8 enero,2023 9:14 am

‘Tardaron en sacarnos’

Samuel Luna, Bernardo Uribe y Jesús Soso

Agencia Reforma

Ciudad de México, 7 enero 2023. “Sí me tocó el madrazo, carnal. Me asusté gacho, pero gracias a Dios estoy bien. Ya ando esperando que me digan qué onda”, decía por teléfono Edgar Montiel, uno de los usuarios que viajaba en uno de los convoyes que chocaron este sábado, donde falleció una joven de 28 años.

Édgar hace tres horas desde su casa, en Recursos Hidráulicos en Ecatepec, hasta su trabajo en Iztapalapa.

Es un usuario más de la Línea 3 del Metro, desde la estación Indios Verdes hasta Guerrero. Aunque las anomalías son recurrentes en el servicio, como puertas abiertas al andar el convoy, humo y cortos, usa esta ruta por ser más rápida.

Ayer, abordó el convoy en el penúltimo vagón ocupando el asiento individual que está al inicio de este.

Recordó que salieron de la estación Potrero hacia La Raza, fue en el túnel que se detuvo el convoy. Posteriormente, sintió un fuerte zangoloteo que lo botó de su lugar.

“Afortunadamente, estoy bien, no como otros que quedaron prensados. Por el golpe me lastimé el brazo y la pierna izquierda.

“Tardaron en sacarnos del vagón como unos 30 minutos o más. Luego caminamos por las vías y me atendieron en el anden, ahí me vendaron el brazo y ya me salí. No me trasladaron porque no era grave y lo entendí, porque habían más graves”, explicó Edgar Montiel, de 28 años.

En un video que filmó con su celular, una vez que se pudo incorporar, mostró cómo parte de la estructura del vagón se había doblado hacia su lugar.

También, se percibía el nerviosismo en los demás usuarios que, como él, no sabían qué había sucedido exactamente.

“Se aplastó toda esa madre, todo el tablero. Yo venía ahí (en el asiento), antes no me cayó todo encima”, narró en el video que mostró a REFORMA.

María Luisa fue una de las lesionadas que esperó más de hora y media sobre la banqueta a lado de una ambulancia, con la cabeza reposada en una mochila, para poder ser llevada a un hospital.

Aunque salió caminando de las vías y pudo subir al anden, a medio camino no pudo más.

Un fuerte dolor en la cadera y piernas la inmovilizaron, por lo que salió con ayuda de policías y personas que la cargaron hasta el exterior. Ella viajaba en el convoy que chocó contra el otro en el túnel, con dirección hacia Universidad.

Araceli fue otra de las usuarias lesionadas. Viajaba sola en el vagón de hasta adelante cuando su tren impactó con otro y, entonces, todo se oscureció.

“Como yo venía hablando por el teléfono, nada más escuché el impacto, ya de ahí no supe nada, todo se puso feo”, comentó temblando.

Araceli aseguró no recordar nada del accidente, ni cómo salió de la estación ni lo que le dijo el personal médico sobre sus heridas.

“Todo estaba oscuro cuando empecé a sangrar, pero no sabía por qué”, dijo.

Y con tal de encontrar a su tía, Marisol Valdez burló parte de la seguridad e ingresó a la zona del accidente a través de la Línea 5 del Metro.

Ana María Castillo, de 53 años, se comunicó por medio de otra persona a su trabajo para informar de lo ocurrido y por eso lograron ubicarla.

“Ella Iba al trabajo, de Indios Verdes a Universidad, iba  a recorrer toda la línea. Desde su teléfono celular, una señorita respondió al teléfono y dijo que mi tía estaba desorientada”, contó Marisol.