18 diciembre,2020 5:06 am

Los diez libros del 2020

USAR esta

Adán Ramírez Serret

 

Quizá uno de los privilegios más grandes sea la posibilidad de compartir un libro. De contagiar el gusto por una novela, un ensayo o un poema que hayan dejado una marca importante, que hayan sido un gran descubrimiento de una voz o de una literatura, o que se haya disfrutado muchísimo leyendo.

Las que acabo de describir, son las razones para los libros que elegí durante este pandémico 2020. Libros que buscan ser un punto de apoyo, un mapa o un respiro en estos días de incertidumbre.

Lydia Davis, Ciento cincuenta cuentos cortos; traducción: Mauricio Montiel; Ciudad de México, Almadía, 2019, 257 páginas

Lydia Davis demuestra en estos microrrelatos que la literatura puede ser contundente en unas cuantas líneas, una cuidadosa planta que hay que regar, podar y querer; para poder transportarla a todos lados y mostrarle al mundo todo lo que cabe en un libro inmenso y compacto. En una serie de relatos pulcros y hermosos como un bonsái. 

Alaíde Ventura Medina, Entre los rotos, Ciudad de México, Random House, 2019, 171 páginas

Alaíde Ventura Medina ha escrito una novela que a pesar de ser profundamente melancólica, deja ver la luz a través de las grietas, la clara sombra de quienes se miran en el espejo y aceptan esa identidad fragmentada, rota para siempre.

Abril Castillo, Tarantela, Ciudad de México, Antílope, 2019, 193 páginas

Es una novela escrita desde la médula, desde un lugar membranoso y sensible con un lenguaje directo, sencillo, pero muy filoso. Abril Castillo decide que no quiere seguir siendo un río envenenado que mate de manera cíclica, sino convertirse en un estanque que acabe con la pesadilla de una tragedia familiar.

Mariana Enríquez, Nuestra parte de noche, Ciudad de México, Anagrama, 2019, 667 páginas

Es una novela escrita sobre La Oscuridad, parece hecha por una especie de médium que habita cada página, involucra a quienes la leen, los toma suavemente del brazo y los lleva hacia su fascinante mundo, en donde conviven la vida y la muerte.

Alessandro Baricco, The game, Ciudad de México, Anagrama, 2019, 331 páginas

Es un autor genial que nos dice ideas sencillísimas que, al menos yo, debo confesar que nunca me había planteado. Reflexiona si acaso no estamos viendo el fenómeno digital al revés, preguntándonos qué clase de seres humanos creará este mundo del internet, sino qué cambio hubo en el cerebro de los seres humanos para que ahora vivamos una vida completamente diferente a los veinte años anteriores.

Tatiana Ţîbuleac, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, Madrid, Impedimenta, 2019, 247 páginas

Sucede en esta novela lo que sólo se ve en las grandes obras: sentimientos encontrados, contradicciones, pensaientos oscuros. No hay temas como la verdad o la justicia. Tan sólo leemos humanos viviendo, y sobre todo sintiendo, experimentando un sufrimiento absoluto. Con frases tan bellas como esta: “Los ojos de mi madre eran mis historias no contadas”.

Ariana Harwicz, Mátate, amor, Ciudad de México, Dharma Books, 2019, 162 páginas

Es una novela que demuestra que ya habitamos otro mundo, que siempre estuvo allí, el de las pesadillas y los malos pensamientos; pero que ya no podemos obviar. En Harwicz la literatura es como un exorcismo. La escritura como un ejercicio liberador, que por momentos, es una hermosa y cruel obra de arte.

Antonio Vázquez, Señales distantes, Ciudad de México, Almadía, 2020, 129 páginas

 Es un conjunto de relatos en donde nos enfrentamos a un México profundo no sólo porque sucede en pequeños pueblos, alejado de las grandes ciudades, sino también porque es posible habitar en estos cuentos las atmósferas que construye la imaginación motivada por el miedo, la culpa y el deseo. En cada relato la trama resuena a través de un lenguaje íntimo y sugiere una historia soterrada, siempre mantenida en silencio. En estos relatos nos estremecemos y somos felices por habitar pesadillas.

Benjamín Labatut, Un verdor terrible, Barcelona, Anagrama, 2020, 141 páginas

Es una especie de divulgación científica e histórica que se vende como una novela y lo es, pues hay personajes e inicio y desarrollo de una trama que termina en el delirio. Labatut tiene un talento excepcional para contar, para reflexionar sobre los seres humanos y la ciencia, y cuando lo hace, de alguna forma entendemos la relatividad y la física cuántica.

 Jesús Silva-Herzog Márquez, Por la tangente, Ciudad de México, Taurus, 2020, 152 páginas

 Por la tangente es una experiencia que cuando se termina de leer, se tiene la impresión de ser más ligero, de cargar con menos dogmas, una prueba que el conocimiento y el ejercicio de pensar, nos hacen menos densos. Montaigne, Alfonso Reyes y Octavio Paz, nos dejan con la agradable sensación de poseer un poco de libertad, aunque sea bajo palabra.