6 agosto,2018 4:47 am

Pobreza, marginación y desnutrición, causas del bajo nivel educativo en Guerrero, dice académico de la UAG

Ramón Gracida Gómez
El académico de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Marco Antonio Morales Tejeda, señaló que el bajo nivel educativo que tiene Guerrero está ligado a la pobreza, marginación y desnutrición que viven los estudiantes del estado.
Es por eso que se debe de impulsar una nueva política educativa que esté ligada a la política social y que reconozca las diversidades culturales de las distintas regiones del estado.
Dentro del sector educativo se debe empezar por erradicar la corrupción dentro de la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) y transparentar y hacer más eficientes los recursos que le destinan.
Doctor en Ciencias Sociales por el programa interinstitucional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Marco Antonio Morales Tejeda es académico-investigador  del Centro de Investigación y Posgrado de Estudios Socioterritoriales (Cipes). Fue funcionario educativo en los gobiernos estatales de Zeferino Torreblanca y Ángel Aguirre.
Su libro La educación en el estado de Guerrero, el huevo de la serpiente es un diagnóstico general de todos los niveles educativos en el estado. Dividido en seis capítulos, hace una revisión de la historia de la educación en la entidad en la que se aportan cifras sobre la realidad que viven los alumnos y maestros en el estado.
También hace mención de la corrupción que existe dentro de la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) y de la malograda reforma educativa impulsada por la presidencia de Enrique Peña Nieto.
Finaliza con un repaso de las normales en México, en especial la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Isidro Burgos, la cual tiene una largo historial de lucha social y represión.
En entrevista en la redacción de este periódico en Acapulco, a propósito de su libro, el académico señaló que el bajo nivel educativo en Guerrero está relacionado a las condiciones socioeconómicas de la población.
En su libro, Morales Tejeda señala que Guerrero ocupa el segundo lugar nacional como la entidad con mayor concentración de la pobreza en México en términos absolutos y es penúltimo lugar en la última prueba PLANEA 2017.
Cita a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que determinó que 39.4 por ciento de los guerrerenses, concentrando en su totalidad a los pueblos indígenas y afromestizos, no tiene acceso a una alimentación digna y que 70 por ciento de ellos vive diariamente con menos de 783 pesos, esto es, con 41 por ciento del salario mínimo.
“Se requiere que los factores externos sean atendidos de manera integral. Si los niños llegan desnutridos a la escuela pues obviamente su desempeño no será bueno. La política social y la de educación no pueden ir separadas”, afirmó en la entrevista.
Respecto a lo que se debe hacer dentro del área educativa, el académico dijo que “se debe de empezar por transparentar y hacer más eficientes los recursos, invertirlos para lo que fueron destinados y emprender un proyecto educativo que contemple las características del pueblo de Guerrero”.
En su libro expone que existe un “severo desequilibrio” en el presupuesto para la educación en Guerrero debido a que el 96.6 por ciento se utiliza para el pago de salarios y el resto es para el pago de servicios, la ejecución de programas, reparación de infraestructura y equipamiento, y la realización de actividades curriculares y extracurriculares.
De acuerdo con el Banco de Necesidades de la SEG, que cita en su investigación, se requiere una inversión urgente de 3 mil 274 millones 617 mil 400 pesos para escuelas cuya infraestructura se encuentra en condiciones “deplorables e inadecuadas”, concentrándose principalmente en las regiones de la Montaña y la Costa Chica, además de las zonas rurales de Acapulco y la región centro.
Cuando se le pidió su opinión sobre el actual gobierno estatal en materia educativa, el académico de la UAG señaló que el titular de la SEG, José Luis González de la Vega, fue impuesto por el gobierno federal “para apuntalar la reforma educativa en uno de los estados con mayor beligerancia y confrontación contra esta reforma.” A lo largo de su investigación, cita diversas notas periodísticas que recuerdan las acusaciones de desvíos de fondos de cuando era titular de esa secretaría durante el gobierno estatal de Zeferino Torreblanca Galindo.
Agregó que desde la descentralización de la educación en México impulsada en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, los funcionarios estatales de educación en Guerrero “se han dedicado a la rapiña, al saqueo de los recursos de la Secretaría de Educación (SEG), a hacer negocios a través de la secretaría en el área de compras, en la venta de plazas, en la venta de registros de validez oficial a escuelas privadas universitarias”.
En su investigación, Morales usa como prueba de la corrupción que se vive dentro de la SEG las 122 escuelas inexistentes en Guerrero pero que cuentan con presupuesto, de acuerdo con el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2013.
También señala las 19 mil plazas docentes y las 2 mil horas de clase sin techo presupuestal que en hay en el estado, problema que inició por la venta de plazas en el gobierno estatal de René Juárez Cisneros y que continúa hasta el día de hoy.
En cuanto a las universidades privadas en el estado señaló que “hay un negocio muy grande con el gobierno estatal porque los registros de validez oficial alcanzan cifras millonarias.”
En el libro menciona que más de 70 universidades privadas han iniciado actividades en los últimos diez años en Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Zihuatanejo, Arcelia, Tecpan, Ayutla, Tixtla, Chilapa y Tlapa.
Cuando se le preguntó sobre qué debe considerarse en una nueva política educativa, Morales Tejeda contestó que se deben incluir las características del pueblo de Guerrero y sus regiones como la Montaña donde “los pueblos originarios tienen una cosmovisión distinta a la mestiza, una propia cultura, una lengua. Se debe de considerar la manera en la que ellos vislumbran la educación y el desarrollo.”
En su libro menciona que en esa región del estado el 60 por ciento de los hombres y el 70 por ciento de las mujeres mayores de 15 años son analfabetas.
Ciento 4 mil 319 estudiantes inscritos en educación básica (preescolar, primaria y secundaria) son indígenas, cifra por la que Guerrero ocupa el tercer sitio nacional con mayor matrícula escolar de ese grupo poblacional y el segundo, luego de Chiapas, con mayor deserción escolar.
Agrega que el 86 por ciento de las escuelas de educación indígena en Guerrero son multigrado.