8 febrero,2020 9:52 am

Recupera el escritor Fritz Glockner en su libro “Los años heridos” la memoria de la guerrilla

Escribió “una historia de fantasmas” porque los caídos en la lucha están en el cementerio y “el fantasma del presente se te apersona y te callas, te asustas”, dice el periodista en la presentación de su texto en el Fuerte de San Diego.

Acapulco, Guerrero, 8 de febrero de 2020. El escritor, historiador, periodista y luchador social Fritz Glockner presentó ayer en Acapulco su libro Los años heridos, la historia de la guerrilla en México 1968-1985 (Editorial Planeta, 2019), que entrelaza su vida familiar con una exhaustiva investigación sobre los mecanismos de represión que el Estado mexicano ha usado contra los grupos opositores, yendo desde el control de información hasta la tortura, la desaparición forzada y el asesinato

Ante decenas de personas reunidas en la sala de usos múltiples del Museo Fuerte de San Diego y acompañado por Micaela Cabañas Ayala –hija del profesor y guerrillero Lucio Cabañas Barrientos– y el síndico Javier Solorio Almazán, recordó que fue en una ocasión que acudió en 1974 al Palacio Negro de Lecumberri a ver a su padre, Napoleón Glockner Carreto, quien fue detenido por pertenecer a las Fuerzas de Liberación Nacional, cuando surgió la idea de documentar su historia, que resultó similar a la de decenas de familias en ese tiempo y años más tarde.

Ello, porque poco se supo que estos hombres vueltos guerrilleros tenían la esperanza de cambiar el sistema político mediante la lucha armada, ante la inexistencia de democracia.

Fue evidente la manipulación informativa en la época, impidiendo conocer la verdad, dijo, “una de las prácticas de las guerras de baja intensidad es el control de la información y de la memoria”, señaló.

Así fue como le devolvió la vida a personajes como Lucio Cabañas y su esposa, Isabel Ayala; a Alicia de los Ríos Merino, desaparecida en la Ciudad de México en 1978, o Diego Lucero, ejecutado hace poco más de 35 años en Chihuahua, entre otros, y que tuvieron en común la idea de cambiar al país desde abajo.

“Fue una tortura para mí”, reveló, pues era como construir “el museo del horror” con la información recabada a lo largo de tres décadas y que había que darle una estructura narrativa donde la historia se contara sin generar un libro académico aburrido.

Por ello, al final “toda la intencionalidad narrativa está fijada para construir personajes como fantasmas y no como cadáveres; soy un convencido de que si construyes la historia construyendo fantasmas, el fantasma del presente se te apersona y te callas, te asustas y con los cadáveres no porque sabes que los cadáveres están en el cementerio y nunca te van a asustar.

“Y había que escribir una historia de fantasmas porque el pasado es presente”, reiterando que datos y hechos son totalmente verídicos.

Por ello, subrayó que “todo aquel pueblo que no conoce su pasado está condenado a soñar pesadillas” y destacó el caso de Acapulco, primer lugar en Latinoamérica donde se implementaron los vuelos de la muerte, en los que arrojaban al mar a personas desde aviones militares y donde actuaron en la década de los 60 y 70 varios grupos armados en contra de los regímenes priistas de la época.

Previamente, Micaela Cabañas comentó que el libro honra la memoria de sus padres y que “es una recopilación de todo nuestro ser, de toda nuestra historia y que colaborará a que esa historia persista y no se borre”.

Asimismo, “nos hace recordar que siempre hay personas que quieren el bien común, que tiene ideas e ideales de cambio”.

Por su parte, el síndico Javier Solorio Almazán alabó el trabajo que presenta a una serie de personas que buscaron una alternativa para cambiar al país.

“No solamente lucharon, sino que arriesgaron su vida para cambiar ese sistema”.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Carlos Alberto Carbajal