4 noviembre,2021 8:49 am

Juez ordena encarcelar a Lozoya por alto riesgo de fuga; ya está preso en el Reclusorio Norte

El ex director de Pemex comparece de manera presencial y revela que se reunió con altos funcionarios del gobierno en 2019 antes de su aprehensión

Ciudad de México, 4 de noviembre de 2021. Un juez federal ordenó encarcelar a Emilio Lozoya, ex director de Pemex, en el Reclusorio Norte al estimar que existe un alto riesgo que pueda darse a la fuga por la alta penalidad de los delitos que se le imputan y para ello cuenta con las redes familiares y los recursos económicos suficientes.

La cárcel para Lozoya Austin ocurre a más de 15 meses de que fue extraditado a México.

Artemio Zúñiga Mendoza, juez de control del centro de justicia penal del Reclusorio Norte, impuso esta tarde la prisión preventiva justificada al ex director de Pemex tras la solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR).

El juzgador advirtió que desde el 28 de julio de 2020, en que vinculó a proceso al ex funcionario, había dejado en claro que este caso reunía las condiciones para imponer la prisión justificada.

El juez consideró que la penalidad de 12 a 35 años de prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho generaban la posibilidad de que pudiera evadirse de la justicia.

Los otros dos elementos que consideró para dejarlo en prisión es que cuenta con redes familiares fuera y dentro del país, ya que su esposa Marielle Helene Eckes vive en Alemania y además cuenta con los recursos económicos suficientes.

“En ningún momento se modificaron las circunstancias iniciales, todos estos elementos daban para una prisión preventiva justificada, eso no se modificó en ningún momento”, puntualizó Zúñiga.

“Subsisten esas circunstancias, las medidas cautelares no implican un derecho adquirido, además de que es necesario precisar que el criterio de oportunidad que negocia el imputado no se ha materializado y existe la posibilidad de evadirse de la justicia, ya que hay una red de ayuda y cuenta con los recursos suficientes, por ello voy a establecer que hay un elevado nivel de cautela y va usted estar en prisión preventiva justificada en el Reclusorio Varonil Norte”.

Durante el debate de la medida cautelar, Miguel Ontiveros y Alejandro Rojas, abogados del imputado, pidieron que como alternativa se le diera a Lozoya la posibilidad de la prisión domiciliaria en lugar de terminar confinado en el Reclusorio Norte, sin embargo, el juez rechazo la solicitud.

Zúñiga Mendoza pidió a la FGR tomar las medidas necesarias para garantizar que Lozoya sea ubicado en una celda separada de la zona en la que se encuentran recluidos personajes como el ex senador Jorge Luis Lavalle Maury, quien se encuentra preso justamente por los testimonios del ex director de Pemex, o de Javier Duarte, a cuyo Gobierno relaciona en sus dichos con los sobornos de Odebrecht en Veracruz.

Antes de emitir su veredicto, el impartidor de justicia hizo una acotación sobre la presencia de Emilio Lozoya en el restaurante Hunan, evento que la Fiscalía empleó para pedir la prisión preventiva porque consideró que era una provocación para las autoridades.

Al respecto, el juez sostuvo que este no era un argumento para modificar la medida cautelar porque no había ninguna prohibición judicial sobre su derecho a la movilidad.

“Quiero dejar en claro que la medida cautelar de la que gozaba no implicaba limitación alguna salvo el hecho de portar un brazalete electrónico, no salir del País, y su presentación periódica ante la autoridad correspondiente. Bajo ninguna circunstancia se le prohibió acudir a algún lugar o a otro, en principio porque se garantiza la presunción de inocencia”, expuso el juez.

“De tal manera de que el señor Lozoya haya acudido o no a un restaurante escapan al análisis de este juzgador y no son motivo para modificar la medida cautelar”.

La audiencia iniciada a las 10:09 horas concluyó a las 15:25 horas en la sala judicial. Al término, toda la prensa fue desalojada del recinto y sólo se quedaron en ella Lozoya, su madre, Gilda Margarita Austin y Solís, y sus dos abogados.

La FGR pidió expresamente la prisión preventiva

La FGR había pedido al juez federal imponerle la prisión preventiva justificada a Emilio Lozoya al estimar que cuenta con los recursos y las redes de ayuda suficientes para evadirse de la justicia.

Cuando el juez federal Artemio Zúñiga había acordado ampliar 30 días el plazo de la investigación complementaria, el fiscal federal Manuel Granados Quiroz pidió modificarle la medida cautelar, manifestando que el ex director de Pemex tiene una cuenta de dos millones de euros en Liechtenstein que podría utilizar para una eventual huida.

Tanto el funcionario de la FGR como el representante de la UIF, Antonio López García, reprocharon al ex funcionario su cena en un restaurante en Las Lomas.

“Su comportamiento es sabido, que se encontraba en un restaurante, no se ajusta al comportamiento de una persona sujeta a proceso penal y, si bien no tiene un impedimento, su presencia en el restaurante es una provocación a las instituciones públicas porque ha sido interpretado por la ciudadanía de que ciertas personas imputadas en casos sensibles pueden obtener unas medidas cautelares y otras no, él tenía la obligación de un comportamiento diverso al que ha venido reflejando”, dijo López.

En tanto, el fiscal federal acusó que Lozoya no ha hecho el mínimo intento ni ha sostenido pláticas para pagar una reparación del daño de 7 millones 385 mil dólares, que es un requisito indispensable para que la FGR pueda negociar un criterio de oportunidad que le permita la inmunidad penal.

“Su actitud ha sido evasiva, grosera (…) no ha manifestado su intención de reparar el daño y no es posible en esas condiciones un criterio de oportunidad, al no reparar el daño, sólo ha logrado que el proceso se haya alargado de manera injustificada, por eso es que estamos ante una necesidad de cautela muy elevada”, señaló Granados.

Durante la audiencia, el ex director de Pemex se mostró a ratos nervioso y a ratos con risas de desdén a los fiscales federales.

Hay hasta medios de comunicación interesados en que no se sepa la verdad, declara el ex funcionario

En la audiencia, Emilio Lozoya afirmó que nunca se dio a la fuga y reveló que, antes y después de que se ordenara su aprehensión en 2019, sostuvo reuniones con altos funcionarios mexicanos para negociar su colaboración con las autoridades.

Antes de que le dictaran la prisión preventiva justificada, el ex director de Pemex tomó la palabra  para negar que ha sido beneficiario de un trato privilegiado durante los 15 meses en que estuvo en libertad provisional.

“Yo no me fugué. Yo vine un 1 de mayo de 2019 y tuve reuniones con altos funcionarios del gobierno de México y me regresé a trabajar como financiero internacional, nunca dejé de ratificar que mi domicilio fue en la calle de Ladera, en Lomas de Bezares. Cuando sacaron la orden de aprehensión yo nunca me evadí de la justicia”, dijo.

“Cuando se ejecutó la orden de aprehensión yo ya tenía la plena intención (de colaborar con las autoridades). Ya estábamos en diálogos con la FGR. Otros abogados me decían ‘estás loco si renuncias al principio de especialidad’ (el candado que obligaba a la FGR a pedirle permiso de España para presentar nuevas acusaciones penales)”.

Con voz grave, el ex funcionario manifestó ser víctima de una persecución en la opinión pública que denominó “asesinato por carácter” de su persona y acusó que existen muchos intereses que pretenden que no se sepa la verdad sobre los sobornos, incluidos medios de comunicación.

En todo momento, Lozoya defendió la legalidad del dinero que la FGR le señala como producto de los sobornos de Odebrecht.

“No me van a encontrar un solo ingreso ilegal, ni antes ni después de que fuera servidor público. Si me pre-sobornaron, salvo que la gente tenga una bola de cristal, yo creo que no hay ángeles que te regalen millones por no haber un trabajo”, dijo en tono irónico.

Al principio y al final de su alocución, el ahora preso en el Reclusorio Norte ratificó la plena colaboración con las autoridades para que se conozcan los hechos que denunció el 11 de agosto de 2020 contra los políticos y legisladores que aprobaron la reforma energética.

Ofrece Lozoya dos casas para reparar el daño por Odebrecht

Emilio Lozoya Austin ofreció dos casas a Petróleos Mexicanos (Pemex) para reparar el daño que le ocasionó a la paraestatal por el caso Odebrecht, a fin de cumplir con uno de los requisitos para obtener el criterio de oportunidad y que se extinga la acción penal en su contra por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y asociación delictuosa que pesan en su contra, destaca Milenio.

Durante la audiencia de este miércoles en el reclusorio Norte, el abogado del ex director de Pemex, Miguel Ontiveros, incluso entregó dos copias de las escrituras de estos inmuebles a los representantes de la FGR, Pemex y UIF.

En su pronunciamiento, el abogado de Emilio Lozoya reveló que todavía se tendrían que realizar avalúos a estos inmuebles; sin embargo, aseguró que eran de un “valor alto” y que superarían el monto señalado por las autoridades.

Pemex considera irreparable el perjuicio cometido

Por su parte, el asesor jurídico de Pemex calificó de irreparable que causó Emilio Lozoya a la paraestatal, al tiempo que aseguró que el ex director de Pemex no ha mostrado intención de reparar el “gravísimo” daño que le ocasionó al Estado mexicano.

“No quieren garantizar la reparación del daño, sólo quieren ganar tiempo para evadir la justicia”, exclamó.

Este argumento fue acompañado por el agente del Ministerio Público de la Federación, así como el asesor jurídico de Pemex y de la UIF.

Esto fue rechazado tanto por Lozoya como por su representante legal  quien incluso mostró correos electrónicos impresos dirigidos, uno de ellos, al actual director de la paraestatal Octavio Romero para buscar concretar una reunión.

Texto: Abel Barajas / Agencia Reforma / Redacción