18 diciembre,2023 8:10 am

Advierte el escritor Juan Domingo Argüelles sobre el uso político del lenguaje inclusivo

 

La corrección idiomática se menosprecia, en tanto que se sobrevalora la corrección política, como sucede con el uso de “todos y todas”, señala el autor de Más malas lenguas

 

Ciudad de México, 18 de diciembre de 2023. Para el escritor Juan Domingo Argüelles, uno de los grandes problemas –y lo resalta en su libro Más malas lenguas con un epígrafe del poeta alemán Gottfried Benn– es que “la lengua se ha convertido en política”.

“Si vamos a señalar una enfermedad de la lengua es la política, el uso de la lengua en sentido político”, señala el poeta, quien además plasmó en su libro: “La corrección idiomática se menosprecia, se infravalora, en tanto que se sobrevalora la corrección política. La ideología dominante importa más que la lógica expresiva. Todo ello conduce a una pobreza intelectual cada vez más acentuada”.

El tan debatido tema del lenguaje inclusivo no puede no asomar en las páginas del último lanzamiento del poeta y crítico literario –tal como en los anteriores dos–. Él, al igual que figuras como la lingüista Concepción Company, señala lo pernicioso de desdoblamientos innecesarios, como decir “todos y todas”, en busca de una supuesta igualdad de género.

“Francia lo prohibió totalmente, y me parece perfecto porque Francia se atrevió a hacerlo contra toda la presión que tenían. Dijo: ‘Si nosotros queremos enseñar francés, tenemos que enseñar francés, y no podemos romper nuestras propias reglas’”, relata el lexicógrafo.

“Bueno, aquí (en México) no, aquí hay una serie como de complot contra todo esto, y obviamente cuando ya lo encuentra uno hasta en los libros de texto gratuitos”, va diciendo el autor, entre risas, “esto ya es una preocupación mayor”.

Y es que al autor le parece que esto no es sino un lenguaje más bien jergal, usado por altas esferas del poder político y de los sectores académicos, quienes “están convencidos de la falacia de que, si cambia el lenguaje, esto hará que cambie la realidad, cuando es justamente al revés.

“Es necesario y urgente cambiar la realidad en la que vive la mitad de la población mundial, esto es, las mujeres, y muy probablemente con ello cambiará el idioma”, exhorta el ensayista, para quien la capacidad de la lógica y del entendimiento propios del idioma deben imponerse en esta era de la posverdad.

“Estas cosas se acaban convirtiendo como en fanatismos, y cuando se mete la ideología y la política en el idioma o en cualquier otra cosa en la que no tienen que meterse, ya echó a perder todo. Ese es el problema que tenemos, y eso también es un problema patológico”, recalca.

 

Texto y foto: Agencia Reforma