Ciudad de México, 17 de noviembre de 2017. Pedro Infante (1917-1957) fue uno de los principales íconos de la llamada Época de Oro del cine mexicano, que coincidió en parte con la Segunda Guerra Mundial. A continuación, algunas claves sobre ese periodo:
¿Qué fue la Época de Oro?
Fue una etapa de esplendor de la industria cinematográfica mexicana que duró unas dos décadas a partir de 1936, con un boom de producción y grandes estrellas. La llegada del cine sonoro a México impulsó las producciones locales y propició el surgimiento de importantes estudios cinematográficos, entre ellos Churubusco, Tepeyac y Azteca.
¿Qué marca el comienzo y fin de la época?
La primera gran película de esta era fue la comedia ranchera romántica “Allá en el rancho grande” (1936), dirigida por Fernando de Fuentes y protagonizada por Tito Guízar y Esther Fernández. No existe una fecha exacta del ocaso. Sin embargo, la muerte de Pedro Infante en 1957 se considera simbólicamente también el fin de una época.
¿Cuáles fueron las grandes figuras?
Algunas de las actrices más famosas son María Félix, que combinaba belleza y temperamento, Dolores del Río, Columba Domínguez, Silvia Derbez, Yolanda Montes “Tongolele”, Marga López, Libertad Lamarque y Katy Jurado.
Entre los hombres figuran Pedro Infante, Jorge Negrete, Arturo de Córdova, Ignacio López Tarso, Luis Aguilar, Mario Moreno Reyes “Cantinflas”, Germán Valdés “Tin Tan”, Pedro Armendáriz y la dinastía de los hermanos Soler.
También hubo grandes directores y cinefotógrafos que hicieron historia, como Ismael Rodríguez, Gabriel Figueroa, Fernando de Fuentes, Roberto Galvadón, Miguel Delgado y Juan Orol, y el cine mexicano recibió premios internacionales.
¿México era el Hollywood latinoamericano?
En cierta forma sí porque se convirtió en el mayor productor de cine y de estrellas en la región e incluso atrajo a actores de otros países. En 1921 la industria cinematográfica mexicana producía 22 películas, mientras que para 1950 la producción era de 124 películas, de acuerdo con el investigador Emilio García Riera.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) muchas de las películas de Hollywood se enfocaron en sensibilizar sobre el conflicto y eso ayudó también a las películas mexicanas, que tenían una temática más variada y que trascendieron las fronteras de México.
¿Cuáles eran los temas?
Había desde comedias y melodramas costumbristas, con machos de bigote y mujeres hermosas, a musicales con bailarinas rumberas y cine negro policiaco. Muchas películas mostraban paisajes rurales idealizados y los diálogos se alternaban con la música ranchera de grandes actores que también cantaban como Infante y Negrete.
Con datos del investigador Peter Standish, entre 1937 y 1939 la mitad de las películas hechas en México fueron comedias rancheras, mientras que en la década de 1940 se desarrollaron otros géneros como la farsa y subgéneros del melodrama, como el cine de arrabal en un ambiente urbano con gente humilde y el “cine de ficheras” en burdeles.
¿Qué provocó el fin de la época?
La llegada de la televisión a México en 1950 y su rápida penetración afectó al cine. Además, después de la Segunda Guerra Mundial se revitalizó el cine estadounidense, que contaba con mejores recursos técnicos, y resurgió la producción en Europa con corrientes como la Nueva Ola en Francia. El cine mexicano continuó fuerte unos años más, pero luego empezó a perder calidad y originalidad.
Nota: Andrea Sosa Cabrios- dpa/ Foto: EFE.