Tras una lectura de siete horas, Concepción Carhuancho, reconocido por su severidad, hizo suyos los argumentos del fiscal José Domingo Pérez, para quien Fujimori montó una red en su partido para lavar un millón de dólares.
Lima, Perú, 31 de octubre de 2018. La principal líder de la oposición en el Perú, Keiko Fujimori, entró hoy en prisión provisional por tres años, después de que el juez Richardo Concepción Carhuancho considerara que hay suficientes elementos para privarla de la libertad por presuntos lavado de activos y organización criminal.
Tras una lectura de siete horas, Concepción Carhuancho, reconocido por su severidad, hizo suyos los argumentos del fiscal José Domingo Pérez, para quien Fujimori montó una red en su partido, Fuerza Popular (FP), para lavar un millón de dólares que le donó irregularmente la constructora brasileña Odebrecht para la campaña presidencial de 2011.
Según el juez, hay suficientes “indicios razonables” sobre la culpabilidad de la dirigente, a lo que se suma el riesgo de fuga y la posibilidad de que apartir de la fuerza de FP en el Congreso pueda interferir en la acción de la Justicia.
Según Pérez, también conocido por la dureza en su accionar, Fujimori y sus principales allegados montaron la red. Para demostrarlo, el fiscal recurrió a diversos documentos y testimonios, incluido el del parlamentario fujimorista Rolando Reátegui, quien decidió convertirse en “colaborador eficaz”.
Reátegui, quien está en su cuarto periodo como parlamentario de FP y es el principal líder de ese partido en la selva, confirmó la estructura de la red.
Además, la Fiscalía dio a conocer una serie de mensajes de una aplicación en los que se habla explícitamente de acciones contra Pérez y en favor del cuestionado fiscal general Pedro Gonzalo Chávarry, a quien se considera un aliado del fujimorismo.
“(Keiko) era la maquinadora, autora de una estructura de poder para que otros hagan esos delitos. Es decir, era la mujer de escritorio que maquinaba este aparato”, afirmó Concepción Carhuancho.
El magistrado sorprendió en la mañana de hoy al anunciar que dedicaría la jornada a resolver el caso de Fujimori, pues lo que estaba previsto era que esto solo ocurriría cuando se vieran individualmente los casos de las 11 personas para las que se pide prisión preventiva.
Según Concepción Carhuancho, todos estos días de sesiones (seis) eran suficientes para establecer la situación de la líder de derecha radical. El pronunciamiento sobre las otras 10 personas será seguramente la próxima semana.
Dictada la resolución, Fujimori se abrazó con su esposo, Mark Vito Villanella, y salió de la sala escoltada por policías femeninas. Luego fue conducida en un automóvil hasta la carceleta del Instituto Nacional Penitenciario, el cual decidirá si va a una prisión común o a un sitio especialmente adecuado.
“A mi esposa le quiero decir: podrán hacernos sufrir como hoy, pero jamás nos vamos a rendir”, dijo el estadounidense Villanella entre lágrimas tras dejar la sala.
“Lo que vimos hoy es una clara manifestación de parcialidad judicial. No hay sustento alguno (para la prisión preventiva)”, agregó la abogada de Fujimori, Giuliana Loza, quien anunció que apelará la próxima semana.
En el exterior de la sala, grupos fujimoristas y antifujimoristas protagonizaron manifestaciones durante todo el día, pero sin que se presentaran episodios de violencia.
Si Fujimori es hallada culpable podría enfrentar una pena de entre 10 y 13 años según Concepción Carhuancho, o de entre 13 y 16 años, según Pérez.
Texto: Gonzalo Ruiz Tovar y Rosmery Cueva Sáenz / DPA
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