30 agosto,2018 9:18 am

Vanessa Redgrave recibe el León de Oro por trayectoria y critica trato a refugiados

Texto: DPA/ Foto: EFE
Venecia, Italia, 30 de agosto de 2018. El director estadunidense Damien Chazelle inauguró el Festival de Venecia hace dos años con la atronadora ovación a su musical La la land. Sin embargo, ayer no consiguió entusiasmar al público con su aventura espacial First man, que también levanta el telón del certamen italiano.
Sí, la acogida no ha sido calurosa, pero la cinta que narra la llegada del primer hombre a la Luna, una gesta de hace casi 50 años, y que protagoniza el actor canadiense Ryan Gosling, ha sido ensalzada por la forma en la que el realizador narra el vértigo, la angustia y el dilema de aquella aventura hacia un horizonte desconocido que protagonizaron los astronautas del Apollo 11 en 1969, liderados por Neil Armstrong.
Lo que sí hay que reconocer a Chazelle es que casi consigue meterle el casco y el traje espacial al espectador, hacer que sienta dentro de esa angosta y claustrofóbica cabina de las naves de lanzamiento y pase por todas las situaciones de ansiedad, temor, incertidumbre y desasosiego que también vivieron los astronautas que viajaron al espacio y nunca sabían si iban a volver.
Todas esas sensaciones consigue captarlas a través de un estudiado sonido, primeros planos de los personajes e impactantes secuencias como la del alunizaje.
El cineasta estadunidense, que con 34 años y cuatro películas ya tiene a Hollywood rendido y a Steven Spielberg a su servicio como productor, explicó que cuando él nació ya era una realidad irrefutable la presencia del hombre en la Luna, nadie cuestionaba que eso se pudiese conseguir y lo que atrajo de esta historia era mostrar paso a paso como se hizo realidad “esa fantástica idea y los costes humanos” que conllevó, pues hubo numerosas pérdidas de vidas.
Si para La la land aprendió a tocar el piano, Gosling, que se mete en la piel de Armstrong, aprendió a pilotar aviones para este trabajo. Cuando el instructor le pidió que tomara el mando de la nave, se dio cuenta porqué Armstrong había sido uno de los grandes pilotos. Recordó además que el astronauta probaba aviones y era capaz de arriesgarse por el bien de la ciencia.
“Creo que Neil era una persona extremadamente humilde y una vez y otra vez trasladaba la atención a las 400 personas que hicieron posible la misión asegurando que él era solo la punta del iceberg”, explicó en rueda de prensa el actor de 37 años.
“No creo que Neil se viese como un héroe americano”, añadió el canadiense. “Nosotros quisimos hacer un homenaje a Neil”, insistió el actor sobre el ingeniero brillante fallecido en 2012, un hombre volcado en su trabajo y que no pudo evitar que su hija muriera de una enfermedad, pero que viajó al espacio hasta un lugar donde ningún ser humano había estado antes, que vio como varios de sus compañeros perecieron en los ensayos y las pruebas previas de lo que sería un acontecimiento histórico, “un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”.
First man levanta el telón de una muestra cinematográfica que a lo largo de diez días mostrará 21 películas a concurso, entre ellas la del propio Chazelle, cuyas aspiraciones tal vez estén puestas ahora sobre todo en el Oscar, esa estatuilla que se le concedió por error con La la land, convirtiéndole en protagonista de una de las pifias más sonadas de Hollwywood.
Redgrave lamenta “insensibilidad” de todos los gobiernos de Europa
Por su parte, la gran dama del cine británico Vanessa Redgrave cargó ayer en el Festival de Venecia contra la “insensibilidad de todos los gobiernos de Europa” en el tema de los refugiados.
Regrave, de 81 años, fue recibida en su encuentro con la prensa con un cálido aplauso. La actriz, en la que resulta evidente el peso de los años, recogió ayer en Venecia un León de Oro por su trayectoria, pero apenas habló de su carrera, sino de uno de los temas más candentes a nivel europeo: la llegada de refugiados.
“Procuro no decir insultos, pero siento rabia dentro”, dijo la intérprete, que considera que los gobiernos europeos han perdido toda comprensión de la realidad en esta materia.
Icono en los años 60 con papeles inolvidables como los que encarnó en Blow up, de Michelangelo Antonioni, o Isadora, Redgrave es hija y madre de actores. A sus 80 años decidió además ponerse por primera vez detrás de la cámara para mostrar el drama de los refugiados llegando a las costas de Grecia con el documental Sea sorrow.
Recordó de nuevo su infancia como niña refugiada durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue enviada al norte de Reino Unido junto con miles de niños más para ser acogida por familias desconocidas en ciudades pequeñas.
Lo ocurrido entonces y la situación actual “demuestra de modo muy brusco la diferencia entre el gobierno (británico) de 1941 y el de hace unos años, que rechazaba todo tipo de refugiados. Me pregunto si los gobiernos no explican al pueblo que tienen que proteger a los refugiados”, añadió la actriz, cuyo compromiso político le ha acompañado a lo largo de su vida.
Ya en 1978 emocionó con su discurso propalestino cuando recibió el Oscar como mejor intérprete de reparto en Julia, en la que encarnaba a una combatiente de la resistencia judía.
Regrave es además probablemente la única gran actriz británica que no cuenta con una distinción de la reina de Inglaterra. Al respecto, comentó ayer que nunca rechazaría un galardón que proviniese de la monarca.
“Yo no estoy contra la familia real. Hacen cosas muy buenas y la familia real es una de las líneas rojas que puede salvar Reino Unido”, señaló.
“Respeto a (el príncipe) Carlos y (su hijo) William. Pero no es la familia real o la reina los que otorgan la distinción, es el gobierno de turno. Yo nunca diría que renuncio a un honor de la reina”, añadió la hija de Michael Redgrave.
Pero “no aceptaría un honor de (el ex primer ministro Tony) Blair cuando ha llevado a tanta gente a la guerra de nuestro país sobre la base de una mentira”, recalcó llevándose los aplausos de la sala la dos veces ganadora del premio a la mejor actriz en Cannes en los años 60 (Isadora y Morgan: A suitable case for treatment) y distinguida en los 90 con una Copa Volpi de Venecia por Little Odessa.
El Festival de Venecia rinde además tributo a la actriz con la proyección de una adaptación de la novela de de Henry James The Aspern papers, dirigida por Julien Landais, un trabajo protagonizado por Jonathan Rhys Meyers, la hija de Redgrave Joely Richardson, así como el español Jon Kortajarena y la francesa Morgane Polanski, hija del director Roman Polanski, entre otros.
Además de la actriz británica, en esta edición del certamen italiano, que ayer comenzó la andadura de su 75 edición, el director de culto canadiense David Cronenberg también recibirá un León de Oro por su trayectoria.