6 diciembre,2019 10:46 am

Presenta el poeta Ernesto Cardenal “Canto a México”

Da lectura Cardenal a un poema dedicado al rey poeta y filósofo Nezahualcóyotl, en la Librería Rosario Castellanos del FCE.

Ciudad de México, 6 de diciembre de 2019. Rubén Darío, recuerda Ernesto Cardenal, enfatizó alguna vez que en la “América nuestra” hubo poetas desde los viejos tiempos de Nezahualcóyotl.

“Y, bueno, Nezahualcóyotl ha influido en mí también”, comparte el poeta y sacerdote nicaragüense de 94 años durante la presentación, anoche en la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE), del poemario Canto a México.

“Tengo poemas influenciados por él en este libro que ahora me ha publicado México”.

Tras esta brevísima introducción, Cardenal se dispone a leer, precisamente, un poema dedicado al rey poeta y filósofo; mas sólo un par de fragmentos, pues, advierte, es muy largo.

“No importa, léelo completo. Es para la historia. Léelo completo”, le revira su colega Marco Antonio Campos, quien lo acompaña en la mesa. Y su parecer no es fortuito. El propio Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, califica el encuentro como un momento de jubilo y de lujo para el sello paraestatal.

Desde varios minutos antes de la hora marcada para la presentación, 19:00 horas, una fila considerable de gente ya aguardaba afuera del auditorio del recinto el arribo de quien es considerado uno de los poetas nicaragüenses más laureados a nivel internacional y uno de los autores vivos más importantes de Latinoamérica, homenajeado apenas el pasado miércoles en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

La llegada del famoso teólogo de la liberación -un catolicismo cuyas bases se sentaron en Solentiname, la comunidad que Cardenal fundara en 1965 en el Lago de Nicaragua- y activo agente de la revolución del Frente Sandinista de Liberación Nacional, se da en silla de ruedas, sobre la cual lo cargan cuatro hombres para alcanzar el escenario.

Ahí, junto a Campos y Taibo II, está también la nonagenaria poeta Dolores Castro, y Cardenal se alista a hojear el reencuentro con México desde la poesía en busca de los versos consagrados a Nezahualcóyotl para darles lectura.

Antes hay lugar para recordar, como hace el director del FCE, que él y Campos crecieron leyendo al nicaragüense cuando eran estudiantes “postsesentayocheros” y tenían un taller de poesía. “Fui uno de los tantos que repetía como una plegaria rota su Oración por Marilyn Monroe”, confiesa Campos.

“Para mí, (Cardenal) fue absolutamente necesario para que yo siguiera escribiendo y dando clases hasta el fin de mis días, yo creo”, sostiene, por su parte, con voz temblorosa y mascullada, Castro, antes de evocar los viajes y encuentros realizados con el ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2012, y de encomiar su labor poética.

“En las palabras de Cardenal”, añade, “hay algo que en toda magnífica poesía hay, y es emoción artística; es capacidad de entrar hasta el fondo en lo que la vida tiene de recordable y que nos hace vibrar en el momento en que él la recuerda y describe, y en el momento en que, bendito sea Dios, podemos leerla y recuperar la emoción”.

El momento llega y el nicaragüense finalmente lee los fragmentos de esa obra en la que está vertido su fervor por México, integrada por variaciones y adaptaciones de la poesía de los antiguos mexicanos, y poemas alumbrados en varias regiones del país, según dice Campos.

“Yo soy macehual, decía Nezahualcóyotl, / y se iba disfrazado a los mercados / para oír las quejas contra el gobierno, / para saber lo que pensaba el pueblo”, enuncia a todo pulmón.

Que se plante maíz y frijol a la orilla de las carreteras para los viajeros y los pobres; que los macehuales no sean oprimidos por los ricos; educación universal obligatoria, y que poetas y artistas exenten impuestos, son mandatos del Rey poeta que Cardenal va leyendo en un tono que poco a poco suena más como arenga.

“¡Que se mantenga el tamaño de los tamales!”, lanza también, con la risa del público como eco. “¡Y así Texcoco fue la ciudad de la belleza!”.

Y luego exclama: “Ven otra vez a presidir junto al lago / la reunión entre flores y cantos de presidentes poetas. / Ponte en tu cabeza / tu corona de flores, / ¡oh, Rey Nezahualcóyotl!”.

La lectura es breve, pero contundente. Y la gente pide otra, pero el poeta prefiere destinar sus últimos minutos a desahogar una larga fila de seguidores en busca de su firma.

“Por los años en que (Cardenal) estudió y vivió aquí, le damos las gracias y lo sentimos como uno de los nuestros, a la vez un forjador de cantos y un tlamatinime. Alguien que pertenece a nuestra hermandad de poetas y que en este libro me responde con flores y cantos”, sentencia Campos, y nadie, ni Rubén Darío ni Nezahualcóyotl, puede rebatirle.

Estamos en la presentación de #CantoaMéxico de #ErnestoCardenal. ¡Todavía llegan!#RepúblicadeLectores @FCEMexico pic.twitter.com/qgPjVsODlT

— Paco Taibo2📝 (@Taibo2) December 6, 2019

Texto: Israel Sánchez / Agencia Reforma / Foto: Twitter