Con un doblete de Romario Ibarra y anotaciones de Gustavo Cabral, Mauricio Isais y Nicolás Ibáñez, los Tuzos se imponen con autoridad en el juego de ida de la final y todo apunta a que ganarán el séptimo campeonato de su historia. Por los Diablos Rojos descuenta Jordan Sierra y Leo Fernández falla un penalti en tiempo de compensación
Toluca, Edomex, 28 de octubre de 2022. Pachuca, con la autoridad de un verdadero aspirante, ya acaricia el título del Apertura 2022.
Los Tuzos no tuvieron ningún tipo de piedad en en el Estado Nemesio Diez, donde vencieron 5-1 en la ida de la Final a unos Diablos Rojos que quedaron al borde del nocaut.
Tal vez el equipo hidalguense llegaba como favorito por su mejor posición en la Tabla y por la contundencia con la que avanzó en la semifinal, pero nadie esperaba que le pasara por encima a un equipo que venía con la confianza al máximo tras dejar en el camino al líder, América.
El doblete de Romario Ibarra (8’ y 36’) y los tantos firmados por Gustavo Cabral (12’), Mauricio Isais (41’) y Nicolás Ibáñez (53’) ponen a Pachuca muy cerca de su séptimo título de Liga.
En la previa, los jugadores escarlatas aseguraron que la final no se parecería en nada a aquel duelo de la fase regular en el que los Tuzos los golearon. Y no se equivocaron, sólo que incluso fue peor.
Guillermo Almada le ganó la partida a Ignacio Ambriz, que no supo cómo hacer reaccionar a sus futbolistas. Los escarlatas se olvidaron de todas aquellas virtudes con las que ligaron ocho partidos sin perder. Fue el peor momento para despedirse de esa racha.
Mientras Pachuca aprovechó cada espacio y las desatenciones de la zaga rival, Toluca no hilaba pases y confundía las marcas.
Así ocurrió cuando Ibarra le ganó en velocidad a Claudio Baeza para abrir el marcador; cuando Cabral entró solo para desviar el tiro libre de Víctor Guzmán, o cuando, de nueva cuenta, Romario partió a la defensa en dos.
Lo mismo cuando Isais remató sin marca en un tiro de esquina, o cuando Ibáñez apareció en el área para conectar un remate de media vuelta.
Si los Diablos no estaban suficientemente golpeados, todavía Óscar Ustari le atajó un penal a Leonardo Fernández.
Al 77’, Jordan Sierra marcó el gol que deja prendida la última llama de esperanza de unos Diablos Rojos que requieren de una noche heroica el próximo domingo.
Hoy, la séptima del Pachuca está a tiro de piedra, mientras la onceava del Toluca se aleja.
Le gana la partida Almada a Ambriz
Guillermo Almada ya tenía a sus Tuzos goleando al Toluca y no dejaba de gritarle a sus dirigidos.
El técnico uruguayo supo exorcizar al Diablo y le ganó la partida a su homólogo Ignacio Ambriz, quien apostó de arranque por dos delanteros y lo pagó caro porque nunca tuvo el balón en el primer tiempo.
A Ambriz de nada le sirvió tener al frente a Camilo Sanvezzo y a Carlos González porque el esférico no les llegaba.
Pero mientras Ambriz intentaba que el ánimo de sus escarlatas no decayera con cada mazazo del Pachuca, Almada hacía corajes al ver cómo alguno de sus dirigidos perdía el balón en lugar de cederlo fácil.
Con el 5-0 en el marcador, Ambriz de plano miró al cielo como pidiendo una explicación mientras Almada apenas festejaba, dejando que la alegría se desbordara en la cancha son sus jugadores.
Iba de un lado a otro, con el cubrebocas en la mano, pero nunca perdió la humildad pese a la goleada que tenía en el bolsillo. Eso sí, no dudó en darle descanso a algunos de los suyos con la ventaja en el marcador.
Ambriz, desesperado, terminó reclamando hasta una mano en el área en compensación lo que no acostumbra pero sabía que su Toluca buscaba uno más para no ir tan apagado a la vuelta el domingo en el Hidalgo.
Bien dijo Almada que no se suicidaría si pierde esta Final, pero al menos en el área técnica fue más demonio que el propio Ambriz.
Texto: Abimael Chimal / Agencia Reforma
