11 marzo,2020 4:03 am

Liberan a caballos de jalar a calandrias; desde hoy darán servicio con cuatrimotos

Entregan 41 de 57 concesionarios los caballos a autoridades estatales. Los equinos serán enviados a un santuario en Puebla. Los vehículos no tienen la capacidad para remolcar una calandria y no funcionarán, señalan algunos de los conductores

Acapulco, Guerrero, 11 de marzo de 2020. Desde ayer dejaron de circular por la avenida Costera las calandrias jaladas por caballos, luego de la sustitución de los equinos por cuatrimotos que el gobierno del estado entregó en comodato a los concesionarios.

Algunos calandrieros con tristeza entregaron sus caballos a cambio de 10 mil pesos, que fue lo que les ofreció el gobierno estatal; los equinos serán enviados a un santuario en Puebla, Puebla.

Otros concesionarios decidieron quedarse con los animales “porque es un integrante más de mi familia”, además de que consideraron que las cuatrimotos que les entregaron no tienen la capacidad para remolcar la calandria y que no funcionarán.

El 16 de diciembre pasado, los concesionarios de las calandrias aceptaron la sustitución de los caballos por cuatrimotos. Al inicio del año también se acordó que a cambio de los equinos les darían 10 mil pesos a cada propietario que lo entregara para enviarlo a un santuario.

En el estacionamiento del Centro de Convenciones se hizo el cambio de caballos por cuatrimotos. A 41 de los 57 concesionarios les entregaron los nuevos vehículos y la renovación de la concesión, junto con las placas para que puedan circular por la Costera.

El director de la Comisión de Transporte y Vialidad, Miguel Ángel Piña Garibay, explicó que el resto de los concesionarios no tienen caballos, pero sí se les entregará el nuevo vehículo, así como la documentación de la concesión y el pago de la tenencia de este año.

“Afortunadamente los permisionarios accedieron a entregar los caballos. Hace 10 días solicitaron a la dirección el cambio de vehículo motriz por el caballo”, indicó el funcionario estatal.

Explicó que las cuatrimotos se entregaron en comodato a los calandrieros: “no es regaño para que puedan prestar el servicio y tendrán que hacer la sustitución cada año. Se espera que la empresa dé una garantía para el mantenimiento de los vehículos”.

Indicó que no se le pone tarifa fija, pero deben de circular con baja velocidad, que es el atractivo, dijo, de los paseos en calandria, y resaltó que con dicha acción se cumple la Ley de Bienestar Animal.

Las cuatrimotos entregadas son marca Itálika 250, con un costo, de acuerdo con páginas de internet, de 66 mil 500 pesos cadsa una.

Los calandrieros llevaron sus caballos al Centro de Convenciones, y les fueron marcando el número de concesión y los fueron entregando después de recibir los documentos de la cuatrimoto por parte del delegado de Transporte de la zona urbana, Juan Barrios, mientras Piña Garibay firmaba los documentos para la entrega del equino.

Los caballos fueron recibidos por el presidente de la asociación de Cabalgatas Unidas del Estado de Guerrero (CUEG), Alfredo Campos, y trabajadores de su rancho a donde fueron trasladados los animales.

Alazán fue uno de los caballos entregados. Mariano Camacho Galeana, su ex propietario, recordó que se lo dieron durante la administración de Ángel Aguirre Rivero, por lo que desprenderse del equino le causó tristeza después de los años que trabajó con el: “se siente porque está uno impuesto a los animales”.

Indicó que además de los 10 mil pesos por el caballo, les dieron otra cantidad similar para que arreglen la cuatrimoto y que pueda jalar la calandria.

Recordó que los caballos les costaban 250 pesos diarios mantenerlos, y que desconocen si el gobierno los apoyará con el mantenimiento de los nuevos vehículos.

“No lloro porque de plano es de lo más hermoso tener un caballo, vivía más con el caballo que en mi casa”, compartió Magdaleno Librado, quien entregó su caballo de nombre Dálmata, de raza Apalusa, que compró en 17 mil pesos hace 4 años.

Magdaleno sólo dormía dos días en su casa y el resto en el lugar donde tenía al caballo; “él desayuna antes que yo, ahorita ya viene comido”.

Algunos concesionarios manifestaron que aceptaron la sustitución de los caballos por la presión del gobierno estatal que no los dejarían trabajar, aunque no todos los entregaron.

“Es como de mi familia, cómo lo voy a dejar, si la moto va a dar para vivir también va a dar para su alimento”, manifestó el presidente de la Unión de Concesionarios y Permisionarios de Calandrias, Orlando Vallejo Guadarrama.

Fueron cinco los calandrieros que eligieron quedarse con su caballo y otros lo entregaron porque no son concesionarios sino permisionarios, y así poder recibir el dinero que les dieron por cada equino.

“Por mí no lo entrego, pero yo no soy el dueño”, dijo uno de los calandrieros, mientras se despedía del caballo que cuidó por siete años y al parecer sentía la tristeza de cuidador al que le recargaba constantemente la cabeza.

Los caladrieros pidieron que se compruebe que los caballos son enviados al santuario como les aseguraron las autoridades, y que no los sacrificarán.

La animalista Marlene Cañas  explicó que durante cuatro meses se buscó el refugio a donde serán llevados los caballos, el cual es un santuario de nombre Cuacolandia, propiedad de Elena de la Rea, quien será la que se encargue del mantenimiento.

“Van  a pasar sus días y los que resten en descanso, esa es la idea de que estos animales ya no sean explotados más, que sean jubilado sin ningún trabajo”, indicó.

Aseguró que aunque el santuario no es abierto, los propietarios de los animales pueden acudir a visitarlos para verificar que se encuentran en el mismo, sin embargo aclaró que no todos los equinos pueden terminar en cuacolandia.

Explicó que primero se les harán estudios para verificar el estado de salud de todos los caballos, y el que tenga algún padecimiento que ponga en riesgo al resto se les buscará otro sitio donde puedan aceptarlo.

Texto: Mariana Labastida / Foto: Carlos Alberto Carbajal