25 octubre,2018 7:59 am

Respeto a la autonomía y consulta sobre su reforma, pide Arturo Miranda a Pablo Amílcar

El universitario manifiesta que los cambios que se han requerido en la UAG, en una primera instancia han sido responsabilidad de los universitarios, en apego a su derecho constitucional de ser autónoma.
Chilpancingo, Guerrero, 25 de octubre de 2018. El catedrático, ex director de la escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Arturo Miranda Ramírez, pidió al diputado de Morena, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros ser respetuoso de la autonomía universitaria y que consulte a los universitarios  “y no normar sus criterios”.
En su cuenta personal de Facebook, Miranda Ramírez dijo que pareciera que la polémica que generó el diputado de Morena, Pablo Amílcar Sandoval, con su iniciativa de reforma a la ley orgánica de la UAG, radica en lo referente a la gratuidad de la educación o porque se le exija a la administración transparencia en el ejercicio de sus recursos.
Dijo que Sandoval Ballesteros considera que “es el momento de debatir cuál es el proyecto que los universitarios quieren”, cuando ha sido la práctica democrática constante, al debatir en cada escuela y en sus congresos generales las propuestas de todo tipo, cada vez que se han propuesto cambiar o mejorar el proyecto de universidad.
El universitario manifestó que los cambios que se han requerido dentro de la UAG, en una primera instancia han sido responsabilidad de los universitarios, en apego a su derecho constitucional de autonomía universitaria y, posteriormente, se remite al Congreso del Estado para su aprobación constitucional.
Por eso, se opusieron a que los gobiernos priistas legislaran sin los universitarios, cuando pretendía anular el proyecto de Universidad Pueblo, puesto en marcha a partir de 1972, que hizo posible llevar la UAG hasta los últimos rincones del estado.
Destacó que “confiamos en que el nieto del coautor de la primera ley orgánica, que le confirió en 1963 la autonomía a la Universidad, y por ser hijo de un dirigente sindical universitario, quien tuvo que huir del estado durante toda su vida a la Ciudad de México, por amenazas del gobierno de Figueroa; y él mismo como becario de la UAG, por ser hijo de trabajador, en que tendrá mucho cariño por esta universidad y, en consecuencia, sabrá ser respetuoso de la autonomía universitaria y nos apoyará para que la UAG multiplique sus programas educativos y se construyen nuevas escuelas donde no las haya y se necesiten”.
Miranda Ramírez pidió que antes de mandar iniciativas donde tenga que ver la UAG, se dé la molestia de consultar a la mayoría de los universitarios, a través de sus instancias democráticas de discusión internas y no normar sus criterios a partir de lo que le digan al oído, algunos oportunistas futuristas, que no son “angelitos asexuados” carentes de intereses y aspiraciones personales.
Además, resaltó que “ese es el reclamo al diputado Pablo Amílcar (Sandoval), que como partidario de Morena debe proponerse como cuestión de principios acabar con el viejo modelo, de legislar sin consulta previa con los involucrados. Quizá sea mucho pedir para la cuarta transformación: ‘mandar obedeciendo’. Esa es la exigencia que hacemos, si realmente se busca fomentar la ciudadanía y cambiar la herencia perniciosa que nos dejan los parásitos oligarcas”.
Texto: María Avilez Rodríguez / Foto: Jessica Torres