El empresario Enrique Castro Soto indica que el año próximo va a ser muy complicado por lo que los gobiernos tendrán que establecer políticas públicas que ayuden a las Mipymes
Acapulco, Guerrero, 28 de agosto de 2020. El empresario restaurantero Enrique Castro Soto informó que a un mes de la reapertura de negocios gastronómicos en el puerto, luego del cierre forzado por la pandemia de Covid-19, la situación continúa difícil para el sector.
En charla telefónica, quien además es miembro del colectivo #AsiladosPeroUnidos, que reúne a más de un centenar de negocios de comida, comentó que “ya estamos prácticamente a un mes de la reapertura y fue una reapertura muy complicada para todos, tanto para nosotros como empresarios restauranteros, sobre todo del ramo turístico, como para el gobierno; vimos la presión que tenía tanto el gobierno municipal como el gobierno estatal para reactivar la actividad económica”.
Luego de relatar que para la reapertura hubo que cumplir con muchas nuevas medidas de higiene y seguridad, así como muchas restricciones, aceptó que una de ellas, la de abrir sólo al 30 por ciento de su capacidad, no les permite todavía funcionar con número negros.
De hecho, añadió que “a un mes, cuando ya nos están dando la posibilidad (de abrir) al 40 por ciento, no nos es suficiente todavía”.
“El 75 por ciento de los integrantes del colectivo no está sacando ni los costos de operación sin embargo es importante y necesario darle actividad a nuestros negocios, a nuestro personal” pues adelantó, la reactivación va a tener que ser de manera paulatina.
“Nosotros sabemos que si volvemos al semáforo rojo muchos de nosotros ya no volveríamos a abrir”. Reveló que tras una encuesta, “el 60 por ciento de los integrantes de este colectivo expresaron que no podrían volver a abrir si es que volvemos al semáforo rojo”, por lo que indicó que prefirieron ir despacio y de la mano del gobierno tanto municipal como del estado, reconociendo su decisión para la reapertura de la actividad económica con ciertos protocolos.
En ese sentido, destacó que “nos establecieron una serie de protocolos estrictos, pero nosotros decidimos respetar y sí, para abrir muchos de nosotros nos endeudamos, gastamos nuestros ahorros para volver a abrir, además de (hablar de) otros gastos generados durante cuatro meses en los que no vendimos, pero sí teníamos que estar pagando la renta o la luz”.
“No hay empresa o familia que pueda soportar así; o nos endeudamos o gastamos nuestros ahorros para volver”, puntualizó Castro Soto al tiempo que destacó que para ello “tenemos que cuidar de nuestro personal, así como de nuestros clientes”.
Así, opinó que será cuando se permita operar a los negocios con un 60 por ciento de su capacidad cuando empiecen a tener alguna ganancia y mientras tanto, aceptó que “es importante para nosotros estar trabajando, aunque no nos estén saliendo los costos”.
Lamentó que un 13 por ciento de los integrantes del colectivo no volvieron a abrir; “algunos definitivamente y otros aún están en espera de que las condiciones mejoren”.
Mientras tanto, dijo, “consideramos que tendríamos un ligero repunte en el mes de diciembre, pero será hasta el mes de diciembre ya que en los meses que vienen son complicados (…) y si no hubiéramos iniciado ya con la reapertura, ese repunte se prolongaría mucho más”.
Agregó que “el año próximo va a ser muy complicado por lo que los gobiernos tendrán que establecer políticas públicas apegadas a las Mipymes (micro, pequeña y mediana empresa); tenemos que decir la verdad: no hubo políticas públicas para las Mipymes, reconocemos la atención a grupos vulnerables, a adultos mayores, pero a las Mipymes no”.
Por ello, “sí es importante que el próximo año se puedan establecer políticas públicas que atiendan a las Mipymes a través de créditos, de incentivos fiscales u otros estímulos o prórrogas, cualquier apoyo, y en el caso de Acapulco sumarle una buena promoción turística viendo a la gastronomía como una forma de hacer turismo”.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Foto: Archivo
