27 mayo,2024 11:01 am

¿Miedo a la Inteligencia Artificial?

 

Ciudad de México, 27 de mayo de 2024. La Inteligencia Artificial (IA) es, según la RAE, la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico.

Básicamente, un programa o software que tiene la capacidad de pensar, resolver problemas y proponer soluciones anticipándose a futuros escenarios.

Por ejemplo, una IA tendría la capacidad de analizar los últimos 20 años de información sobre las lluvias, analizar los datos y variables, anticiparse a una posible sequía y proponerle a un agricultor la manera ideal de racionar el agua para evitar la escasez en sequía sin afectar la cosecha.

Evidentemente que una información así sería increíblemente útil para cualquier persona que se dedique al campo y hoy ya es una realidad que toca nuestras puertas y permite ser más eficiente con los recursos, incluyendo lo valioso que es el tiempo.

Pero la curiosidad y el escepticismo, motores del progreso humano, se ven opacados por el miedo. Nos imaginamos que la IA nos ayudará a mejorar nuestros procesos y resultados, pero cuando tenga un razonamiento como el nuestro o similar, ¿va a superarnos?, ¿va a reemplazarnos en nuestros puestos de trabajo?, la respuesta es, probablemente sí, pero nos va a complementar y ahí está la oportunidad, para los que sepan aprovecharla.

La capacidad de analizar información y, con base en probabilidad, tomar una decisión será algo que no superaremos los humanos. Pero la IA no deja de ser una máquina y algunos aspectos como la creatividad genuina que se genera a partir de la empatía con otras personas o seres vivos es algo que nunca será igualado, ni superado, en el mediano plazo, por la IA.

Hace un año, el CEO de IBM, Arvind Krishna, anunció que podrían detener contrataciones de puestos de trabajo que realizan tareas rutinarias, principalmente administrativas, y esto equivaldría a, por lo menos, 7 mil 800 empleos.

Esta declaración fue la primera hecha formalmente por una empresa de ese tamaño y líder en la industria de la tecnología. Esto obviamente ha generado conmoción, por decir lo menos, para personas que podrían pensar que su trabajo es rutinario, como lo mencionó el CEO, pero no veo gran diferencia con lo sucedido en la revolución industrial cuando millones de trabajadores fueron sustituidos por máquinas donde los tiempos de producción mejoraron y los costos bajaron.

Ahora, vamos a entrar a una revolución industrial, la cuarta en la historia de la humanidad. En esta nos enfrentamos a un cambio de paradigma en la forma de trabajar, pero también en la de vivir. El Internet de las cosas (IoT), así como Big Data y la IA cambian la manera en que convivimos.

Hoy debemos pensar cómo nos movemos del mundo físico al virtual o digital y después, por medio de algoritmos, regresar del mundo digital al físico para poder accionar en la vida real. En lugar de tener miedo a lo que viene, debemos entender la etapa en la que entramos, cómo podemos sumarnos y aprovechar las bondades que la IA nos ofrece para ser más efectivos, eficientes y explotar mejor nuestros talentos.

El miedo es a veces bueno y necesario para salir adelante, pero es mejor el coraje y la pasión, características que no tiene la IA y son exclusivas de los seres humanos.

En un futuro cercano, los puestos de trabajo más beneficiados por la IA serán los de programación y consultoría, las posiciones de investigación y científicos, telecomunicaciones, medios de comunicación y servicios financieros, entre muchos otros.

Los profesionales podrán sacar provecho del apoyo de la IA para evitar pérdidas de tiempo en buscar y comparar información; tomarán decisiones más ágiles, rápidas y con mayor sustento de información.

Sin duda la IA suena fuerte y puede asustar, pero vale la pena entenderla y aprovecharla para que las generaciones venideras estén totalmente integradas; quienes logren entender y sacar partido tendrán éxito en sus trayectorias profesionales.

 

Texto e imagen: Agencia Reforma