30 septiembre,2023 9:46 am

El Chopo, germen para la contracultura en Guerrero, afirma investigador de la UAG

El escritor Jaime García Leyva explica que el tianguis rockero fue fundamental para la formación crítica de los jóvenes en el estado

Acapulco, Guerrero, 30 de septiembre de 2023. El Tianguis Cultural del Chopo ha sido un faro para el crecimiento de la contracultura en Guerrero, porque los jóvenes del estado de los años 80 y 90 encontraron en ese lugar una forma de darle cauce a sus inquietudes y fue formando una mentalidad crítica en los chavos, les abrió la mente a música nueva y los unificó a partir de gustos musicales como el punk y el metal.

El doctor en Antropología Social por la Universidad Autónoma de Barcelona, Jaime García Leyva, conocido entra la banda como El Jaguar, habla en entrevista con El Sur sobre la reciente declaratoria del Tianguis del Chopo como patrimonio cultural de la Ciudad de México, la importancia que ha tenido la contracultura en el desarrollo de los jóvenes de Guerrero, su impacto político y en la lucha social, cómo este espacio se convirtió en un refugio para los jóvenes del estado y su trabajo de difusión en la radio de Tlapa

Respecto a la declaratoria, García Leyva, académico del pueblo tu’un savi, considera que “es una decisión muy acertada en términos de políticas públicas culturales, porque reconoce la diversidad del país”.

Recordó que el tianguis “surge como opción para el rock, pero que se fue extendiendo hacia otras expresiones de los jóvenes que no tienen que ver con el rock”, y remarcó su influencia “en el movimiento punk, en el dark”.

El investigador considera que la declaratoria “es un reconocimiento a los colectivos de artistas, de mujeres, pero también de las nuevas formas de expresión del punk, del rock, pero que van más allá de la música”.

Consideró que estos espacios contraculturales “son importantes, son necesarios, aportan diversidad e intergeneracional”.

Recordó, desde su propia experiencia, que para los jóvenes de Taxco, Iguala, Chilpancingo, Acapulco, Acatlán, Tlapa, Chilapa, el Chopo ha sido “un polo de referencia y se transforma en el imaginario colectivo juvenil rockero”, porque estar en ese sitio, “es un lugar que da lecciones”, ya que la banda rockera “iba a conocer lo que estaban haciendo los participantes” de otros estados.

El Chopo era “muy motivacional” porque era una experiencia que aumentaba la autoestima de los jóvenes, al saberse dueños de un espacio propio, en el que se desarrollaba la idea DIY (Do It Yourself, hazlo tú mismo), “saber que en Chiapas, en Tijuana, se estaban haciendo cosas similares” a las que se hacían en Guerrero, “pero siempre en el ámbito subterráneo”.

El investigador resaltó la importancia que tenían las publicaciones no oficiales de la época, los fanzines, en un tiempo en el que ya existía internet, pero que en México era sólo una noticia de una galaxia muy lejana.

“El que visitaba traía información”, y llevaba a Tlapa y otras ciudades del estado fanzines y revistas como Banda Rockera, publicaciones que permitían que los chavos de Guerrero “se vincularan con los chavos del Chopo”, con una visión crítica de su propia realidad.

Gracias a las idas de García Leyva al Chopo, se conectó con muchos otros entusiastas de la radio de México y de otros países, lo que permitió que se fuera haciendo un acervo que no sólo educó musicalmente a los jóvenes de la Montaña, sino de otras zonas, como la Centro.

La primera vez que visitó el Chopo “me impresionó, las playeras, los fanzines”, y la capacidad de organización de quienes siguen participando en el espacio.

Estas experiencias de hacer tianguis basados en el rock se han reproducido en Culiacán, Ciudad Nezahualcóyotl, Querétaro, Acapulco, y remarcó la experiencia de Abraham Chavelas en el puerto, con su proyecto Emergente, que aunque tenía el mismo formato del Chopo, se acercaba más a una feria de arte, porque daba mucho impulso a las artes plásticas y a la literatura.

En el acervo de la XEZV, La Voz de La Montaña, “afortunadamente hay joyitas de Three Souls in my Mind, Jorge Reyes, Huizar, Factotum, Luzbel”.

Todo ese material se juntó gracias a las aportaciones de los propios músicos y de la banda del Chopo, que mandaba las novedades, así que, en cuanto a rock, La Voz de la Montaña, una emisora indígena, era la que tenía el mejor catálogo del rock de México en los años 90.

El autor del ensayo Radiografía del rock en Guerrero, indispensable para entender la contracultura en el estado, recordó a los mentores que han hablado del tema, como el acapulqueño José Agustín, y otros destacados como Parménides García Saldaña y Gustavo Sainz, para adentrarse en el tema.

Texto: Carlos Rosas

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