el delegado apostólico del Vaticano en México, Dr. Luigi Raimondi; obispos de todo el país y desde luego el prelado electo, monseñor Dr. José Pilar Quezada y Valdez.
La noche de ese mismo día, el delegado apostólico lee la Bula Pontificia que crea el nuevo obispado, con territorio segregado de la diócesis de Chilapa, limitándolo a la vertiente del Pacífico de todo el estado de Guerrero. Al mismo tiempo, la iglesia de la Soledad es elevada a la categoría de catedral.
Sobre la creación de la Diócesis de Acapulco, a punto de cumplir 60 años, su actual y cuarto arzobispo, monseñor Leopoldo González González, recordaba que ya desde el siglo XIX se habían realizado consultas para la creación de un obispado que llevara el título de Acapulco o de la Costa del Mar del Sur. Un proceso que finalmente privilegió a la diócesis actual de Chilapa.
Entrevistado por Lizet Basilio para el semanario Mar Adentro, monseñor González recordaba que la creación del obispado en Acapulco se produce luego de muchas consultas a cargo del delegado Raimondi, quien, por cierto, habría estado por acá en ocasión de ofrecer auxilio espiritual con motivo de un terremoto. En ese contexto, añade, se escogió como obispo a monseñor José Quezada y Valdez, “un hombre muy sencillo que supo tratar la mentalidad costeña con mucha humildad, con mucha atención y a quien debemos que se hayan echado las bases para esta Diócesis”.
Esculturas de arena
Los periódicos Excelsior, de México, y Le Monde, de Francia, copatrocinan un concurso mundial de modelado en arena cuya primera versión se celebra en la playa de Caleta, en 1959. Aquí figura como responsable del evento el cronista Enrique Díaz Clavel, en su calidad de corresponsal del Periódico de la vida nacional. Participan alumnos de escuelas primarias en tres categorías, según las edades.
Los tres triunfadores locales obtienen como premio el viaje a Le Baulle, Francia, para participar en el certamen internacional.
Amor mío
Álvaro Carrillo Alarcón, nacido en Cacahuatepec, Oaxaca, ex alumno de la escuela normal de Ayotzinapa, titulado ingeniero agrónomo en Chapingo, con cuyas siglas, ENA (Escuela Nacional de Agricultura), bautiza a su primera hija, es un caudillo suriano del bolero. El género musical consagrado por el gusto mexicano y del que Álvaro es un exponente esencial, moderno.
En opinión del musicólogo chileno Juan S. Garrido, a Carrillo le faltó tiempo para desarrollar todo su potencial creativo, tiempo para cuajar una obra monumental como la de otros creadores mexicanos. A partir de 1957, inicia con Amor mío, una cadena éxitos más cada vez más sonoros e impresionantes y así hasta su muerte temprana.
Regresaba de Chilpancingo a la Ciudad de México luego de acompañar a su amigo Caritino Maldonado Pérez, en su toma de posesión como gobernador de Guerrero (1 de abril de 1959). Habían cantado ambos durante, una y otra vez, la chilena preferida del autor: El negro de la costa.
Soy el negro de la costa
de Guerrero y de Oaxaca
No me enseñan a cantar (matar, signo de los tiempos).
porque sé cómo se canta (se mata).
Y en el agua sé lazar
sin que se mejore la reata.
El compositor viajaba con su esposa Ana Incháustegui y sus hijos menores, Álvaro y Mario, en un auto manejado por un chofer particular. El siniestro se produce a la altura del Colegio Militar, cuando una camioneta Ford Guayín, que circula en sentido contrario, se brinca el camellón de la autopista para ir a impactarse como bólido directamente sobre el vehículo del trovador. Muere instantáneamente el chofer y más tarde Álvaro y doña Ana. Los chiquillos resultan con heridas leves gracias a la protección que les brindó la madre.
Músicos y cantantes de todo el mundo han abrevado en fuentes carrillistas:
Frank Sinatra, Elena Burke, Carmen Cavallaro, Antonio Prieto, Vikky Carr, Rocío Dúrcal, Pablo Milanés, Dyango, Percy Faith, Doris Day, Tania Libertad, Gloria Estefan, José Feliciano, Julio Iglesias, Exo, grupo japonés; Ray Conniff, Plácido Domingo, Virginia López, Luis Miguel, Ray Anthony, Ana Belén, Tito Rodríguez, la Rondalla de Venezuela, Omara Portuondo, Bebo Valdés, Yoshiro Hiroishi, Duke Ellington, Olimpo Cárdenas, Eydie Gormé, Johnny Albino, Daniel Herrera, Dany Frank, Pérez Prado, Isabel Pantoja, Armando Garzón y hasta el siniestro Charles Manson.