7 agosto,2024 8:10 am

Guerrero es primer productor de mango, pero sus cultivadores no reciben “apoyo suficiente” del gobierno, señala su presidente

 

Chilpancingo, Guerrero, a 7 de agosto de 2024.- El presidente del Comité Nacional del Sistema Producto Mango, Daniel Radilla Ríos, dijo que los productores no han recibido “apoyo suficiente” y han sido estafados, esto dificulta la comercialización de la fruta en Guerrero.

Daniel Radilla, quien también preside el Comité Estatal del Sistema Producto Mango, informó en entrevista con El Sur que Guerrero y Sinaloa se disputan el primer lugar nacional de los 23 estados que se dedican a la producción de esta fruta.

Resaltó que en Guerrero las huertas rinden hasta tres cosechas al año, debido a que “el invierno no impacta” como en otros estados del norte del país, donde el producto se congela; además, en la entidad “las estaciones tienden a ser un poco secas y eso beneficia al cultivar el mango”.

Puntualizó que, de acuerdo con datos del comité que fueron corroborados con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, “el mango está entre los principales productos agroalimentarios mexicanos con mayor valor en el mercado y de exportación, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a valor de las exportaciones de mango, contribuyendo con el 13.7 por ciento, para nosotros la cadena mango es una cadena estratégica”.

En el país hay unos 54 mil productores que siembran 204 mil hectáreas de mango, mientras que en Guerrero hay unos 8 mil productores que siembran 30 mil hectáreas, en las cuales se cosechan “casi 397 mil toneladas”.

La región que más concentra la producción de mango es la Costa Grande, principalmente en el municipio de Tecpan de Galeana, seguido de La Unión y Atoyac de Álvarez; sin embargo, también en la Tierra Caliente, en el municipio de Cutzamala de Pinzón y en la Costa Chica, municipio de Cuajinicuilapa, la producción está creciendo “de manera exponencial”.

Sobre los retos o dificultades que enfrenta el sector, Daniel Radilla dijo que “una de las desventajas es que no se ha recibido el apoyo suficiente que se requiere para comercializar, tenemos nosotros una deficiencia en Guerrero donde se tienen que certificar las huertas, el objetivo que tenemos nosotros es sacar fruta de calidad”.

“Para sacar fruta de calidad se requiere la aplicación de un paquete tecnológico que va, desde la aplicación de labores culturales, como la limpia, la aplicación de fertilizante, el riego, las fumigaciones para plagas y enfermedades, hasta la inducción para la floración, el trato, todo ese proceso que se da tiene como objeto la producción de fruta de calidad”, expresó.

En ese sentido, puntualizó que el mango “compite con otras frutas y con un mercado cada día más exigente para que pueda valer”; sin embargo, los paquetes tecnológicos y el costo de producción incrementó más del 100por ciento, la inversión que era de unos 30 mil pesos actualmente es de 70 mil pesos.

“Otro de los retos que tenemos y es fundamental es que para sacar esa fruta fuera del país o aquí en México, con mercados competitivos como el caso de Monterrey, se debe sacar fruta de huertas que estén certificadas”, que las huertas no deben tener animales, tienen que contar con cercas, árboles podados y un paquete tecnológico para que los mangos “salgan limpios”.

El costo de la certificación es de 3 mil a 3 mil 500 pesos por hectárea, lo cual “no es gravoso”, pero “el problema más grande es cambiar la cultura de los productores, algunos pues no creemos, decimos que somos los mejores productores porque nuestro mango en la huerta es el mejor, porque así los ‘coyotes’ nos hacen creer y la verdad es que no, ya cuando salen al mercado a competir con otras frutas, nos encontramos que tenemos un lugar estratégico importante, pero nos falta ese jalón”.

Los “coyotes” son compradores provenientes del centro del país, principalmente de la Ciudad de México, Puebla y otras, que llegan con camiones a las huertas buscando el mango con menor costo; se han registrado casos en los que se llevan la fruta sin pagarla, lo que constituye una estafa para los productores.

En cuanto a la violencia en el estado, Daniel Radilla manifestó que la inseguridad se vive en “casi todo el país y uno anda con cuidado en los pedacitos, nosotros no nos metemos con nadie, nos dedicamos a producir y a tratar de vender para mantener a nuestra familia”.

A pregunta expresa de si la temporada de lluvias afecta la producción, declaró que “al contrario, queremos que llueva”, debido a que en Guerrero “hay un mango tardío que se da ahorita en época de agua, ese se está cortando y de alguna manera nos afecta, pero nosotros estamos sabidos que las lluvias que llegan son necesarias para que llenen los mantos freáticos y llenen los vasos de las presas en los distritos de riego y en época de estiaje tengamos agua para regar para poder regar las huertas cuando es la producción fuerte”.

“No ha llovido como hemos querido, en algunas partes ha llovido de manera regular (…) los vasos de las presas donde almacenamos agua están todavía bajos y necesitamos que se llenen para que tengamos agua en época que la necesitamos, de sequía”, indicó.

Ante este panorama, los productores tienen “la esperanza” de que con la nueva administración del gobierno federal, que encabeza la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, “se recuperen la inversión, el crédito blando, la ayuda a equipos menores para que nosotros los pequeños productores podamos acceder a poder cultivar el producto, en este caso de mango”.

Cuenta con un proyecto para la construcción de un centro de acopio en Acapulco, “que esté provisto de hidrotérmico y de irradiación para que al mango que llegue a ese centro de acopio se le dé un trato integral y no se pierda nada”.

Durante la pandemia el gobierno federal nombró “héroes de la alimentación” a los productores “porque nosotros lo que hicimos para cubrirnos del Covid fue refugiarnos en nuestras huertas y nosotros no dejamos de trabajar, eso impactó y se produjeron los alimentos que se necesitaban (…) Ojalá en esta nueva administración se abran proyectos y programas importantes”.

Texto: Alina Navarrete Fernández

Foto: Jesús Trigo / Archivo