27 octubre,2023 5:21 am

En un día lluvioso en el Cervantino, dedica el músico Daniel Ho su concierto a Acapulco

Francisco Morales / Agencia Reforma

Guanajuato

Daniel Ho salió al escenario con el menos recomendable de los atuendos posibles: una ligerísima camisa morada, de manga corta, con un estampado floral.
El público que lo recibió con aplausos, por el contrario, estaba unánimemente enfundado en pesadas chamarras y rompevientos, con los paraguas empapados a sus pies, y apenas a salvo de la lluvia que caía sobre la Ex Hacienda de San Gabriel de Barrera.
Aun con el aguacero –o quizá por ello mismo–, el músico hawaiano decidió iniciar este jueves su presentación en el Festival Internacional Cervantino con una pieza instrumental en su ukulele que, irónicamente, se traduce como Tan brillante como el sol.
“Pensábamos que sólo dos personas iban a venir”, celebró al ver el lugar casi lleno, acompañado por su banda. “¡Muchas gracias por hacerle frente a la lluvia!”.
En un día triste para el país, patente para quien hubiera visto las noticias sobre la destrucción que dejó el huracán Otis en Acapulco, los músicos ofrecieron un remanso de sol con la música tradicional de su archipiélago natal, fusionado con otros ritmos y melodías del mundo.
Con una sonrisa cálida y una risa contagiosa, Ho dejó que su “jarana hawaiana” y su piano se acompañaran de un cello (Danna Xue,), batería (Randy Drake) y bajo (Lydia Miyashiro) para interpretar canciones de dicha como Vivir en el paraíso y El hula de la galleta.
Al centro del escenario, el músico y bailarín Keal’i Ceballos interpretó hulas tradicionales para la audiencia, pero ninguno fue tan bien recibido como Pineapple mango, una canción escrita por Ho que fue objeto de una coreografía colectiva.
Moviendo la cadera de lado a lado, y con las manos haciendo las formas de las frutas de la canción, el público coreó una versión traducida para la ocasión: ¡Piña mango!
“¡Mahalo, Guanajuato!”, correspondieron los intérpretes.
Invitados por las palmas y vítores de los asistentes, los músicos alargaron su presentación y Keal’i Ceballos, a nombre todos, hizo una oración para Acapulco.
“Hemos estado pensando en Acapulco desde la tarde de ayer y, por supuesto, hoy en la mañana cuando lo vimos las noticias. Danzamos en honor a la creación y los guardianes de la naturaleza”, introdujo.
Y como una de esas cosas que suelen ocurrir en el Cervantino, en el momento en el que Daniel Ho y su banda tocaron la canción Flores en la lluvia, el sol salió de nuevo, aunque sea por un momento, en Guanajuato.