El ex presidente del IFE afirma que desde Palacio Nacional se impide con descalificaciones un auténtico debate sobre los “enormes problemas nacionales”. Los mexicanos no eligieron a “un sultán”, sino a un presidente, un cargo temporal, con facultades legales “bien definidas”, advierte
Acapulco, Guerrero, 8 de diciembre de 2021. El ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE, hoy INE), e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Woldenberg, dijo que ojalá no haya reforma electoral porque “lo que nos ha anunciado el grupo mayoritario dentro de ambas cámaras (Morena) no es una reforma progresiva sino es una reforma regresiva”.
Explicó que se ha anunciado, aunque no está claro, que le quieren pegar al INE y quieren quitar a los diputados plurinominales cuando son los que “logran que la sobrerrepresentación de la mayoría y la subrepresentación de la minoría no sea extrema, porque si queremos ser representativos deberías de ver que el porcentaje de votos es un porcentaje similar. ¿Qué es lo que pasa con un sistema uninominal? Que una mayoría relativa pueda acabar siendo incluso una mayoría calificada”.
Insistió en que ojalá no haya reformas porque todas, desde 1997 hasta las del 2014 fueron promovidas por la oposición, incluso la primera que fue aprobada por el PRI, realmente “lo que hacía era recuperar lo que se estaba planteando desde la oposición y esta sería la primera reforma que se hace para satisfacer el mal diagnóstico que tiene el presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador)”.
Indicó que de las cosas que cree que se deben modificar es la fiscalización, la cual es ahora totalmente centralizada, y la convierte en una tarea titánica para el INEy debe ser descentralizada.
El INE puede transferir ese trabajo a los institutos locales, pero mientras la ley no obligue a éstos a fiscalizar las campañas locales “seguirán durmiendo en sus laureles. No hay ningún estímulo precisamente para dotarse de recursos materiales, recursos humanos y financieros para echar andar la fiscalización” desde lo local.
Consideró que al INE se le ha sobrecargado de encargos y “hay quien cree que entre más encargos tiene una autoridad es más fuerte, yo no comparto”, pues los encargos pueden desbordar a la institución y en consecuencia debilitarla.
En su conferencia magistral Democracia o Autoritarismo en México que dio de manera virtual en el Noveno Congreso Internacional de Ciencias Política Democracia y Autoritarismo en Tiempos de Pan-demia que organizaron la Asocia-ción Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP) y el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados de la Universidad Autónoma de Guerrero Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-UAG-IMA), el ex consejero dijo que la gran fortaleza del INE es su servicio profesional electoral, pues no se debe olvidar que en las elecciones de 1988 los funcionarios eran temporales y se les relacionaba con presidentes municipales, gobernadores y con la propia Secretaría de Gober-nación.
Indicó que es la columna vertebral del instituto y quienes pensaron el servicio profesional electoral es porque tomaron “al toro por los cuernos y decidieron que para dar garantías de imparcialidad y certeza se requería de un cuerpo de profesionales electorales que estuvieran por encima del litigio político y eso solo se podría lograr con un servicio profesional, es decir, que estos funcionarios entraran por concurso”.
Subrayó que se requería un funcionariado leal a la institución y no a los actores políticos.
El investigador alertó que se esta llegando a una polarización “que no nos ayuda como país. No nos convienen personas acríticamente alienadas a cualquiera de los polos y creo que por desgracia desde la Presidencia de la República se está fomentado un ambiente público donde no hay espacio para el auténtico debate. A qué me refiero: a que cada vez que hay una crítica o una idea alternativa se desecha no con argumentos sino con descalificaciones. Una cosa es escuchar el argumento de alguien con el que no coincide, tratar de entenderlo y descartarlo con evidencias, con argumentos y otra cosa es descalificarlos con supuestas intenciones porque son fifís, porque son la mafia en el poder, porque son conservadores y así no se puede discutir”.
Y pidió que ojalá la sociedad sea capaz de embarnecer su espacio público con diagnósticos, con propuestas de “tal suerte que nos demos cuenta de la profundidad de nuestros problemas porque no habrá soluciones sencillas a los enormes y profundos problemas nacionales” y añadió que no se puede creer que “alguien con su sola voluntad, con una especie de varita mágica, los va a resolver. Eso es una ilusión que al paso de los años va a dejar una estela, creo yo, muy triste”.
En una de las preguntas le dijeron que si se puede considerar que una mayoría aplastante eligió un gobierno autoritario y respondió: “Puede ser gobierno autoritario”.
Indicó que las democracias ahora mueren no por golpes militares, sino se están destruyendo desde dentro y porque “no basta con haber arribado a la presidencia a través de elecciones limpias y transparentes, ese es el caso del mexicano, por eso dije que nuestro presidente es legal, legítimo, pero no es cierto que a este presidente, ni a ningún otro, tenga carta blanca para hacer su capricho”.
“Si la autoridad quiere seguir siendo democrática sus facultades están dadas por la Constitución y la ley (pues) no hemos nombrado un sultán, hemos nombrado un presidente de la República, un cargo temporal, con sus facultades definidas y que no puede hacer su capricho”.
Con ataques a entes electorales gobiernos buscan el control de los procesos: Córdova
En su mensaje virtual durante la inauguración del Noveno Congreso Internacional de Ciencias Política Democracia y Autoritarismo en Tiempos de Pandemia, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, afirmó que las narrativas del fraude, los argumentos de la traición política y los discursos de un supuesto alejamiento de la ciudadanía “son esgrimidos en contra de las autoridades electorales en muchos países del orbe para desvirtuar su función y acotar su desempeño natural como órganos de contrapeso del poder político”.
Buscan “generar condiciones que les permitan a gobiernos y dirigentes expandir su control e influencia en las elecciones. No son nuevos los ataques a las autoridades electorales y la descalificación a su trabajo, lo que sí es nuevo es de dónde provienen esas descalificaciones, es decir, desde los ámbitos gubernamentales y la estridencia de muchos casos que han llevado a tener los órganos electorales de amenaza francas y abiertas en contra de los integrantes de sus órganos de dirección. En algunos casos han llegado incluso a las agresiones”, aseguró.
Durante el Congreso semipresencial que organizó la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP) y el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados de la Universidad Autónoma de Guerrero Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-UAG-IMA), Lorenzo Córdova dijo que se ha reflexionado en torno a los riesgos que enfrenta la democracia y la tarea difícil que los órganos electorales tienen en los tiempos que hoy corren.
“Como todos sabemos la democracia transita a nivel global por un momento complejo. La tercera ola democratizadora en una muy buena parte del mundo en el último tramo del siglo pasado, condujo también a una sobrecarga de expectativa en el sistema democrático en sus instituciones y los resultados de la misma”.
Indicó que a ello se suma una serio de retos sociales y económicos, particularmente muchos derivan de las promesas incumplidas, entre ellos, la abismal desigualdad que nunca antes se había generado tanta riqueza en el mundo, en la historia de la humanidad, pero tampoco nunca antes había habido tanta desigualdad. “La pobreza que fue incrementad en muchos casos por la crisis económica derivada de la crisis sanitaria, la corrupción, la impunidad y la violencia y aunado a ello las incapacidades de las instituciones para solucionar y dar resultados a la sociedad en muchos de sus problemas. Muchas de las políticas públicas que se han generado han resultado abierta y claramente insuficientes, pero es un problema de políticas públicas no adecuadas en los desafíos que enfrentamos, pero quien paga los platos rotos de esa incapacidad, de esa falta de idoneidad en las políticas públicas acaba siendo la credibilidad en el sistema democrático”.
Resaltó que esos congresos son espacios privilegiados de reflexión “en los tiempos que se pretende imponer visiones hegemónicas o pensamiento único. En pensamientos críticos como los representa y lo han representado siempre esos espacios”. Indicó que uno de los desafíos es la pandemia del Covid-19 y en medida de que se entra al tercer año de la misma “es evidente que la democracia y la organización de elecciones en todo el mundo han debido de enfrentar un conjunto de retos considerables. Ninguno de los países estaba suficientemente preparado para enfrentar este enorme reto de los últimos años”.
Indicó que los procesos electorales significan una gran movilización de personas, especialmente, pero no de forma exclusiva en modelos como el mexicano donde pone una extensa participación ciudadana para seleccionar a autoridades además de capacitar a miles de personas para contar los votos el día de la elección.
La pandemia contrajo la actividad económica y redujo los avances contra la pobreza
Otro reto que puso la pandemia tiene que ver con sus efectos y consecuencias económicas porque “más que una crisis pasajera lo que hemos presenciado en los dos últimos años es una fuerte contracción de la actividad económica que si bien este año empezó a mostrar algunos signos de recuperación, hay en muchos países un grave retroceso en los avances que se habían alcanzado hasta ahora para enfrentar las grandes franjas de pobreza que afectan a amplias poblaciones”.
Indicó que en México por fortuna y gracias al dedicado trabajo de millones de personas “logramos que la democracia no fuera una víctima más de la pandemia” y aseguró que el INE diseñó e instrumento protocolos de operación y puso en marcha un grupo estratégico de trabajo que rigió los trabajos del Instituto y eso permitió que la ciudadanía siguiera ejerciendo su derecho político sin poner en riesgo su salud.
Aseguró que el gran desafío global que enfrentan las democracias en la actualidad es el que resulta del “antivalor democrático por excelencia que es la intolerancia. La polarización no es un fenómeno nuevo, las contiendas electorales son los espacios institucionales en donde las distintas posiciones se contraponen y se confrontan de cara a la ciudadanía en pos de su voto, pero en cuando la polarización se adereza de la intolerancia estamos frente a un cóctel explosivo en donde la misma lógica del funcionamiento de la democracia se pone en riesgo”.
“Conflicto y tensión política son parte del juego democrático, pero ello ocurre bajo el manto de la institucionalidad democrática y aceptando la legitimidad del adversario a pensar distinto o poder competir por el poder público con las reglas propias que hemos pactado y que definen el juego democrático”.
Indicó que la polarización sólo divide entre amigos y enemigos lo que constituye el caldo de cultivo para que germine las acciones autoritarias, “y la polarización que actualmente nos aqueja erosiona la tolerancia, valor democrático por excelencia, y el reconocimiento y respeto a las diferencias y atenta en consecuencia contra la pluralidad fundamento esencial de las democracias”.
Finalmente manifestó que espera que en ese Congreso se haga evidente con más fuerza que nunca la importancia de la ciencia, el conocimiento, la pluralidad política para el progreso humano, el desarrollo del país, “y por supuesto, la preservación de nuestra tan difícil conquistada democracia”.
La inauguración se llevó acabo en el auditorio del IIEPA de manera presencial y virtual donde el director de dicha escuela, Marco Antonio Adame Meza dio la bienvenida al Noveno Congreso Internacional de Ciencias Política Democracia y Autoritarismo en Tiempos de Pandemia manifestó que han generado espacios de reflexión y debate entorno a los temas sociales del estado y del país.
Adame Meza dijo que estos tiempos representan muchos retos para la sociedad y este congreso cruza por esos retos donde estará en una modalidad que permite estar presencial, pero también lo permite a la distancia. Añadió que esa nueva modalidad permite trascender más allá de las fronteras.
Por su parte, el secretario general de la UAG, Armando Guzmán Zavala manifestó que la pandemia ha cambiado muchas cosas y dijo que ese congreso representa una gran valía para Guerrero. Indicó que las conferencias magisteriales vendrán a fortalecer el baraje cultural y se podrá tener una idea más consolidada de las cosas y reflexionar sobre muchos temas diversos.
Mientras que la alcaldesa Abelina López Rodríguez reiteró su discurso de que su gobierno va a trabajar con honestidad, austeridad y combatir la corrupción. Según la morenista va a transparentar cuánto gana, así como los regidores, pues no va a ocultar nada.
Luego de la inauguración se dio la conferencia magistral La democracia fatigada en tiempos de pandemia, por el investigador Manuel Alcántara de la Universidad de Salamanca, España.
En el acto de inauguración estuvieron la consejera presidenta del IEPC, Luz Fabiola Matildes Gama; el presidente de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas, Jesús Tovar Mendoza, así como directores de diversas escuelas universitarias.
Texto: Karina Contreras
