9 julio,2022 4:27 am

El homenaje será para los soldados rasos de la guerra sucia que murieron: AMLO

No se pretende hacer un reconocimiento a los jefes militares de esa “guerra injusta, absurda e inhumana”, dice el presidente. Fueron malinterpretadas las palabras del secretario Luis Cresencio Sandoval, afirma. “Es muy dolorosa la reconciliación, pero hay que buscarla”, plantea. Llega a Chilpancingo caravana nacional por la paz de católicos

Ciudad de México y Chilpancingo, Guerrero, 9 de julio de 2022. El presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que no se rendirá homenaje a los jefes militares que ordenaron la represión a campesinos en la época de la guerra sucia de 1965 a 1990, sino a los soldados rasos que murieron en esa guerra que calificó como absurda, injusta, inhumana.

En la conferencia de prensa matutina al mandatario se le cuestionó sobre si él había autorizado un homenaje a los militares que cayeron en el cumplimiento de su deber en el periodo mencionado, como lo dijo el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, en el acto con familiares y víctimas en el Campo Militar Número Uno el 22 de junio.

También se le comentó que tras lo manifestado por el secretario, colectivos de familiares y víctimas de la guerra sucia han mostrado rechazo e indignación, y exigen que no se rinda homenaje a los militares que estuvieron involucrados.

El presidente dijo que desde su punto de vista es tiempo de la “reconciliación” y destacó que el pasado 22 de junio se realizó un evento para anunciar que se abrirán los archivos relacionados. Fue en ese mismo evento cuando Sandoval afirmó que habría un homenaje, y el mandatario indicó que las palabras del secretario fueron malinterpretadas.

“Entonces, o se malinterpretó, no se explicó bien, pero ni modo que se le hiciera homenajes a los jefes militares que llevaron a cabo estas masacres o estos actos de represión. Eso fue lo que se planteó básicamente”, respondió López Obrador.

En seguida las declaraciones del presidente:

“Yo lo que considero que es el momento de la… es el tiempo de la reconciliación. Ya se ha avanzado, el que los familiares de las víctimas de la guerra sucia participaran en este acto, el que se abriera el Campo Militar Número Uno, pero no sólo eso, que se abran todos los archivos, que se inicie una investigación, es un avance importantísimo.

“Acerca de las intervenciones, pues hubo con toda libertad expresiones en su mayoría condenatorias de la represión y del autoritarismo, pero también el general Sandoval habló de quienes, en cumplimiento de su responsabilidad, para no decir de su deber, reciben órdenes y también perdieron la vida, fueron asesinados.

“No está hablando de los que operaron esas represiones, sino de soldados del pueblo que perdieron la vida, a eso se refirió. Y sí, eso me lo consultó y yo dije que sí, porque hablamos de los soldados. Hasta dijimos: esto no incluye a personalidades o a oficiales que ya sabemos, le dije, y dice: ‘No, claro que no’, porque él es una gente sensible.

“Entonces, o se malinterpretó, no se explicó bien, pero ni modo que se le hiciera homenaje a los jefes militares que llevaron a cabo estas masacres o estos actos de represión. Eso fue lo que se planteó básicamente”.

–Pero las familias dicen que primero se garantice justicia –cuestionó la reportera.

–Sí, sí.

–O sea, primero hay que avanzar en la justicia y después en los homenajes, presidente.

–Sí, pero se está avanzando y se va a avanzar más.

“Y no hay ningún problema para que se detenga toda la investigación, pero esa fue la observación que él (el secretario Sandoval) hizo, y sí me lo consultó.

–¿Cuándo se va a hacer este homenaje, presidente, o este acto?

–No, no, no, es ningún homenaje, no es ningún homenaje, es poner los nombres de soldados, campesinos que murieron en esa guerra ordenada por las autoridades civiles.

–Pero las familias decían que primero había que empezar por el esclarecimiento y después lo demás.

–Sí, sí, sí, incluso se puede hasta posponer. Posponer me refiero a que, como tú lo planteas, se haga primero todo lo que tiene que ver con la investigación sobre la guerra sucia y luego se pone a consideración eso.

“Yo sé, es muy duro, muy difícil el que se acepte el perdón. Yo lo he dicho muchas veces, cuando se dice: ‘Ni perdón, ni olvido’, yo digo: perdón sí, olvido no”.

–¿No vuelve esto más doloroso el proceso de conciliación, presidente?

–Es muy dolorosa la reconciliación, pero hay que buscarla, y parte de la reconciliación es hablar sobre esos temas.

“Yo fui espiado por Nazar Haro, quienes participaron en la guerra sucia, en el periodo que se está investigando, tengo mi expediente. Y ya, ni modo que vaya yo a pedir que se le haga un homenaje o un reconocimiento a Nazar Haro. Con todo respeto, pues, también, por sus familiares, porque ¿qué culpa tienen sus familiares?, que esa es otra cuestión. Es muy fuerte todo esto, pero se tiene que conocer toda la verdad.

“Lo mismo en el caso de Ayotzinapa, que vamos avanzando, se tiene que conocer toda la verdad, son nuestros compromisos.

“Y yo le digo, reconozco la lealtad del general Sandoval, porque di la instrucción, se abre el campo militar, todos los archivos, y no hubo ninguna resistencia. Y hasta me sorprendió cuando me informó Alejandro Encinas de que se iba a hacer el acto y pregunté: ¿Ya están de acuerdo en la Defensa?, ¿lo hablaron con el general Sandoval? ‘Sí, ya llegamos al acuerdo de hacerlo y no hay ningún inconveniente’. Y no hay simulación, ¿eh? No se va a esconder ninguna información.

“Entonces cuando iba a ser su discurso, me lo mandó y me mandó a preguntar eso, dije: Sí, sí.

“Pero esa es la explicación, hablando de los soldados que perdieron la vida también en esa guerra ordenada por jefes militares y desde luego por autoridades civiles, soldados.

“Ah, si ese párrafo les pareció ofensivo, lo analizamos y se termina toda la investigación. Y vamos a discutirlo, porque ¿de dónde son soldados?, pues de Guerrero, de Oaxaca, de Chiapas, es pueblo uniformado, con familia, que también los perdieron a ellos.

“Entonces, es un proceso de reconciliación”.

–¿Van a revisar entonces esta decisión, presidente?–preguntó la reportera.

–Sí se puede, revisarla, y no creo que haya ningún problema por parte de la Secretaría de la Defensa en hacerlo, pero no descartar la posibilidad de reconocer que soldados, pueblo raso, también fue sacrificado, perdió la vida en esa guerra sucia, absurda, injusta, inhumana.

El 22 de junio pasado se llevó a cabo la ceremonia de inicio de actividades de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de los Hechos Ocurridos entre 1965 y 1990 con familiares y víctimas y la Secretaría de la Defensa Nacional en el Campo Militar Número Uno en Naucalpan, Estado de México.

En ese acto cuando el general secretario finalizó su discurso, expresó: “(…) con orgullo les expreso que el propio mandatario autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas, que se ubica en la Plaza del Servicio a la Patria, como un tributo y un sentido homenaje a los soldados que cumplieron con su deber aún a costa de su vida”.

Los abrazos no alcanzan para arropar a tantas víctimas de la violencia, dice sacerdote a caravana en la capital

“Los abrazos ya no nos alcanzan para arropar a tantas víctimas de la violencia”, reprochó ayer el director del Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello (Centro Minerva Bello), el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, a los integrantes de la Caravana por la Paz que recorre los estados más violentos del país.

Y luego agregó: “Esperamos que esta caravana, con su luz, que está recorriendo todo el país y que hoy vino a visitarnos pueda consolar a nuestros enfermos, a nuestras víctimas de la violencia en este estado”.

Los integrantes de la caravana, encabezada por la congregación María Visión llegaron la mañana de ayer a Chilpancingo y fue recibida por familiares de víctimas de la violencia del colectivo Familiares en Búsqueda de sus Desaparecidos María Herrera, y del Centro Minerva Bello.

Sus integrantes recorren los estados más violentos del país desde el 24 de junio que partió del Cerro del Cubilete, Guanajuato, “para llevar a todo México un mensaje de paz y el amor del Sagrado Corazón de Jesús”, tras el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas, Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, en Cerocahui, Chihuahua.

El jueves, la caravana recorrió las cabeceras municipales de Taxco, Tlacotepec y Zumpango y la mañana de ayer llegó a Chilpancingo; fue recibida en el hospital General Raymundo Abarca Alarcón, ubicado en Tierra Prietas, al norte de la ciudad, por un grupo de víctimas de desapariciones y homicidios encabezado por Gema Antúnez, del Colectivo de Familias en Búsqueda de sus Desaparecidos María Herrera, y por el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio del Centro Minerva Bello.

En la recepción, Velazquez Florencio pidió que ojalá la luz de la antorcha que porta la Caravana por la Paz sirva para traer un poco de paz al estado y consuelo para las víctimas de la violencia.

“Vamos a mandar este mensaje a las instituciones de que nuestra lucha siempre va a ser pacífica, aunque quieran malinterpretar nuestras acciones de justicia, pero la verdad siempre va a prevalecer y vamos a estar como iglesia, como lo hemos estado desde hace muchos años, acompañando a todos los que sufren, en especial a los más vulnerables.

Agregó que el Papa Francisco “nos ha pedido que vayamos a las periferias, y ésta son las periferias, el sufrimiento de las víctimas de violencia”.

En declaraciones a los medios de comunicación, el prelado dijo que con esta Caravana se busca orar por la paz y exigir justicia; pero exigió que el Estado también debe ayudar a contener esta violencia; “sabemos que la paz no va a ser fácil porque el Estado sólo busca utilizar la fuerza como estrategia.

Añadió que en la presidencia de la República hay un mensaje de reconciliación y de no violencia, pero que es ambiguo, “y lo que queremos es un modelo que sea eficaz y homologado en Guerrero, de acuerdo con las circunstancias de cada uno de los pueblos”, pidió.

Recomendó que en este modelo se incluya a todas las iglesias de cualquier denominación porque en las iglesias, “tenemos un don muy importante para la concientización de las personas, y aquí donde pasan durante los catecismos y por los templos los futuros sicarios, los líderes de los carteles, inclusive los que van a ser los políticos corruptos”.

Opinó que resolver el problema de la violencia es un trabajo de todos, pero que el gobierno no está coordinando bien; “nosotros queremos acercarles a las víctimas y la respuesta del Estado ha sido criminalizarnos”.

Puso como ejemplo su caso luego de que está amenazado por la Fiscalía General del Estado de integrarle una carpeta de investigación por el bloqueo a la Autopista del Sol, en el Parador del Marqués, hace dos semanas.

“La acusación fue directa hacia mi persona, como organizador, como alguien que genera violencia y yo creo que eso no ayuda al estado para que podamos construir la paz, si cuando nos acercamos a dialogar, son amenazas las que recibimos”, expuso.

Para Velazquez Florencio su caso no es un hecho aislado, “sabemos lo que está sucediendo con el padre Marcelo Pérez, de Chiapas, contra quien ya existen órdenes de aprehensión”.

Opinó en este sexenio no se persigue a los defensores, como en otros sexenios, que se procedía con amenazas y con represión, pero agregó que ahora son más sutiles, utilizan la propia justicia y es lo que está pasando, “nos están amenazando con denuncias, con carpetas de investigación, con órdenes de aprehensión y es como una advertencia de lo que nos puede pasar”.

Aclaró que no es la primera vez que se manifiestan para reclamar justicia y que hay testimonios de que desde hace cuatro años, en su caso, está alzando la voz y no ha callado, “entonces no es en contra de este partido ni en contra de este régimen, es en contra de la ineficacia de las instituciones”.

Después, el cura y activista, defensor de los derechos humanos ofició una misa en la capellanía de Nuestro Señor de la Salud de la Casa del Peregrino.

Después, la caravana partiría rumbo al municipio de Chilapa, pero no se precisó qué comunidades visitaría por la propia secrecía con que se manejan ante la violencia.

Texto: Juan Luis Altamirano Uruñuela y Zacarías Cervantes / Foto: Cuartoscuro