11 junio,2019 6:08 pm

Revelan los recorridos de migración de la raya gigante

Una hembra embarazada cubrió una distancia de 200 kilómetros en 102 días y un total de 400 kilómetros en ida y vuelta.
California, Estados Unidos, 11 de junio de 2019. Científicos de la Marine Megafauna Foundation hicieron el primer estudio fotográfico sobre las rayas marinas Smalleye, las más grandes registradas del planeta cuyo ancho puede llegar a medir hasta 2.22 metros, que permite vislumbrar las largas distancias que recorre esta especie durante su migración.
El estudio revela que algunos individuos de esta especie viajaron cientos de kilómetros a lo largo de la costa de Mozambique, incluida una hembra embarazada, que viajó desde la playa de Tofo hasta el archipiélago de Bazaruto y regresó, recorriendo una distancia de 200 kilómetros en un plazo de 102 días y un total de 400 kilómetros entre la ida y la vuelta.
Esta distancia resultó ser el recorrido en línea recta más largo registrado para cualquier especie de rayas de cola de látigo (familia Dasyatidae). A diferencia de otras rayas las Smalleye, consideradas semipelágicas, son difíciles de ver descansando en el fondo del mar.
El estudio fotográfico fue gracias a las 140 imágenes de esta especie avistada por primera vez en 2004, aportadas por turistas y buceadores en centros de buceo de Mozambique, con las que el equipo ha identificado a 70 inviduos diferentes, incluidos 15 vistos en varias ocasiones en la zona.
Las rayas encontradas estaban especialmente en “estaciones de limpieza” en las que los peces bandera del arrecife y otros pequeños, parecían estar eliminando los parásitos de la piel de las rayas.
La voluntaria de la fundación en Tofo Atlantine Boggio-Pasqua explicó que las rayas Smalleye pueden parecer “intimidantes” a primera vista por las afiladas espinas de su cola, y aseguró que “son muy carismáticas y fáciles de tratar”.
Asimismo destacó que esperan recibir muchas fotografías y videos de científicos ciudadanos en el futuro, para conocer a fondo la preferencia de hábitat de la especie, así como el comportamiento de alimentación y limpieza.
Por otra parte, los biólogos marinos emplearon las imágenes para concluir si las manchas dorsales blancas de esta raya, cuyo nombre científico es Megatrygon microps, se podían usar para distinguir y rastrear individuos durante largos periodos de tiempo.
En este sentido, los patrones de manchas dorsales se mantuvieron sin cambios durante un largo periodo, un hecho que indica que estas marcas son permanentes.
La cofundadora y principal científica de la fundación, Andrea Marshall dijo que el 31 por ciento de los tiburones y rayas marinas en el mundo están en peligro de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, debido, a su juicio, por la “falta de esfuerzo científico e información”.
Agregó que hasta la fecha no ha sido posible evaluar el estado de conservación de las rayas Smalleye y destacó que el estudio es un primer paso importante para comprender el comportamiento de este animal que, a su juicio, también tiene posibilidades de encontrarse en peligro.
Uno de los problemas que pueden amenazar la existencia de esta especie marina es el aumento de las presiones de pesca, la captura selectiva en redes de enmalle costeras y barcos industriales que operan en alta mar, una actividad muy presente en Mozambique.
El doctor Marshall concluyó indicando que aún existen muchas preguntas sobre esta especie, sobre su hábitat, su velocidad de crecimiento o su reproducción, entre otros aspectos, y que dar respuesta a estos vacíos de conocimiento “es esencial” para proteger a las rayas en Mozambique y otra partes del océano Índico.
Texto y foto: Europa Press