26 octubre,2018 7:26 am

Llegarán a Brasil “tiempos oscuros” si se da el triunfo de Bolsonaro, advierte Caetano Veloso

El destacado compositor sudamericano advierte que el país amazónico podría enfrentar una “oleada de terror y odio” si el domingo el candidato ultraderechista gana las elecciones.
Brasilia, Brasil, 26 de octubre de 2018. El reconocido compositor brasileño Caetano Veloso escribió un artículo para el periódico estadunidense The New York Times en el que alerta sobre la llegada de “tiempos oscuros” a su país ante un eventual triunfo en la segunda vuelta del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil son el próximo domingo, en las que el candidato de corte fascista Bolsonaro se enfrentará al aspirante del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad.
En el texto publicado en The New York Times, retomado por diarios en toda Latinoamérica, Veloso analiza que el repunte del ultraderechista Bolsonaro –conocido por sus declaraciones de apoyo a la tortura, los asesinatos cometidos durante la dictadura por militares, su odio hacia los homosexuales y menosprecio por las mujeres– está directamente ligado a los acontecimientos ocurridos en Brasil en los últimos años y que van desde las protestas de 2013 y la destitución de la presidenta Dilma Rousseff hasta los grandes escándalos de corrupción.
Veloso lamentó además que cualquier tentativa de superar la desigualdad mediante políticas socialmente progresistas sea denigrado, y denunció que se está generando miedo respecto a que los derechos de las minorías irán a corroer los principios religiosos y morales.
Advierte que Brasil, al igual que otras naciones, “está enfrentando a una amenaza de la extrema derecha: una tormenta de conservadurismo populista. Nuestro nuevo fenómeno político, Jair Bolsonaro, el candidato favorito para ganar la elección presidencial del domingo, es un capitán retirado del Ejército brasileño que admira a Donald Trump, pero que en realidad se parece más a Rodrigo Duterte, el líder autócrata de Filipinas”.
También señala que “Bolsonaro apoya la venta irrestricta de armas de fuego, propone que haya una presunción de defensa propia si un policía mata a un ‘sospechoso’ y declara que un hijo muerto es preferible a uno homosexual”.
El compositor alerta que si Bolsonaro gana la elección, los brasileños pueden esperar “una oleada de terror y odio. De hecho, ya se ha derramado sangre. El 7 de octubre, uno de los simpatizantes de Bolsonaro apuñaló a mi amigo Moa do Katendê, músico y maestro de capoeira, en el estado de Bahía por un desacuerdo político”.
Criticó que el “ambiente de ideólogos reaccionarios” generado por artistas, músicos, cineastas y pensadores que han desacreditado “los esfuerzos para superar la desigualdad al equiparar las políticas socialmente progresistas con una pesadilla parecida a Venezuela. También han propagado el miedo de que los derechos de las minorías van a socavar los principios religiosos y morales, o simplemente han adoctrinado a las personas a la brutalidad a través del uso sistemático del lenguaje despectivo”. Por eso ocurre el ascenso de Bolsonaro, “como una figura mítica cumple con las expectativas que ese tipo de ataque intelectual creó”.
Caetano Veloso también opinó que los principales medios informativos de su país “han optado por mitigar estos peligros, lo que ha resultado favorable para Bolsonaro, porque las elecciones se han descrito como un enfrentamiento entre dos extremos: por un lado, el Partido de los Trabajadores que podría guiarnos a un régimen comunista autoritario y, por el otro, Bolsonaro, quien combatirá la corrupción y hará que la economía sea amigable con los mercados”.
Sin embargo, “muchos miembros de los medios más establecidos ignoran de manera deliberada que Lula respetó las normas democráticas mientras que Bolsonaro ha defendido en repetidas ocasiones la dictadura militar de las décadas de los sesenta y setenta. De hecho, en agosto de 2016, durante el juicio político a Rousseff, Bolsonaro dedicó su voto para destituirla a Carlos Alberto Brilhante Ustra, quien dirigió un centro de tortura en los setenta”.
Rememoró asimismo que a finales de los años 60 del pasado siglo la junta militar brasileña lo arrestó a él, a su amigo –el también destacado compositor Gilberto Gil– y a muchos artistas e intelectuales, por sus ideas políticas, lo que lo obligó a salir del país.
“Gilberto y yo pasamos una semana cada uno en una celda sucia. Después, sin explicación alguna, nos trasladaron a otra prisión militar, donde pasamos dos meses. Luego estuvimos en arresto domiciliario durante cuatro meses hasta que, finalmente, nos exiliamos, y así permanecimos dos años y medio. Había otros estudiantes, escritores y periodistas encarcelados en las mismas celdas que nosotros”.
También detalla que “por las noches escuchábamos gritos. Tal vez eran presos políticos sospechosos de tener vínculos con grupos de la resistencia armada, según el Ejército, o quizá eran simples jóvenes pobres a quienes habían atrapado robando o vendiendo droga. No he podido olvidar esos sonidos”.
Texto: Redacción / Foto: Redes sociales