El equipo de Torreón cae 1-0 en la vuelta de semifinales, pero gana 3-1 en el global y enfrentará en el duelo por el título al equipo cementero, que derrotó 1-0 al Pachuca en la otra serie de semifinales
Ciudad de México, 24 de mayo de 2021. Santos llegó con toda justicia a la final del Guardianes 2021, donde enfrentarán al Cruz Azul, luego de manejar el encuentro a la perfección, jugó con la desesperación del rival y mantuvo su propuesta ofensiva.
El gol de Santiago Ormeño ni siquiera inmutó al cuadro lagunero, la ventaja de tres goles que impuso en la ida le alcanzó para manejar la vuelta, sin sobresaltos sin exceso de confianza.
Con un global de 3-1, los pupilos de Guillermo Almada acabaron emocionalmente con los Camoteros, a quienes se le vio nerviosos y ansiosos por encontrar los goles que pudieran ayudarlos a remontar. Sólo que este resultado fue el reflejo de lo que presentaron a lo largo de la liguilla, una escuadra con poca producción y sin la suerte que mostró en la fase de clasificación.
Los mejores momentos del Puebla fueron en la recta final del partido, cuando se lanzó al frente con todo lo que tenía a mano, pero sin el orden y la contundencia necesaria.
Aún así, en la banca santista, el técnico Almada fue un manojo de nervios, se molestó con varios de sus jugadores por no enfriar el balón, por comprometer el esférico en mediocampo.
La desesperación se apoderó de los locales, el esfuerzo físico que hicieron para enfrentar a un equipo que es veloz e intenso, fue monumental.
Los jugadores de La Franja perdieron la cabeza, Amaury Escoto se fue expulsado al 90 entre un conato de bronca que de milagro no pasó a mayores, ya que se le estaba escapando de las manos el juego al árbitro, Fernando Guerrero.
Ahora, dentro de las principales preocupaciones del técnico Almada se encuentra el estado físico de Eduardo Aguirre, quien ayer lució apagado y abandonó el terreno de juego al minuto 75, con un dolor en la ingle, que le estuvo molestando desde que arrancó el segundo tiempo.
El Mudo es el hombre gol del equipo en esta liguilla y sería una baja sensible para el plantel si no logra recuperarse y estar al 100 para la serie por el título ante La Máquina.
Ayer, Santos fue superior en la cancha, trabajó tácticamente bien, y al final encontró el premio a su constancia en esta fase final, donde ha sabido ser más inteligente que sus rivales. Los Guerreros saborean su viaje a la final.
Santos llega en busca de su séptima estrella, y esta será la primera final que disputen de la mano del técnico, Guillermo Almada.
Del equipo que ganó el último título en el Clausura 2018, quedan muy pocos; Jesús Isijara que entraba de relevo, Brian Lozano que sigue en recuperación tras una fractura en la tibia, y el portero, Carlos Acevedo, quien hace tres años era suplente.
Es un equipo totalmente renovado que ha hecho de su casa una fortaleza, y que en esta Liguilla ha sido práctico y contundente.
Eduardo Aguirre, está convertido en un goleador implacable, tiene cinco tantos entre repechaje, cuartos y semifinales.
El único tropiezo que tuvieron en la liguilla fue ante Puebla, pero no les importó porque prácticamente habían liquidado la serie en la ida.
Jugará Cruz Azul séptima final desde el Invierno 97
Por su parte, Cruz Azul no falló a la cita y ya está en la final del Guardianes 2021.
La Máquina superó el sábado pasado 1-0 al Pachuca, en el estadio Azteca, para volver a una serie por el título, la séptima desde su más reciente corona en el Invierno 1997. Perdió las seis anteriores.
Los celestes vuelven a una final desde que disputaron la del Apertura 2018, cayendo ante el América, y ahora enfrentarán a Santos.
El conjunto cementero llegaba con la presión de no repetir el fracaso de la liguilla pasada, cuando lo echaron en semifinales, pese a que había goleado 4-0 en la ida.
Ayer, los celestes venían del 0-0 con el Pachuca, tras el primero de la serie en el Estadio Hidalgo, por lo que a los Tuzos les bastaba un tanto para obligar a Cruz Azul a hacer 2 goles.
Pero los dirigidos por Juan Reynoso movieron los hilos del cotejo, apretaron cuando fue necesario y hallaron el gol hasta el 51’, con un cabezazo de Santiago Giménez.
El hijo de Christian Chaco Giménez apareció con remate de palomita para anidar el balón en las redes, tras un servicio de Luis Romo.
Para entonces, el capitán celeste Jesús Corona ya había tapado un peligroso disparo de Víctor Guzmán, al 48’, y 10 minutos después le puso la mano a un remate a bocajarro de Óscar Murillo.
El tan criticado Corona mostró que tiene todo para seguir siendo el guardián de La Máquina, aunque la directiva aún no le ha renovado contrato.
El conjunto cementero parecía ampliar ventaja con un tanto de Juan Escobar, luego que Giménez había enviado el balón al travesaño, al 59’, pero el remate del canterano celeste fue en fuera de lugar.
Aun así, la Máquina no perdió la calma; también porque el Pachuca ofreció muy poco al ataque, pese a los ingresos de los delanteros Mauro Quiroga y Roberto Nurse.
El club celeste ahuyentó otro fantasma porque salió victorioso por primera vez en una serie de Liguilla ante el Pachuca, que le había ganado la final del Invierno 1999, el primer subcampeonato celeste de Liga en esta sequía de 23 años y medio.
Cruz Azul tiene todo para ir por el título pero deberá exorcizar su mayor demonio: la derrota en final.
Texto: Staff / Agencia Reforma
