20 agosto,2024 8:33 am

El político de Copala asesinado el viernes veía peligro e impunidad, tras la ejecución de Chucho Ríos

 

Chilpancingo, Guerrero, a 20 de agosto de 2024.- El abogado Julián Saligán Rojas, tercer político del PVEM de Copala asesinado este viernes, difundió en sus redes sociales, hace casi 14 meses, con motivo del asesinato del dirigente de ese partido, Jesús González Ríos, Chucho Ríos, que en este municipio de la Costa Chica se vive una situación de peligro: “Tendremos que seguir luchando para que la justicia llegue, no sé si también, por ese hecho nos toque quedar en el camino, pues, todos estamos expuestos, como lo ves, pasó contigo”, expresó refiriéndose a su amigo asesinado el 29 de junio de 2023.

Y también veía la impunidad que en Guerrero prevalece: “Exijo justicia y que el asunto lo atraiga la Fiscalía General de la República. Justicia, justicia”, escribió Saligán, en su cuenta de Facebook, pocas horas después del asesinato de Chucho Ríos.

Ayer, en medio del temor por las represalias, vecinos del municipio de Copala exigieron justicia y castigo a los responsables de los asesinatos del abogado Julián Saligán Rojas, así como del coordinador del PVEM y aspirante a la alcaldía, Jesús González Ríos, y del alcalde electo por el partido México Avanza, Salvador Villalva Flores.

Denunciaron que hay complicidad de las autoridades estatales y de la Fiscalía General del Estado (FGE) con el grupo político que ha cometido los crímenes y amenazas en ese municipio.

Saligán Rojas, quien se perfilaba como asesor del alcalde suplente electo, Rogelio Lozano Pérez, fue asesinado aproximadamente a las 5 de la tarde del viernes en la calle Juan Nepomuceno Álvarez, de la colonia Sultana Sur, a un costado del mercado de Cruz Grande, cabecera del municipio de Florencio Villarreal.

En tanto que Jesús González Ríos, Chucho Ríos, fue privado de su libertad el 28 de junio del 2023 y su cuerpo fue hallado al día siguiente a orillas de la carretera de la laguna de Chautengo, municipio de Florencio Villarreal.

A su vez, el alcalde electo Salvador Villalva Flores fue ejecutado a bordo de un autobús la madrugada del 17 de junio pasado en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, cerca de San Pedro Las Playas, municipio de Acapulco, cuando regresaba en un autobús desde la Ciudad de México, donde se había reunido con mandos de la Marina Armada de México.

Vecinos de Copala denunciaron por teléfono que los tres casos se encuentran en la impunidad y no se ha investigado ni detenido a los responsables materiales e intelectuales.

Un integrante de la familia de Chucho Ríos informó que en mayo pasado fue detenido y vinculado a proceso en Ometepec, José Adalid, como presunto responsable del asesinato de González Ríos, sin embargo están seguros de que no actuó solo, pues la víctima fue privada de su libertad, torturada y desollada del rostro.

“Tuvieron que haber participado cuando menos otras dos personas más para someterlo”, y denunció que ya no se continuaron las investigaciones para dar con los responsables intelectuales.

El año pasado, un grupo de copaltecos migrantes, radicados en Estados Unidos enviaron una carta a la entonces fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, para que se investigara a la alcaldesa con licencia y ahora diputada electa por Morena por el distrito 15, Guadalupe García Villalva, por el video que dejó González Ríos en el que la responsabiliza de cualquier agresión en su contra.

Dijo que tampoco se ha investigado el caso de la ejecución del alcalde electo Salvador Villalva Flores y que ahora se suma el crimen de Saligán Rojas.

Otro de los vecinos de Copala, también en declaraciones por teléfono, indicó que el abogado murió sin que hubiera visto que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su amigo Chucho Ríos, “con quien compartían un proyecto político y una sincera amistad”.

La fuente compartió un texto que Saligán Rojas publicó en su cuenta de Facebook el 29 de junio del 2023, horas después de que fue hallado el cuerpo de González Ríos.

El texto dice: “Mi hermano Chucho Ríos, elevo mis oraciones por tu eterno descanso; decirte hasta donde estás, que lucharemos incansablemente para que se haga justicia al arrebato cruel y visceral a tu vida, decirte que alzaremos la voz, hasta donde tengamos fuerza, gritaremos que la justicia sea de cuerpo y alma, y no de dichos o conferencias de autoridades sin sentimientos, que la justicia hacia ti no quede en una exigencia hueca. ¡No! Tendremos que seguir luchando para que esa justicia llegue, no sé si también, por ese hecho nos toque quedar en el camino, pues, todos estamos expuestos, como lo ves, pasó contigo. Exijo justicia y que el asunto lo atraiga la Fiscalía General de la República. Justicia, justicia”, escribió Saligan, asesinado la tarde del viernes.

Después, el 2 de febrero pasado, cuando la hermana de Chucho Ríos, Candy Ríos, aceptó la candidatura a la alcaldía por el PVEM.

Saligán Rojas le escribió: “Generosamente hago mío este proyecto que, en un momento encaminó mi amigo hoy extinto, Jesús González Ríos, Chucho Ríos, conscientemente tenemos que solidarizarnos con tu nueva encomienda que hoy valientemente encabezas Candy Ríos, espero que el todopoderoso pueda blindar tu vida y no permita un arrebato más de un ser, la perversidad del poder, en rabia al humano, enloquece los sentimientos, espero, de veras, que el cielo te blinde de bendiciones y que el pueblo de Copala te arrope con su voto este 2 de junio, y hagas efectivo ese proyecto que anhelaba tu hermano Chucho Ríos”.

Sin embargo, Candy Ríos fue amenazaba de muerte y días antes de que se registrara como candidata abandonó el municipio junto con su familia.

Un integrante del mismo grupo político, dijo que mientras no haya justicia y siga la impunidad van a continuar los “asesinatos políticos” en ese municipio, y responsabilizó de ello a las autoridades del gobierno del estado y a la FGE “por la protección que están dando a los autores intelectuales de la cadena de asesinatos y amenazas a los opositores del grupo “que controla” el municipio.

Texto: Redacción

Foto: Carlos Carbajal / Archivo