Washington, 1 de diciembre 2017.- Michael Flynn, exasesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró hoy culpable de haber mentido al Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre sus conversaciones con personajes del gobierno ruso y admitió que “importantes integrantes” del equipo del actual mandatario sabían de sus actividades.
En una audiencia en la Corte del Distrito de Columbia, Flynn se comprometió a colaborar con el fiscal especial de la investigación rusa, Robert Mueller, lo que podría desembocar en más imputaciones.
Como parte de esa colaboración, según la cadena ABC, Flynn planea testificar que Trump fue quien le pidió que iniciara contactos con el Kremlin cuando el presidente Barack Obama aún estaba en el poder con el objetivo de que Estados Unidos y Rusia trabajar juntos en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria.
Ya, durante la audiencia, la fiscalía especial aseguró que “importantes personajes” del equipo de Trump sabían de las conversaciones que, en diciembre de 2016, mantuvieron Flynn y el entonces embajador ruso en Estados Unidos, Serguéi Kisyliak, sobre unas sanciones que Obama había impuesto a Rusia.
Entonces, el 29 de diciembre de 2016, Obama ordenó la expulsión de 35 diplomáticos rusos de Estados Unidos e impuso sanciones al Kremlin en respuesta a los ataques de Rusia para intervenir en las elecciones presidenciales de 2016 con el objetivo de perjudicar a Hillary Clinton y beneficiar a Trump.
Según dijo el fiscal Brandon Van Grack, “un personaje muy importante” del equipo que preparaba la transición de poder entre Obama y Trump pidió a Flynn que se pusiera en contacto con el entonces embajador ruso en Estados Unidos con el objetivo de evitar que el Kremlin respondiera con dureza a las sanciones de Obama.
Al día siguiente, el presidente ruso Vladímir Putin anunció que Moscú no tomaría represalias en respuesta a esas sanciones.
Según la fiscalía especial, Flynn conversó sobre sus contactos con Rusia en varias ocasiones con “importantes personajes” del equipo de Trump y llegó, incluso, a llamarles por teléfono mientras estaban en el exclusivo club del mandatario en Mar-a-Lago, en la costa sureste de Florida.
Las conversaciones de Flynn con el embajador ruso se produjeron en diciembre de 2016 y versaron sobre las sanciones de Obama, así como sobre una resolución sobre los asentamientos israelíes que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se estaba preparando para votar.
Según The New York Times, la fiscalía especial ha descubierto que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió al equipo de Trump que ayudara a Israel con el voto sobre las colonias.
Según el diario, Flynn y Jared Kushner, yerno y asesor del presidente, fueron las personas designadas para lidiar con ese tema, y, por eso, Flynn se puso en contacto con el embajador ruso para tratar de que Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, retrasara el voto.
El FBI interrogó a Flynn sobre sus contactos con el embajador ruso el 24 de diciembre, solo cuatro días después de que Trump tomara posesión como presidente.
Flynn mintió y, como consecuencia, el fiscal especial presentó hoy cargos en su contra, de los que se declaró culpable y por los que podría pasar hasta cinco años en prisión.
“Mi declaración de culpabilidad y mi acuerdo para colaborar con la Oficina del Fiscal Especial reflejan una decisión que he hecho pensando en los mejores intereses de mi familia y de nuestro país. Acepto completa responsabilidad por mis actos”, dijo Flynn en un comunicado tras su comparecencia.
“Ha sido extraordinariamente doloroso soportar estos meses de falsas acusaciones de ‘traición’ y otros indignantes actos. Esas acusaciones falsas son contrarias a todo lo que he hecho y defendido”, añadió Flynn, un militar de carrera que entre 2012 y 2014 dirigió la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos (DIA).
Flynn sólo detentó el cargo de asesor nacional en la Casa Blanca durante 25 días, pues tuvo que dimitir por haber mentido al vicepresidente Mike Pence y a otros altos oficiales sobre el contenido de sus conversaciones con el embajador ruso.
Esas conversaciones supusieron un escándalo porque entonces Obama aún era presidente y el equipo de Trump no estaba autorizado para tomar decisiones con Gobiernos extranjeros.
El proceso contra Flynn es producto de la investigación que en mayo comenzó Mueller para examinar los posibles lazos entre Rusia y la campaña de Trump relativos a las elecciones de 2016.
Como resultado de esa investigación, Mueller también ha presentado cargos contra Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump, y el que fuera su “número dos”, Rick Gates.
Texto y foto: EFE