Óscar Ricardo Muñoz Cano
Con nuevos personajes, un cambio de escenografía y un libreto más pulido es como este año se desarrolla la cuarta temporada de la obra de teatro-cabaret Dragstorela en el Centro Cultural Domingo Soler.
Inaugurada la semana pasada, dicha temporada “ha resultado igual de buena que las anteriores”, celebró Edson Castrejón, Phoebe, quien invitó a asistir a las últimas funciones en ella sala Luis Zapata recordando que el aforo es limitado ante las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19.
La historia de esta obra, recordó, toma como base la tradicional anunciación del nacimiento de Jesús por parte de un ángel a un grupo de pastoras que no tienen nada de tradicional, puesto que se trata nada menos de drag queens, actores disfrazados que actúan bajo el estereotipo de una mujer de rasgos exagerados.
Así, Baby Manila, La Woman y Dona Reus se encaminan a ver al Niño Dios mientras se enfrentan al diablo (Miss Phoebe) con ayuda de un ángel (Priscila, La Abeja Reina).
Al estilo del teatro-cabaret, la obra va de un concurso de belleza a un baby shower en medio de batallas de baile y algunos engaños del diablo que busca impedir que dichas pastoras lleguen a su destino.
De la mano de música, canto, chistes así como referencias a la política, temas de actualidad y la interacción con el público es como se completa el trabajo presentado por el colectivo Dragapulco.
Esta cuarta temporada de la Dragstorela inició el pasado 17 de diciembre y continuará el próximo jueves, así como el 2 de enero.
Las funciones son a las 7 de la noche, hay cuota de recuperación y es obligatorio el uso de cubrebocas.
