16 diciembre,2021 10:12 am

Por violación o incesto, la mayoría de los embarazos infantiles en la Montaña y Centro, denuncian en Chilapa

 

Chilapa, Guerrero, 16 de diciembre de 2021. La mayoría de los embarazos infantiles en la región Centro y Montaña de Guerrero son por violaciones sexuales y por incesto, informó la Casa de la Mujer Indígena (Cami) Zihuachikahuak (Mujer sana, fuerte y valiente).

Este miércoles en el centro de la ciudad la Cami Zihuachikahuak presentó la conferencia Protejamos a las niñas, una iniciativa para avanzar en la erradicación del embarazo infantil.

En la dinámica se inició la integración de un grupo asesor para analizar, armonizar y definir estrategias para la erradicación del trabajo infantil.

A este grupo asesor se integrarán promotoras del Centro Coordinador de Pueblos Indígenas de Chilapa.

La asociación civil de Veracruz Equifonía por la Ciudadanía, Autonomía y Libertad de las Mujeres por medio de su representante, Araceli González, compartió sus experiencias y acompañamiento a víctimas así como estrategias para disminuir ese fenómeno.

Participaron Brígida Chautla, promotora de los derechos de mujeres y niñas en la región; Marina Reyna Aguilar, impulsora de la Alerta de Violencia de Género; así como la defensora de derechos humanos, María Luisa Gárfias.

También Olimpia Jaimes López de Mujeres Guerrerenses por la Democracia, así como representantes de las organizaciones Frente Unido Representativo Emiliano Zapata, Aliadas por la Justicia, entre otras. Asimismo estuvieron presentes parteras tradicionales.

Consultada al término del acto, la coordinadora de la Cami Zihuachikahuak, Isabel Dircio Chautla, informó que la importancia de compartir la experiencia de Veracruz es porque en Guerrero se ha comenzado a visibilizar el embarazo infantil y otras violaciones a los derechos de las mujeres.

Son otros contextos, pero pueden adecuarse en la zona Centro y Montaña para que el problema disminuya, dijo.

Entre las causas, dijo, están la cultura, el desconocimiento de los derechos y de que no existen otras formas de concebir la vida de niñas de 13 a 15 años.

Texto: Luis Daniel Nava