18 octubre,2022 9:09 am

Sedena sabía lo que pasaba en la Tarahumara y no actuó: jesuitas

En un comunicado, la Compañía de Jesús condenó que la inteligencia militar no se haya concentrado en localizar al perpetrador de los asesinatos de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos y sí en monitorear los pronunciamientos públicos de los sacerdotes.

Ciudad de México, 18 de octubre de 2022. La Compañía de Jesús en México expresó su indignación tras la publicación de un reportaje en el diario español El País que revela que las Fuerzas Armadas conocían desde al menos dos años antes del asesinato de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos prácticamente todo sobre el imperio criminal de José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, el principal sospechoso de los homicidios.

La información procede de los miles de documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por parte del grupo de ciberactivistas llamado Guacamaya.

En un comunicado publicado por este lunes, la congregación respaldó también el trabajo que por casi 34 años ha realizado el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro (Prodh) y rechazó que en los documentos castrenses hackeados se les clasifique como grupo de presión.

“Lamentamos que las declaraciones públicas de los integrantes del Centro sean objeto de monitoreo intensivo, lo mismo que las declaraciones de las víctimas a las que acompañan. Recordamos que el trabajo civil de defensa de derechos humanos y el acompañamiento a víctimas es fundamental para la consolidación del Estado de Derecho y la Democracia en nuestro país”, señala el comunicado de los jesuitas.

El pronunciamiento destaca la indignación de la Compañía de Jesús por el contenido de los documentos militares relacionados con el caso de Cerocahui que se han hecho públicos.

“De acuerdo con la información difundida en medios, estos indicarían que el Estado mexicano identificó, con antelación, las actividades delictivas en la sierra Tarahumara de quien a la postre perpetraría el homicidio de nuestros hermanos Joaquín Mora y Javier Campos, mismo que a más de cien días sigue impune. De haberse actuado en consecuencia, la tragedia probablemente se hubiera evitado”, reprocha la congregación.

Asimismo los jesuitas expresaron su preocupación porque en los documentos militares emitidos en los días posteriores a los sucesos “se especifican instrucciones para monitorear las declaraciones públicas de las autoridades eclesiásticas presentes en la zona, con el fin de evaluar si eran críticas contra el actual gobierno”, señalan.

“Es muy grave y preocupante que la inteligencia militar no se haya concentrado en localizar al perpetrador de los asesinatos, hasta hoy prófugo, y sí en monitorear los pronunciamientos públicos de los sacerdotes”, indicó la Compañía de Jesús.

“Los jesuitas en México seguiremos exigiendo paz y justicia. Damos testimonio de la labor legitima de nuestra obra social, Centro Prodh, quien ha contribuido – como invita al Papa Francisco –‘con coraje y determinación’ en la defensa, promoción y difusión de los derechos humanos”.

“Continuaremos haciendo oír nuestra voz, siempre tan respetuosa como firme, para impulsar la reconciliación del país”, concluye el comunicado.

Texto: Redacción