23 noviembre,2018 3:16 pm

Buscando el juicio justo para “El Chapo” Guzmán Loera 

Joaquín Guzmán Loera está acusado de 11 cargos. El principal es el de manejo de una organización criminal. Si en uno, cualquiera, es encontrado culpable, purgará cadena perpetua.
Nueva York, 23 de noviembre de 2018. La prisión de máxima seguridad en la que Joaquín Guzmán Loera (El Chapo Guzmán) ha estado desde su extradición, en enero de 2017, se encuentra en el extremo de Manhattan del famoso Puente de Brooklyn.
El tribunal en el que el capo mexicano es juzgado está en la otra punta de la pasarela, en el barrio neoyorquino que le da nombre.
A lo largo de los 21 meses previos al juicio que acaba de comenzar, el presunto ex jefe del Cártel de Sinaloa ha sido trasladado del Metropolitan Correctional Center a la Corte Federal del Distrito Este para cada una de las vistas preparatorias del proceso que se han celebrado allí.
Ahora, durante el juicio, lo llevan al tribunal al inicio de la semana y lo devuelven a la cárcel los jueves. De lunes a jueves habrá sesiones a lo largo de los entre tres y cuatro meses que se estima que durará el proceso y esas noches las pasará en una celda especial de máxima seguridad que han acondicionado para él en las entrañas de la corte, según medios estadunidenses.
El dispositivo de traslado es impactante: una decena de automóviles, algunos de ellos blindados y con agentes especiales con rifles de asalto, se mueven bajo la vigilancia aérea de un helicóptero y el acompañamiento por carretera de una ambulancia. El puente que une las dos orillas el East River queda cortado.
La defensa de El Chapo se ha venido quejando desde su extradición de una serie de elementos que, asegura, limitan el derecho de su cliente al debido proceso que garantiza la Constitución.
El dispositivo de traslado es uno de ellos porque da imagen de peligrosidad y culpabilidad, aseguran sus abogados. Eduardo Balarezo, uno de ellos, lo define como “un circo”.
Otro de los elementos es el estricto régimen de aislamiento en el que está El Chapo. Por un lado, dicen los letrados, ha dañado su salud mental, complicando su colaboración en su propia defensa: ha sufrido fallos de memoria, falta de concentración, alucinaciones acústicas y dolores de cabeza, sostienen.

Eduardo Balarezo (izq.), uno de los abogados de Joaquín El Chapo Guzmán, y Emma Coronel, esposa del narco. Foto: Sara Barderas / DPA

Por otro, el hecho de que siempre, excepto en la sala del tribunal, haya estado separado de sus abogados por una mampara de cristal ha dificultado la revisión de las más de 340 mil páginas de documentos que ha entregado la fiscalía.
“Como cualquier otra persona, Joaquín merece un juicio justo”, ha repetido a lo largo de meses Balarezo.
La fiscalía argumentó que El Chapo escapó en dos ocasiones de prisiones de alta seguridad en México. Además, añadió, “empleó hombres armados y asesinos en asesinatos, asaltos, secuestros y torturas” contra potenciales testigos.
Los fiscales destacaron además la necesidad de evitar que Guzmán mandara mensajes desde la cárcel que le permitieran señalar objetivos y seguir dirigiendo el cártel y el juez Brian Cogan se puso de su lado a la hora de autorizar las estrictas medidas de aislamiento y seguridad.
El Chapo está acusado de 11 cargos de narcotráfico, conspiración y lavado de dinero. El principal es el de manejo de organización criminal, pero sólo con que sea declarado culpable en uno basta para que tenga que pasar el resto de su vida en una cárcel estadunidense.
Su destino está en manos de un jurado de 12 miembros y las condiciones que se han estipulado para este han sido también un caballo de batalla de la defensa.
El juez Cogan decidió ya a principios de año que el jurado fuera anónimo y estuviera protegido por agentes armados durante los meses que dure el mayor juicio por narcotráfico de la historia reciente de Estados Unidos.
El magistrado se puso aquí también de parte de la fiscalía cuando esgrimió el temor a que el entorno de El Chapo pudiera actuar contra los miembros del jurado.
Se ha lastrado “desmesuradamente” la presunción de inocencia y se ha creado “la extremadamente injusta impresión” ante el jurado de que El Chapo es una persona peligrosa, argumentó sin éxito la defensa.
El jurado fue seleccionado en un largo proceso que comenzó en verano con cuestionarios por escrito a unas mil personas y terminó la semana previa al inicio del juicio oral con la selección de los finalistas en la sala del juez Cogan.
El gran desafío era encontrar a personas que no supieran quién es El Chapo para asegurar su imparcialidad.
Foto: Fotograma cadena Telemundo

Pero sobre el presunto ex jefe del Cártel de Sinaloa, el más importante en la historia de México, se ha escrito mucho. Uno de los reportajes sobre él lleva la firma del famoso actor Sean Penn, que lo entrevistó junto a la actriz mexicana Kate del Castillo cuando se encontraba huido de la Justicia en México tras su segunda fuga de la cárcel, en 2015, a través de un túnel de 1.5 kilómetros de largo cavado bajo la ducha de su celda.
Además están las imágenes que dieron la vuelta al mundo de El Chapo esposado y entre dos agentes al aterrizar extraditado en Nueva York la noche del 19 de enero de 2017. Y está también la serie de televisión coproducida por la plataforma Netflix y Univisión, una cadena de televisión estadunidense en español, a la que da nombre el apodo del narco y que fue estrenada en abril de 2017. A día de hoy, Guzmán no ha sido condenado por un solo delito en Estados Unidos, ¿pero quién no conoce a El Chapo?
Dos mujeres fueron excluidas como posibles miembros del jurado al mostrar su terror a formar parte del mismo durante el proceso de selección.
Otra tuvo un ataque de ansiedad al inicio del juicio y tuvo que ser sustituida el mismo día inaugural. Un hombre nacido en Medellín, cuna del narco colombiano Pablo Escobar Gaviria, fue expulsado cuando pidió un autógrafo de El Chapo durante el proceso de selección. “Soy un poco fan”, dijo.
Y otro había leído la entrada de El Chapo en Wikipedia y fue también descartado. Algunos sabían del encuentro del narco con Sean Penn y Kate del Castillo, que según el gobierno de México fue determinante para la captura de El Chapo.
La mayoría de los 12 integrantes del jurado y seis suplentes, de hecho, admitió saber un poco sobre el presunto ex jefe del Cártel de Sinaloa, si bien no muchos detalles.
Estados Unidos acusa a Guzmán de introducir toneladas de droga en el país al frente de un “imperio criminal” de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Su destino está en manos de un jurado ante el cual la fiscalía expondrá varios asesinatos de los que acusa a El Chapo. Ninguno de los cargos contra él en el juicio es un delito de sangre, pero los fiscales pretenden probar sus liderazgo en el Cártel de Sinaloa presentando crímenes ordenados o cometidos presuntamente por él.
Texto: Sara Barderas / DPA
Foto superior: Archivo El Sur-Cuartoscuro 
Notas relacionadas:
https://suracapulco.mx/2018/11/21/revela-el-rey-zambada-que-garcia-luna-recibio-sobornos-por-6-mdd/
https://suracapulco.mx/2018/11/14/arranca-juicio-de-el-chapo-con-una-bomba-contra-pena/
https://suracapulco.mx/2018/10/31/el-chapo-de-vendedor-de-naranjas-a-cabecilla-de-un-imperio-criminal/