Anituy Rebolledo Ayerdi
Nuestro cariñosa solidaridad para el amigo periodista Abel Sanromán Ortiz, por la dolorosa pérdida de su querida esposa Margarita Abarca. QEPD.
Familia Rebolledo Zúñiga.
Las coplas de Juan Bartolo
Juan Bartolo Tavira (1847-1924), originario de Corral Falso, municipio de Ajuchitlán, es sin duda el más notable creador de música calentana, sones y gustos cantados y bailados entre siglos en la entidad. Simiente de una orgullosa tradición musical de 150 años abanderada por nietos y bisnietos entre los que se encuentran los hermanos Tavira. Uno de ellos, Ángel, fue ejecutante virtuoso del violín, lo mismo que de la arpa calentana ( ya desaparecida), guitarra panzona y tamborita. Su conjunto musical fue el último célebre en la región.
El violín
Ya octogenario, Ángel Tavira conmueve al mundo con su actuación en la película El violín, cuyo trabajo actoral merecerá el Prix d’Interpretation Masculine de la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cine de Cannes (2006). Al año siguiente recibe el Grand Jury Prize del Festival de Miami a la Mejor Película Iberoamericana, así como diversos reconocimientos en los festivales de cine de San Sebastián, Huelva y Sao Paulo hasta sumar 55 en total. En México recibió tres premios Ariel en 2007 , además de un galardón en el Festival de Morelia. En taquilla , la cinta fue exitosa.
Ópera prima del cineasta Francisco Vargas Quevedo, El volín, musicalizada por Cuauhtémoc Tavira y Armando Rosas, narra la historia del anciano Plutarco, su hijo Genaro y su nieto Lucio, quienes llevan una doble vida. Son músicos campesinos y participan en una guerrilla contra el gobierno mexicano y su “guerra sucia”. Pronto el Ejército tomará la comunidad y los alzados deberán huir abandonando las armas entre los maizales. Sólo se queda Plutarco Hidalgo (Ángel Tavira), cuyos ochenta años lo presentan como un anciano inofensivo, con la consigna de recuperar el armamento. Su plan es seducir con la música de su violín al crudelísimo capitán del Ejército (interpretado por el guerrerense Dagoberto Gama) y lo logra.
Los versos de San Agustín
Es el título de una obra de don Juan Bartolo calificada como genial. En ella describe con buen humor la fiesta de herradero entre animales de la región, misma que termina en un zipizape iniciado por un jején y un coruco. Un fragmento:
Comida muy preferida
que tengo que celebrar
también debo matar
jabalines y zorrillos,
tlacuaches y armadillos
en lugar de puercos gordos
y hacer los tamales sordos.
La tortolita
El compositor es también autor de La tortolita, sin duda el son más popular de la región.
Tortolita de ónde vienes
despavorida y mortal;
señora del campo vengo
de huida de un gavilán.
Una pobre tortolita
le dijo al pájaro Cu:
ya me dejaste solita
malhaya tu ingratitud.
Tan tan
ven y toca la puerta
tan tan
que no te la voy a abrir
tan tan
aquí estoy en alerta
tan tan
déjame dormir.
¿Tortolita por qué lloras
dime quién se te murió?,
si se te murió un amante,
¡no llores, aquí estoy yo!
El gusto federal
Juan Bartolo Tavira, cuya infancia, adolescencia y juventud fueron marcadas por algunas de las más grandes tragedias nacionales –la invasión estadunidense, la última dictadura de Santa Anna, la guerra de Reforma , la intervención francesa y el imperio de Maximiliano–, reacciona ante ellas usando necesariamente su arpa como arma poderosísima. Y, como un acto de resistencia personal, crea El gusto federal:
Viva Dios que es lo primero
dijo la oficialidad
¡muera el príncipe extranjero!,
¡que viva la libertad!
Carlota y Maximiliano
vinieron a estos lugares
formaron bastantes tropas
de bélgicos y australes
pero cruel fue su derrota
por parte del indio Juárez.
Cuando el gran Benito Juárez
sentenció a Maximiliano
el cielo se cubrió de gloria
con tan enorme tributo
al poder republicano.
Bonito San Juan Huetamo
cuando la luna salió
se oyeron los cañonazos
cuando Arteaga se alistó.
Santa Anna dijo en el puerto
cuando ya se iba a embarcar
han dicho lo que no es cierto
ahora acabarán de hablar:
ahí les dejo el gallo muerto
acábenlo de pelar.
(El general José María Arteaga combatía a los franceses en la Tierra Caliente cuando fue apresado y fusilado).
Gustos y sones
En opinión de la musicóloga Yolanda Moreno Rivas, los gustos y sones calentanos derivan de los jarabes antiguos. Tienen los primeros un ritmo lento y hacen uso de la copla de carácter lírico o picaresco, en tanto que el son es más rápido y de carácter bailable.
La copla, como ya se dijo, fue la forma adoptada por los juglares populares para describir la naturaleza, las costumbres, contar la historia y cantar sus pasiones, tragedias, amores y desamores. Como lo hacen en la Costa Chica, los calentanos salpimentan sus versos con referencias picarescas, humorísticas e incluso francamente sicalípticas.
He aquí algunas coplas de Juan Bartolo (los títulos son nuestros)
Catrina
Yo enamoré a una catrina
pensando en el casamiento
y me contestó la indina
a usted ya se le pasó el tiempo
pa’ tocar la golondrina
ya no sirve su instrumento.
Deleites
De los deleites del mundo
ninguna cosa me agrada
le música me entristece
la conversación me enfada
sólo dormir con mi vieja
me gusta de madrugada.
Garza
Te fuiste y me dejaste
como garza en la laguna
con el pescuezo estirado
sin esperanza ninguna
pidiendo al olmo peras
y duraznos a la luna.
La muerte
Este mundo es una rueda
donde vamos por escala
el rico viste de seda
y el pobre de manta rala,
el consuelo que me queda
que la muerte nos iguala.
Olores
Tú eres joven amigo
y por eso has de saber
que el hombre para ser hombre
a tres cosas debe oler,
a tabaco y aguardiente
y a contacto de mujer
Relinchido
Ya los viejos como yo
las fuerzas hemos perdido
el vigor que Dios nos dio
Él mismo lo ha recogido,
solamente nos queda
el pedo y el relinchido.
Quisiera
Quisiera verte y no verte
quisiera hablarte y no hablarte
quisiera encontrarte sola
y quisiera no encontrarte
quisiera besarte ahora
y quisiera no besarte.
Tiros
De mis glorias me separo
ya quedó lejos mi diana
el parque se ha puesto caro
ya no traigo en mi canana,
hoy cuando mucho disparo
un tiro o dos por semana.
Casado
Si me caso con la rica
me dirán interesado;
si me caso con la pobre
seré un tonto enamorado,
para que no haya reproches
prefiero no ser casado.
Perro
Ya de este mundo me alejo
con un temor me demoro
con justa razón me quejo
ya no me adoran ni adoro,
hago lo que el perro viejo:
nomás me lambo y lloro.
Potrancas
Con mis recuerdos me arrullo
y con ellos viviré
cada quien tiene lo suyo
yo desde cuando lo sé,
pero digo con orgullo
buenas potrancas monté.
Ajena
Yo miré pelear un oso
con una hermosa sirena
no hay bocado más sabroso
como la mujer ajena,
así el hombre es goloso
aunque la suya esté buena.
Poder
Me aconsejan que te deje
pero qué mal han pensado
ni la fuerza de Sansón
ni la espada de Santiago
sólo el gran poder de Dios
me apartará de tu lado.
Puertas
Cuatro puertas tiene abiertas
el que no tiene dinero:
el hospital y la cárcel,
la iglesia y el cementerio;
si se cierran esas puertas
le quedan las del infierno
Venado
En este mundo todo es pena
sólo el placer nos encanta
el que duerme en cama ajena
muy temprano se levanta
como venado en la breña
mirando pa’ dónde arranca.
Jarro
Nunca entregues el amor
sin pleno conocimiento
porque después ya no vale
tener arrepentimiento,
una vez quebrado el jarro
no se le solda el asiento.
Ciego
Era casi a medianoche
con la plena luz del día
un ciego estaba escribiendo
lo que el mudo le decía,
un sordo estaba escuchando
pa’ contarlo al otro día.
Despedida
Adiós porque no es la mía
la vida es otro poder
yo ya estoy de despedida
adiós para no volver,
astro de la luz del día
jamás te volveré a ver.
Estos últimos versos, según versión familiar, fueron dictados por Juan Bartolo en su lecho de moribundo.