28 julio,2019 1:06 pm

Alertan por VIH en adolescentes

 
Ciudad de México, 28 de julio de 2019. Ana y Ulises, de 18 y 17 años, se enteraron que tenían VIH-Sida con la llegada de su bebé Antonia.
“Fue mucha sorpresa (saber el diagnóstico), nunca lo imaginé. Los dos platicamos y ya no miramos hacia atrás; no buscamos culpables. Hablamos, ahora sí que, de aquí para adelante”, aseguró la joven.
Para sobrevivir ella vende quesadillas y su pareja autopartes, y gracias al tratamiento que reciben en la Clínica Condesa Iztapalapa su hija nació libre del virus.
En las clínicas Condesa y Condesa Iztapalapa, un tercio de los nuevos casos se registra en población de entre los 15 y 24 años, y en poco más de 90 por ciento de los expedientes la transmisión fue por vía sexual, alertó Alicia Piñeirúa, experta en la segunda unidad médica.
Tras analizar y comparar los perfiles de los adolescentes con resultado negativo con respecto a quienes resultaron positivos a VIH se detectó que los jóvenes contagiados viven en contextos socieconómicos bajos y marginales, tienen baja escolaridad, trabajan a temprana edad y la mayoría corresponde a hijos de mamás adolescentes.
Suelen tener más parejas sexuales y la mayoría es de varones que tiene relaciones sexuales con otros hombres, en muchos casos 10 o 20 años mayores que ellos, detalló la especialista.
Agregó que un rasgo de su personalidad es la impulsividad y que son consumidores de sustancias.
Ana explicó que gracias a la atención contra el VIH que recibe, por la que toma una pastilla cada 12 horas y otra cada 24 horas que le permitieron tener un nivel indetectable del virus, Antonia nació por parto natural.
“Cuando nació la bebé le mandaron tres medicamentos y los tomó por un mes. Tiene un seguimiento de dos años”, contó.
La joven dijo que cuando tenía ocho meses de embarazo le hicieron una prueba rápida de VIH que salió positiva, diagnóstico que fue confirmado con un examen Elisa en la Clínica Condesa Iztapalapa.
“Luego vine yo porque me mandaron llamar para hacerme la prueba a ver si yo tenía y sí salió positiva”, dijo Ulises.
Los jóvenes se conocieron en San Lorenzo, Tezonco, en Iztapalapa, donde eran vecinos.
Ulises toma tres medicamentos en una dosis de cada 24 horas. Los adolescentes aseguraron que no habían tenido síntomas y sólo sus familiares más cercanos saben que tienen el virus, pues temen el rechazo.
Ana y Ulises son padres adolescentes que tuvieron un tratamiento oportuno de VIH, por lo que pudieron tener una bebé libre del virus.
Las mujeres transexuales y sexoservidoras, consideradas en grupos de alto riesgo, representan el 20 y 40 por ciento, respectivamente, de la población que se atiende por VIH-Sida en las clínicas Condesa y Condesa Iztapalapa.
Natalia, de 25 años, mujer transexual y sexoservidora, a pesar de las precauciones que tomaba por su trabajo, fue abusada por su ex pareja, quien la contagió del virus.
“Fue a la fuerza, como una violación”, contó.
La joven tiene secuelas en el rostro de los golpes que le propinó su ex pareja e incluso debió retirarse los implantes de seno por esta razón.
“Por el VIH tuve que parar mi tratamiento hormonal (para el cambio de género) porque me detectaron VIH. Iba muy bien, pero lo tuve que parar. Los médicos me dijeron que después de seis meses, estando indetectable, puedo volver a iniciar”, contó la joven, paciente en la Clínica Condesa Iztapalapa.
“Mi familia me apoya en todo. Desde los 14 años que le dije abiertamente a mi mamá me apoyó”, dijo.
La joven empezó a trabajar desde esa edad y de esa forma conoció a su ex pareja, quien es heterosexual y tiene hijos.
“Tengo miedo porque suele amenazarme, dice que va acabar con mi familia. No se dedica a nada, últimamente vive en la calle. Se droga. Usa solventes y piedra. Llegó un momento en que prácticamente yo ya trabajaba para solventarle su vicio”, lamentó.
Desde 2010, el número de nuevos casos de VIH se ha mantenido estable en el País, reporta el informe de UNAIDS 2019.
Texto: Natalia Vitela / Agencia Reforma / Foto: Especial